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Julio José Ordovás: "Zaragoza es una ciudad literaria al nivel de cualquier otra"

Con historias basadas en un universo muy particular inspirado en el «Aragón profundo», Ordovás ha visto sus novelas traducidas al inglés, al francés y al japonés

Julio José Ordovás, escritor.
Julio José Ordovás, escritor.
Guillermo Mestre

Con ‘El Anticuerpo’, su primera novela, este zaragozano logró el aplauso de la crítica nacional. Traducida luego en Estados Unidos y Francia, alcanzó también el éxito entre los expertos. En ella, el paisaje juega un papel principal y, aunque nunca se llega a nombrar al pueblo protagonista, Ordovás reconoce que se sitúa en el «Aragón profundo». «Todos tenemos en nuestro interior un paisaje que nos vibra siempre que es el paisaje de la infancia, y el mío es el de la estepa de Belchite; soy de un pueblo cercano, Almonacid de la Cuba», dice. «Baroja contó en ‘Juventud y egolatría’ su viaje por Monegros y explicaba que le ponía nervioso ver tanto amarillo. Él era un hombre de norte y veía matices en el verde, pero a mí me pasa al revés: todo el verde me parece igual y veo matices en los ocres», afirma.

Basándose en un paisaje local y muy personal, Ordovás ha conseguido crear historias que traspasan fronteras. Su segundo libro, del que ya se prepara la traducción en Japón, lleva el nombre de un pueblo de Teruel, ‘Paraíso Alto’: «Es un lugar deshabitado en el que solo queda un ermitaño. El problema de los pueblos abandonados me ha marcado, porque yo crecí en un pueblo en el que aún había vida, pero ahora, cuando se cierra la puerta de una casa ya no se vuelve a abrir» lamenta. Echa a faltar, no obstante, «autocrítica desde los pueblos, creo que se han vuelto más cerrados, en ‘El Anticuerpo’ planteaba algo que no vio ningún crítico y es que, mientras rezaban al patrón San Roque, el santo de los apestados, rechazaban al enfermo de sida que acogió el cura», dice.

"Crecí en un pueblo en el que aún había vida, pero ahora cuando se cierra una casa ya no se vuelve a abrir"

«Zaragoza me parece una ciudad llena de vida, pero cuando sales fuera, ves que el futuro es muy negro. Uno de los problemas de Aragón es el centralismo, los políticos no han sabido dar vida al resto de la Comunidad. Zaragoza tiene la ventaja de su ubicación estratégica y todo en el mundo es geografía. Me fastidia que se hable tanto del corredor mediterráneo, los aragoneses tenemos que luchar porque pasen por aquí las comunicaciones, me parece más importante incluso que el agua», afirma.

Humor negro

Como autor, Ordovás posee esa visión negra del humor tan aragonesa: «Es lo que nos salva, tenemos mala leche pero nos reímos de nuestras tragedias», afirma. «Hay muchos escritores aragoneses con un gran sentido del humor muy negro desde Gracián, a Tomeo, Pisón, Conget..., parecido al de los mexicanos, a los que también nos une el tratamiento de la muerte; no es extraño que Buñuel se quedase a vivir allí», explica.

"Aunque hablar de industria me parece excesivo, sí existe un buen tejido cultural aragonés"

No ha pensado nunca en irse a Madrid, como recomendaba Baroja a quien quería ser escritor. «Zaragoza me parece una ciudad extraordinaria, por la que ha pasado todo Occidente, me molesta que novelas ambientadas aquí no la quieran nombrar. ¿Qué tiene que envidiar literariamente a Madrid o Barcelona? La historia pasa por todos los rincones. Por los pueblos polvorientes de Faulkner pasa la historia de Estados Unidos igual que por Nueva York» afirma este escritor que reivindica que «hay que perder ese complejo que se veía, por ejemplo, en los 70 con escritores como Manuel Derqui o García Badell, que culpaban a Zaragoza de su falta de éxito. A mí me parece una ciudad fascinante, y lo podemos ver en Félix Romeo y ‘Dibujos Animados’ o en creadores como Violadores del Verso o Kase O, que en sus textos hablan de la línea de autobús de su barrio, no de la Quinta Avenida, y triunfan internacionalmente». 

Ordovás menciona también a «pequeñas editoriales que están haciendo un buen trabajo: Xordica, Contraseña, Jekyll & Jill, Limbo Errante… Aunque hablar de industria cultural aragonesa me parece excesivo, sí que existe un buen tejido cultural».

Ficha personal

Escritor de fondo. Julio José Ordovás nació en 1976 en Zaragoza, ciudad donde reside. Publicó libros de poesía, de viajes, diarios y crítica literaria antes de editar en Anagrama las novelas ‘El Anticuerpo’ y ‘Paraíso Alto’. Fue Premio de Literatura 2016 del suplemento ‘Artes & Letras’.

Consulte aquí el resto de los reportajes del suplemento especial Marca Aragón.

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