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Las mejores anécdotas del viaje en el Canfranero

Casi cuatro horas de viaje en el Canfranero dan para debatir a fondo sobre el futuro de Aragón y también para multitud de anécdotas y recuerdos compartidos. 

  • 1

    7.45-Veloz cambio de camisa por culpa de un café

    Ir con tiempo por la vida permite sortear imprevistos. Alberto Jiménez Schuhmacher ha quedado con Alejandra Cortés para compartir taxi. Llega tan pronto a la parada que le da tiempo de tomarse un café en un bar, donde el choque con un camarero termina con derrame cafetero sobre su camisa. Como un rayo, vuelve a casa, plancha otra y se cambia, para acudir como un pincel a la cita en la estación Delicias. "Suerte que tengo toda la ropa azul y combina".

  • 2

    8.15-Zaragoza Delicias: punto de encuentro

    La cita es en la estación Delicias a las 8.15, con tiempo para subir al Canfranero, que parte a las 8.40. Hay 19 viajeros en esta expedición tan especial. Otros cuatro se unirán en otras paradas. Todos acuden puntuales, dispuestos a iniciar este viaje al futuro de Aragón.

  • 3

    8.40-Zaragoza Delicias: ¡Viajeros al tren!

    Historia de un pendiente perdido y hallado. En medio de las prisas por subir al tren, Raquel Esteban se da cuenta de que ha perdido un pendiente. Modesto Pascau se agacha para buscarlo y da con él. "¡Ha encontrado hasta la tuerca!", le contaba, ya en el vagón, la directora de Las Bodas de Isabel a la historiadora Marisancho Menjón, quien le decía al presidente del patronato de Ordesa: "Qué buena vista, estarás entrenado a buscar setas con esos ojos de ‘rabosica’". "Veo bien lo que quiero", sonreía Pascau.

  • 4

    8.43-Zaragoza Portillo: el juego de la silla

    Los asientos abatibles del Canfranero dieron mucho juego. Formar grupos de cuatro era lo más codiciado, ya que facilitaba la conversación y el conocerse unos a otros. Era ‘peligroso’ levantarse, dado que, al más mínimo despiste, los vecinos movían a su favor los asientos de delante para ser cuatro.

  • 5

    8.45-Zaragoza Goya: un vagón como campo de operaciones periodístico

    El portavoz de Renfe, Antonio Carmona, también se une al viaje y recomienda entrar todos juntos en el vagón central del ‘tamagotchi’ para 19 viajeros –los mismos invitados que acceden en Delicias–, de un total de 56 plazas del tren, que hoy de manera no tan usual están casi al completo desde la primera parada. Un vagón que va a convertirse en un auténtico campo de operaciones periodístico en el que se hablará largo y tendido de Aragón.

  • 6

    9.04-Villanueva de Gállego: estudiantes franceses y el Canfranero

    Un trabajador de Renfe que procedía deLogroño se subió en el Canfranero para llegar a su casa en Villanueva de Gállego. Fue uno de los pocos que bajó en esa parada, pero antes recordó que en la Universidad San Jorge hay muchos estudiantes franceses que estudian Fisioterapia y tienen pisos alquilados en Villanueva de Gállego. "No suelen subir al Canfranero porque no pueden cruzar la frontera en tren y viajan en sus coches o en el autobús de Zaragoza a Pau".

  • 7

    9.32-Tardienta: el mundo es un pañuelo

    Alejandra Cortés y Susana Val acaban de enterarse de que sus hermanas trabajan juntas. Manuel Gimeno es amigo de la tía de Alberto Jiménez, en el hospital Obispo Polanco. "Esto en Valencia tardan un año en descubrirlo. Cuando dos de aquí se encuentran, tratan enseguida de encontrar una conexión".

  • 8

    9.53-Huesca: el tren sale hacia atrás: "Vamos de culo"

    Dos turolenses reflexionan sobre el sentido del tren después de llegar a Huesca. Raquel Esteban se da cuenta de que el 'tamagotchi' ha cambiado de dirección porque el maquinista ha pasado de la cabecera a la parte trasera. Y lo describe con una frase muy ilustrativa: "Vamos de culo". Pero Manuel Gimeno, portavoz de Teruel existe, contesta: "Hace mucho tiempo que vamos así". Son dos turolenses que tienen muy presentes las reivindicaciones de la provincia.

