Promesas electorales

28.700 nuevos parados, recortes y más dinero para las comarcas

Los aragoneses confiaron en Rudi para que redujese la tasa de desempleo, pero después de dos años el número de parados no deja de crecer. En su haber, conseguir que Aragón cumpla con el objetivo de déficit.

Rudi, durante la campaña electoral
Rudi, durante la campaña electoral
CARLOS MONCíN

Ganar unas elecciones supone la rúbrica inmediata de un contrato no verbal con la ciudadanía, que te ha aupado al poder. El partido ganador, por vocación democrática, se compromete a cumplir el programa electoral que presentó y desglosó durante la campaña. Luisa Fernanda Rudi ha llegado, prácticamente, al ecuador de su mandato. Media legislatura, tiempo suficiente para echar la vista atrás y dar un primer repaso a las promesas que quedaron recogidas en el texto de campaña y que, por tanto, se deben llevar a cabo.


Administración


En todo programa electoral, independientemente de los colores que lo adornen, se encuentra un buen porcentaje de verborrea y solo un puñado de ideas concretas. El primer apartado del de Rudi recogía, bajo el título de 'Administración eficaz y ahorradora', algunas de ellas. El partido entonces aspirante abogaba por una "reducción de la estructura del Gobierno, con un número de consejerías menor de diez". El Ejecutivo aragonés cumple (tiene 9 consejeros) con esta cifra.


Otro de los puntos propuestos en este apartado es el "rediseño del modelo de la administración comarcal, disminuyendo su carga política". Lejos de reducirse, el presupuesto para este peldaño administrativo se ha visto incrementado en 20 millones, un 14% más respecto a 2012, motivado por el pacto de Gobierno con el PAR.


No es el único párrafo cuestionable a estas alturas de mandato. El equipo de campaña de Rudi buscaba obtener la confianza del pueblo aragonés "mediante la transparencia en el ejercicio de las funciones públicas". Pero hace un mes escaso la coalición PP-PAR trató de blindar las Cortes registrando una enmienda que planteaba prohibir el acceso de público a los plenos teóricamente más conflictivos.


Sí se han cumplido otras propuestas concretas. Los populares apostaban por una "revisión a fondo de la corporación de empresas públicas", plan que se está ejecutando a un ritmo muy lento, o por una "sensible supresión de puestos de libre designación", como los de las oficinas de Madrid y Bruselas, que se ha ido acometiendo a lo largo de los últimos meses. Sin embargo, mientras ha reducido algunos de estos puestos, también se han creado medio centenar para altos cargos.


Infraestructuras


Las apuestas a la hora de captar votantes siempre son arriesgadas. Sobre todo cuando se depende de un Gobierno central al que se puede presionar en su justa medida. En su texto electoral, el PP abogaba por "la ejecución de las inversiones pendientes" en la línea ferroviaria Zaragoza-Teruel-Valencia, la "irrenunciable" construcción de la Travesía Central del Pirineo y de la reapertura del Canfranc.


Sin salirse de las vías del tren, el equipo de Rudi asumió como suyo el compromiso de "potenciar los trenes regionales y una ambiciosa red de cercanías para el entorno amplio de Zaragoza". El último movimiento del ministerio de Fomento avisa de todo lo contrario, a pesar de que el Ejecutivo autonómico insista en que no se acabará con la red de media distancia.


En clave de carreteras, el texto califica como "prioritarios" los desdoblamientos de las dos vías con mayor índice de siniestralidad: la N-II entre Pina de Ebro y fraga y la N-232, tanto en dirección a Navarra como hacia el Mediterráneo. Los pasos dados hasta ahora son demasiado tímidos, amén de criticados por los usuarios y las estadísticas de accidentes no dejan de crecer.


En cuanto al aeropuerto de Zaragoza, la apuesta popular constaba de dos vertientes: convertirlo en una superficie puntera en el transporte de mercancías y aumentar el número de vuelos de bajo coste. Este último punto parecía cumplido con la llegada de Volotea, que al final ha decidido usar la terminal zaragozana 'por temporadas'. Del mismo modo, Ryanair ha retirado parte de sus vuelos semanales y el aeropuerto acumula 15 meses consecutivos de descenso del número de pasajeros.


