La historia de JCV empieza en los años 90, cuando la logística marítima para una empresa de interior era una auténtica odisea. Julián Calvo veía día a día la frustración en sus clientes, así que decidió especializarse en el transporte marítimo ofreciendo un acompañamiento persona a persona desde una pequeña oficina en el centro de Zaragoza.

Este enfoque de cercanía caló rápido entre las empresas aragonesas, lo que permitió a JCV ampliar sus servicios y expandir su mercado a Navarra y La Rioja. En los años sucesivos, las nuevas necesidades de las compañías exportadoras llevaron a JCV a apostar fuerte por un nuevo rumbo, asumiendo el rol de consultora en comercio exterior por vía marítima, triplicando su capacidad operativa en Plaza y abriendo sus oficinas en Barcelona, reforzando así su apuesta por el valor humano.

En los últimos años, la irrupción de las transitarias ‘online’, ha traído consigo la inmediatez de la información, pero también la deshumanización del tránsito marítimo. A este nuevo reto, JCV ha respondido lanzando su propia plataforma con información en tiempo real pero sin perder el valor del contacto directo con cada cliente.

"Pertenecemos a un sector en alza, como es la logística, ahora muy conocido, pero que, hace 25 años, no lo era tanto", explica Óscar Calvo, actual gerente de JCV Shipping. "Todavía menos conocida era la actividad de transitario –señala–. JCV fue el primero especializado 100% en transporte marítimo internacional de mercancías de Aragón y, entre nuestros objetivos, siempre ha estado el de dar a conocer las necesidades de las empresas de interior a los puertos más importantes de nuestro país y ayudarlas en sus negocios internacionales, con servicios adaptados a la fase en la que se encuentran". Sobre la contribución de JCV al desarrollo de la Comunidad, Calvo cuenta: "Participamos en la puesta en marcha de la TMZ y fuimos de las primeras empresas en desarrollar nuestra actividad en Plaza, allá por 2004, con un ‘depot’ de contenedores propio que ayudó a mejorar la infraestructura logística de Zaragoza y, en consecuencia, a abaratar los costes del transporte hasta puerto".

En cuanto a los pilares de su actividad, Calvo señala tres fundamentales: "La satisfacción del cliente, que está en el centro de todas nuestras decisiones; el interés por las personas que trabajan en JCV y en su desarrollo profesional; y la innovación, flexibilidad y adaptación a un sector muy complejo, competitivo, globalizado y en continuo cambio", concluye.

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