patrimonio
Cambio de usos o de culto, de iglesia a museo, taller o 'pub'
Guerras y desamortizaciones provocaron que algunos templos aragoneses perdieran su culto o cambiaran de creencia. Mezquitas, sinagogas e iglesias siguen en pie reinventadas en museos, bibliotecas o viviendas.
Si la cúpula de la basílica del Pilar conversara, podría recordar cómo le acarició Goya con el pincel y su maestría cuando la pintó. El umbral de la iglesia de San Pablo de Zaragoza sería un idóneo narrador de cómo salieron Santiago Ramón y Cajal y Silveria Fañanás convertidos en marido y mujer. Si el púlpito de la Magdalena articulara palabra no solo repetiría los sermones enunciados sobre él, sino que también podría relatar cómo fue su proceso de rehabilitación. De los confesionarios no diría ninguno nada porque los pecados que escuchan son total secreto. En definitiva, si los muros de las iglesias hablasen contarían obras y milagros. Lo de los milagros dado por su dimensión religiosa y las obras porque en algunas ocasiones parecen ciudades en verano. Ya sea para restaurarlas o para darles una nueva vida, es decir, cambiar su función. Lo que un día fueron templos sagrados en la actualidad se pueden descubrir como bibliotecas, salas multiusos e, incluso, viviendas particulares.
Tampoco resulta inusual entrar en un museo, alzar la mirada y descubrir pechinas, arcos o bóvedas que recuerdan a lugares sagrados, donde la misma atención merece lo que se expone como el edificio que las guarda. La arquitectura y ornamentación conservadas delatan sin ningún tapujo que fueron iglesias por mucho que se haya visto modificado su uso o estén desacralizadas. En otras ocasiones poco queda en su interior, solo el exterior, con la portada o la torre, es testimonio de su sacro pasado.
En Aragón, la Guerra de la Independencia o la Civil, entre otras, o el cambio de titularidad han desencadenado que algunos de estos templos quedasen en el abandono y posteriormente perdieran su culto. No obstante, más de uno vive nuevas etapas, dispares usos que mantienen la vida en su interior, ya sean convertidos en taller de reparación de coches o destinados para el ocio.
Ocio como el que vivió la iglesia de Santa Ana de Morillo de Tou, una localidad que se ubica a 3 kilómetros de Aínsa y que Comisiones Obreras convirtió en un centro vacacional. La partida de sus vecinos por la construcción del pantano de Mediano y la desacralización del templo la convirtieron posteriormente en una discoteca o 'pub', en una sala de conciertos de jazz y en un centro social. Un polivalente lugar, tanto que en 2006 se inauguró el Museo de la Alfarería. Ese destino, ser museo, es una de las segundas vidas que más viven las iglesias desacralizadas.
También es el caso de la antigua iglesia de la Asunción de Quinto, el 'Piquete', una construcción del siglo XV atribuida a Mahoma Ramí. Su ubicación, en un alto, le otorgó el cometido de ser punto de observación, defensa y refugio en la contienda de 1936. El mal estado en el que quedó tras el fin de la guerra hizo que con el tiempo fuera desacralizada y se le dieran nuevos usos. "Principalmente fue ocupada como almacén de grano en los años 70", se detalla en el portal del Ayuntamiento de la localidad zaragozana. En la actualidad acoge la colección del Museo de las Momias de Quinto.
A la lista, y con similar pasado, se suma la iglesia del antiguo convento de San Lorenzo de La Almunia de Doña Godina, donde se descubre el Museo del Juego y el Deporte Tradicional 'El Fuerte'. Además, este conjunto es la sede de la Asociación Europea de Juegos y Deportes Tradicionales (Aejdt). A pesar de la relación con los juegos, el nombre no se lo otorga Comansi, sino su función durante la Guerra de la Independencia, ya que fue utilizado como bastión militar. Pasado litúrgico esconde también la Biblioteca Municipal de La Almunia; el edificio corresponde a la antigua iglesia de San Juan, vinculada al palacio y construida a comienzos del siglo XVIII. Una reforma la convirtió en un local de dos pisos, exponen desde el Consistorio.
Como tantas otras, en la década de los 80 se desacralizó también la que fuera iglesia de San Atilano de Tarazona. "Se trata de un edificio construido en sillería, ladrillo y mampostería compuesto por tres naves, la central más ancha que las laterales, separadas por pilares cruciformes", explica la Fundación Tarazona Monumental. El escudo de armas de Tarazona se muestra en su fachada, "soportado por dos angelotes", añade la entidad turiasonense. Ahora es un espacio expositivo, una sala polivalente que acoge muestras temporales de cualquier manifestación artística.