Economía y empleo


La economía era, sin duda, una de las patatas calientes de la última campaña electoral. El PP, tanto a nivel nacional como en las diferentes autonomías, apostó por la palabra austeridad desde un principio. Sin concretar en exceso, en el documento se anuncian como básicos los términos estabilidad, déficit y techo de gasto. Aragón es una de las pocas comunidades que, dos años después, cumple con los objetivos de déficit marcados por Hacienda.


A lo largo de las primeras páginas del documento se esgrimen aquellas áreas básicas que se querían abordar una vez conquistado el Pignatelli. Ya desde este punto de partida se advierte de la imperante necesidad de crear empleo, el principal motivo que posibilitó el vuelco electoral en toda España: "En Aragón hay casi 100.000 parados. Padecemos una tasa de paro que es más del doble que la de hace diez años", denunciaban los populares en un momento en que la EPA marcaba un total de 115.500 desempleados en la Comunidad. Dos años después, y lejos de caer, la cifra ha crecido hasta los 144.200.


Educación


Uno de los ámbitos que más protestas ha generado en la Comunidad en los últimos dos años es el de la educación. En este campo, el actual Gobierno se marcó como objetivo "terminar cuanto antes con la saturación de muchos centros educativos", mientras 61 colegios de Zaragoza han tenido más solicitudes que plazas y, a falta de que Educación comunique si se abrirán nuevas vías, alrededor de 700 niños no tendrían plaza en el centro elegido como primera opción.


Otro de los puntos aseguraba la apuesta por "impulsar un plan educativo para el medio rural, destinado a mejorar las instalaciones, la oferta educativa y los medios humanos y materiales (...) en las zonas rurales". Pero la realidad es bien diferente, pues este curso han cerrado sus puertas cinco de ellas: Libros, Palomar de Arroyo, Loscos, Sodeto y Castigaleu y varios pueblos están en pie de guerra ante la posibilidad de perder la ESO.


En el apartado de Formación Profesional, los populares considerban necesario "prestigiar y reorientar en profundidad" esta opción educativa, si bien en ningún párrafo se especificaba que en esta legislatura se acabaría cobrando por cursar una FP de grado superior, como así se hará a partir de septiembre.


En el haber de la consejera del ramo, Dolores Serrat, está el haber ampliado a más centros el modelo de bilingüismo. Modelo que tampoco se ha librado de las críticas.


Sanidad y Servicios Sociales


El PP se marcó como objetivo alcanzar una Sanidad de calidad. "Un servicio público fundamental en un país desarrollado", apuntaban en plena campaña. Después de dos años de gestión, la consejería de Sanidad es una de las que más quejas organizadas recibe, ya sea por el crecimiento de las listas de espera, la saturación de los servicios de Urgencias o la centralización de laboratorios.


Los Servicios Sociales de la Comunidad, una de las prioridades del PP durante su carrera hacia el Pignatelli, se están viendo desbordados. El Ingreso Aragonés de Inserción, por ejemplo, está registrando amplios retrasos. También están en apuros los dependientes, tanto las prestaciones que reciben a nivel individual como las residencias que se encargan de su cuidado.


Cultura y Deporte


Es uno de los ámbitos en los que se ofrecen propuestas más concretas que, ante la realidad económica, han caído en el olvido: el Espacio Goya en la antigua Escuela de Artes, la reapertura del Teatro Fleta, el impulso al Centro Aragonés de Arte Dramático, la puesta en marcha del Centro de Documentación del Patrimonio...


El documento también habla de una "promoción de la lectura y la escritura", y de "impulsar la Biblioteca de Aragón como centro enciclopédico de la cultura en Aragón". Sin embargo, ya no es posible acceder los sábados a este centro de referencia y se ha comenzado a cobrar por el carnet de socio.