  • 9

    9.53-Huesca: una invitación especial

    Varios de nuestros 23 viajeros cambian sus agendas para poder responder a la invitación de HERALDO para subirse a este tren. "Para mí es algo especial, llevo una semana diciendo en el trabajo que me iba a Canfranc", reconoce Enrique Torguet.

  • 10

    10.36-Ayerbe: de la despoblación, a la jota y las tortas

    En la estación de Ayerbe sube al tren el jotero Roberto Ciria, residente en el municipio próximo de Fontellas, adonde se trasladó tras vender un piso en Huesca. Lo comenta con el turolense Manuel Gimeno mientras hablan de la despoblación. Muy cerca de ellos, Soria, Bosque y Ordovás. Tras acceder al tren, Ciria recuerda que ya no se venden a los viajeros en la estación las famosas tortas de Ayerbe, sino que ahora hay que ir a adquirirlas a las panaderías del municipio.

  • 11

    10.48-Riglos: desde la cabina del maquinista asoman los Mallos de Riglos

    En cabina, los responsables de Renfe piden la documentación necesaria a los viajeros acreditados para poder acceder a la cabina del maquinista para tomar fotos. Eligen la llegada a los Mallos de Riglos como el lugar más espectacular del viaje, pero algún viajero/a del grupo no puede resistir la tentación y también inmortaliza el instante con una previa autorización. La imagen es preciosa, cesan los debates y los viajeros se arremolinan en las ventanas. ¡Estamos en Riglos!

  • 12

    10.58-Santa María y La Peña: el tren de los montañeros

    Con mochilas enormes, pocas ‘perras’ y menos medios técnicos que ahora, pero "era una gozada juntarnos y subir en el Canfranero", recuerda Alejandra Cortés, que pertenecía al grupo scout de Torrero. Al llegar, "te tenías que buscar la vida para ir a los sitios de montaña y empezar la excursión".

  • 13

    11.05-Anzánigo: historias de la mili en medio del trayecto

    En una España de otra época, allá por 1975, recién muerto Franco, Manuel Gimeno hizo la mili en la Escuela Militar de Montaña de Jaca. "Fui soldado médico. Teníamos un régimen disciplinario absoluto y yo utilizaba el Canfranero para subir y bajar de la zona. Me tocó estar un mes con la compañía de esquiadores de Candanchú, con el capitán Topete, magnífico pintor, por otra parte". Otros viajeros también relatan sus experiencias mientras el viaje continúa, cada vez con estampas más espectaculares.

  • 14

    11.22-Caldearenas Aquilué: el ‘coche antiguo’ contra el Fórmula 1

    No había subido nunca al Canfranero y al verlo en la estación de Huesca, lo primero que le vino a la cabeza fue la imagen de "un coche antiguo", sobre todo al lado de los "Fórmula 1" de la Alta Velocidad. Pero al margen de esta primera impresión, el cocinero y empresario Carmelo Bosque fue uno de los que más disfrutó del viaje. No dudó, por ejemplo, en inmortalizar los Mallos de Riglos con su teléfono móvil. "Hay que valorar lo que tenemos en Aragón", dijo.

  • 15

    11.43-Sabiñánigo: volver con niños

    Aunque es muy montañera, Susana Val no ha viajado en el Canfranero y le hace "especial ilusión porque las vistas son fantásticas. Vendré con mis hijas". Alejandra Cortés también tiene pendiente subir con sus hijos, ya que "con niños es un viaje muy interesante porque conocen la geografía de Aragón".

