especial marca aragon 23 de abril
Eduardo Sanz: "Estamos ante un gran cambio tecnológico, ligado a la electrificación y a la conectividad"
El director general de Airtex España es consciente de la urgente necesidad de transformar en Aragón el sector de la automoción, su apuesta es decidida: innovación, reindustrialización y digitalización.
Su compañía, líder mundial en bombas de agua y combustible, exporta el 95% de su producción, principalmente a Europa, ¿cómo le ha afectado esta crisis mundial sanitaria?
El año pasado por estas fechas había mucho miedo, fueron momentos muy duros para dirigir una empresa, pero igualamos los resultados de 2019, cuando nuestra tendencia hubiese sido crecer algo más, pero nos sentimos muy satisfechos. Se está empezando a notar un poco la reactivación y, al ser una empresa exportadora, tenemos una ventaja muy importante, y es que no todos los países están igual.
Sí, pero el mundo se ha parado, nos movemos menos, restricciones, cierres perimetrales..., las ventas de automóviles van a la baja...
En general, el sector de automoción sí que se ha visto afectado. A la caída de un 20% en la de venta de coches hay que sumar los efectos bumerán, como la escasez de materias primas, acaparadas por China, y la consiguiente subida de los precios, que se han disparado.
La automoción es un puntal de la economía aragonesa y está claro que hay que avanzar en la transformación del sector...
Estamos inmersos en una importante transformación tecnológica, ligada a la electrificación y a la conectividad, y hay que tener muy presente que el 70% de los componentes actuales de la automoción no estarán en el coche eléctrico y que se van a introducir nuevas incógnitas en la ecuación, como Google, Microsoft...
En ese nuevo ecosistema de la movilidad, la marca Aragón aspira a liderar la electrificación en España, ¿podemos conseguirlo?
Harán falta importantes inversiones. Las empresas del Clúster de Automoción de Aragón estamos dispuestas a invertir más de 1.000 millones de euros para activar las palancas de la innovación, reindustrialización y digitalización del sector;y, en este sentido, tiene que primar la colaboración público-privada, no solo en Aragón, sino en Europa.
¿Está Aragón en el punto de mira de los grandes inversores?
Tenemos algunas fortalezas con respecto a otras zonas europeas, buena ubicación, estabilidad política, unos costes salariales aceptables, una universidad grande..., pero el inversor busca un entorno industrial claro y reconocible en el mundo, y en Aragón tenemos poca masa crítica, necesitamos generar un mayor tejido empresarial, que despierte el interés en las grandes consultoras internacionales. Nos ha venido muy bien ese conglomerado de pequeñas empresas, pero, al final, donde se toman las grandes decisiones es en Alemania, porque tiene macroempresas, y en EE. UU., porque tienen megaempresas;y lo mismo está pasando ahora en China.
Eso son palabras mayores... ¿qué necesitamos, dónde empieza el cambio?
Necesitamos un cambio de concepto;no hemos sabido fomentar la mentalidad del emprendedor americano. Emprendedor no es el que se monta un bar, sino el chaval que tiene una carrera, una idea, y que él solo –o porque alguien se la compra– se monta una empresa y tira hacia adelante;y si le sale bien, pues monta Google, y si le sale mal, siempre tiene una segunda oportunidad. Y es imprescindible despojar de la etiqueta de ‘explotadores’ a los empresarios. Si no lo hacemos, todos los chavales terminarán queriendo ser funcionarios.