Musealizado está también el templo del antiguo convento de Santo Domingo de Alcañiz, a la entrada de la ciudad por Zaragoza. No obstante, el pasado de esta iglesia turolense es un tanto más azaroso que el de los anteriores ejemplos. El edificio, víctima del expolio y la destrucción del combate contra los franceses, terminó cambiando de manos. "Talleres Aragón. Neumáticos", se podía leer en una de las fachadas de la torre. Así es, fue taller mecánico para reparación de coches durante unos años. Aunque también hay quien recuerda que desempeñó la labor de estación de autobuses o su pasado como almacén. Este enclave era el lugar predilecto de Fray Vicente Ferrer, confesor personal del Papa Luna, Benedicto XIII.
La tendencia de los museos es amplia y continúa en Castanesa, con la antigua iglesia de San Martín. Bajo la torre empedrada se emplaza el Museo Etnográfico, un centro donde se enseña cómo era el modo de vida de las gentes de los valles cercanos. Desacralizada también se encuentra la iglesia de la Magdalena de Cofita, el Obispado de Barbastro–Monzón la cedió por 40 años a la Comarca del Cinca Medio. Destaca su característico ábside y las pinturas murales, una decoración que podría ser uno de los escasos exponentes de arte pictórico templario del continente europeo.
Sin salir de la provincia oscense se localiza la antigua iglesia de Santiago, en Alerre. En un área desacralizada del antiguo palacio del conde de Bornos, en la torre–campanario, se hace un homenaje a la moda con el Museo del Traje y el Calzado, unas 3.000 piezas de exposición. La Compañía de Graus, actual Espacio Pirineos, o la antigua iglesia de San Lorenzo, en Ibort, son más ejemplos de templos desacralizados en Aragón. Esta última, barroca, consta de una nave separada por arcos fajones, se ha destinado para "usos muy diversos de carácter civil", describe el Sistema de Información del Patrimonio Cultural Aragonés (Sipca) del Gobierno de Aragón. El mismo organismo también incluye la capilla de San Pedro Arbués de Sallent de Gállego, desacralizada a mediados del siglo XIX y que a lo largo del tiempo ha desempeñado diversas funciones particulares, lo que ha variado su fisionomía. "Se encuentra convertida en vivienda particular", detalla el Sipca.
La Sala de la Corona del Edificio Pignatelli, actual sede del Gobierno de Aragón, también ostenta en su currículo un pasado litúrgico: era la iglesia del Hogar Pignatelli. Su aspecto exterior no lo esconde, pero tampoco el interior, donde bajo su cúpula se organizan en la actualidad solemnes actos como la toma de posesión del Gobierno.
Cambio de creencia
Hace unas semanas se informó de que la antigua catedral de Santa Sofía de Estambul, hasta ahora museo, se había convertido en mezquita. Al calor de esta conversión han nacido multitud de opiniones. A lo largo de la historia en Aragón algunos templos han cambiado su confesionalidad también o se han erigido en los solares de las antiguas mezquitas. Una muestra es la Seo de Zaragoza, la anterior mezquita mayor de Saracusta. En las obras de rehabilitación que se acometieron a finales del siglo pasado se hallaron vestigios del minarete. Algunos historiadores han sostenido que esta edificación podría ser una de las construcciones islámicas más antiguas de al-Andalus.
Pajar fue durante un tiempo la mezquita de Tórtoles, pedanía de Tarazona. Esta edificación se considera única ya que se trata de uno de los pocos ejemplos de mezquita rural que se conservan en Aragón, junto a la de Calatorao. Después de la conversión forzosa de 1526, la mezquita de Tórtoles fue consagrada como iglesia. En la década de los 80 el Centro Recreativo Cultural Nuestra Señora de la Huerta del Barrio de Tórtoles cedió el edificio a la Asociación de Vecinos Aveto, donada posteriormente al Ayuntamiento.
Una etapa cristiana, bajo la advocación de San Antonio Abad, vivió también la antigua sinagoga de Híjar tras la expulsión de los judíos. Este edificio que, según el área de turismo del pueblo, data del siglo XV, está situado en la plaza de San Antón de la localidad y se define como uno de los mejores de su tipo en toda España.
Los muros no hablan literalmente, sin embargo, las diferentes investigaciones acometidas en las últimas décadas han desvelado que en los templos no siempre se rezó de la misma forma ni se utilizaron para lo mismo. Si hablaran, algunos tendrían capazo para rato, ya fuera en latín, árabe o en hebreo.
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