  • 16

    11.49-Sabiñánigo: sube la última pasajera antes de llegar al destino final

    Cecilia Buil llama durante el viaje para preguntar la hora concreta del paso del Canfranero por Sabiñánigo, la estación más cercana a su casa, en Bielsa. El revisor del tren tenía anotadas las 11.43 en su PDA, aunque finalmente se llegó con seis minutos de retraso. Buil esperaba en el andén para subir a un tren que "hacía más de 20 años que no cogía. De joven, antes de tener coche, lo usé mucho para ir a escalar a Riglos desde Huesca, donde vivía entonces", contó.

  • 17

    12.05-Anzánigo: repitiendo viaje, esta vez con una nueva ‘familia’

    Modesto Pascau es el único de los viajeros que repite el mismo viaje que hizo apenas una semana en el Canfranero, pero aquella vez acudió con toda su familia, que procede de Fraga, Madrid, Zaragoza, Huesca, Barbastro y Alquézar. En total, veinte personas, incluidos dos nietos. La casualidad quiso que viajara en el mismo vagón intermedio. Parecía que estaba repitiéndolo con esta nueva ‘familia’, aunque en este caso no conocía a todos.

  • 18

    12.05-Jaca: excursiones de antes

    Ricardo Calvera recuerda nostálgico que el Canfranero "antes era más chulo, cuando estaba dividido en compartimentos". Relata cómo con 10 u 11 años echaba el día en el tren para subir al Fuerte de Coll de Ladrones de Jaca, "una verdadera aventura".

  • 19

    12.12-Castiello Pueblo: lección de física sobre ruedas

    A Teresa Fernández le puede la curiosidad: "Y en ese laboratorio que hay en Canfranc ¿qué hacéis?", pregunta a María Luisa Sarsa. "Es un tipo de física especial para la que nos tenemos que esconder de la radiación cósmica, debajo de una montaña, porque interfiere en los detectores. Trabajo en detección de materia oscura". "¡Ay, Dios mío!", exclama Teresa. Falta poco para Canfranc y Marisa necesitaría "un rato más de viaje para contarlo". Todos coinciden: "¡Tenemos pendiente una visita!".

  • 20

    12.27-Villanúa Letranz: conectados y desconectados

    A algunos les resulta muy difícil desconectar del día a día. Los hay, como Ricardo Calvera, que al poco de iniciar el viaje ya ha atendido un par de llamadas. El más activo es, de largo, Manuel Gimeno, a quien buscan hoy los medios. Otros, en cambio, optan por no sacar el móvil demasiado y mirarlo a la vuelta. La experiencia y el paisaje lo merecen. Ya durante la comida, la conversación reina y, en alguna de las mesas, llama la atención un hecho insólito: ningún móvil sobre el mantel.

  • 21

    12.36-Canfranc: bienvenida a dúo de los alcaldes

    Fernando Sánchez y Víctor López, alcalde y el exalcalde de Canfranc, esperan juntos la llegada del tren en la estación y no dejan de repartir abrazos, estrechar manos y dar besos a los más de 30 componentes del grupo que ha llegado en el Canfranero a las 12.36, tras casi cuatro horas de un viaje muy singular. El alcalde conduce al grupo hasta la explanada, donde explica a los viajeros cómo van las obras, mientras el exalcalde ilustra sobre la historia de la línea y los escudos en el vestíbulo.

  • 22

    12.36-Canfranc-Canarias

    Cada uno de los viajeros ha dejado cosas pendientes. Ya en Canfranc, Alberto Jiménez confirma que las células tumorales para inocular dromedarios que había enviado a Canarias, conservadas en hielo seco, han llegado vivas. "Es más difícil que mandar algo a un sitio en guerra".

  • 23

    14.15-Canfranc: un almuerzo final para reponer fuerzas con jota incluida

    Verónica Alas y su marido Francisco Martín Muñoz, los dueños del restaurante Universo, ofrecen un almuerzo final a los viajeros, con un menú inolvidable: desde la olla jacetana o la ensalada de gulas a las costillas a la brasa o el rabo de toro hacen las delicias de los asistentes. Llevan desde 2005 en el negocio y hasta han salido en el programa ‘Comando actualidad’ de TVE. A los postres, el gran Roberto Ciria obsequia con una jota para el recuerdo.

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