coronavirus

Reacciones de la hostelería, el comercio y otros sectores al plan de desescalada del Gobierno

Agentes sociales, representantes del mundo de la agricultura, de asociaciones de comerciantes y hosteleros hacen balance del plan propuesto este martes por Pedro Sánchez.

El paseo del Óvalo, una de las principales zonas de restauración de Teruel.
El paseo del Óvalo, una de las principales zonas de restauración de Teruel.
Heraldo.es

Los hosteleros piden "cautela" y ven "un suicidio" retomar la actividad sin medidas "de impacto". Desde el sector agrario hubieran preferido que en la desescalada hubieran tenido protagonismo las comarcas despobladas. Por otro lado, Cepyme y UGT admiten lo complicado de aplicar medidas en negocios tan distintos y piden agilidad para seguir adelante. Y la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios pide más libertad y más test a los ciudadanos.

Hostelería. Aperturas "limitadas" ante la "nula" rentabilidad

Las fuertes restricciones del plan de desescalada del Gobierno central harán que las primeras aperturas sean "muy limitadas" en los restaurantes de la Comunidad. Luis Vaquer, presidente de la Confederación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Aragón, cree que recortar la actividad a un tercio en las terrazas (fase 1) y el interior de los establecimientos (fase 2), obligará a la mayoría de los hosteleros a reflexionar y analizar si verdaderamente merece la pena levantar la persiana en estas circunstancias.

La prioridad, aseguró Vaquer, es que el Gobierno central prolongue los ERTE por fuerza mayor más allá del estado de alarma. Solo así el sector podrá afrontar la desescalada con unas mínimas garantías. Esto hace que, por ahora, prime la cautela. "Hay todavía muchas incertidumbres legislativas. Hay que ver primero qué dice exactamente el Boletín Oficial del Estado", afirmó. Otro aspecto a tener en cuenta, apuntó Vaquer, es que se desconoce cuándo entrará cada provincia en cada fase, de ahí que sea prácticamente imposible hacer previsiones.

Lo que está claro, añadió, es que abrir a un tercio de la capacidad será "abrir a pérdidas", con unos planteamientos "claramente deficitarios", y que sin la prolongación de los expedientes de regulación, retomar la actividad "podría ser directamente un suicidio".

En esta línea, el gerente de la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza, Luis Femia, criticó el plan de desescalada por ser "muy poco realista" para estos negocios. Como Vaquer, cree que la extensión de los ERTE es "fundamental" para garantizar la viabilidad de los establecimientos.

"A ningún negocio le puede resultar rentable pagar el alquiler, a sus proveedores y al personal para tener abiertas cuatro mesas", dijo. No entiende, asimismo, que desde el Gobierno central se lancen "mensajes confusos y contradictorios",

ya que hace apenas una semana y media se dijo que la hostelería no se reactivaría hasta diciembre. El sector, subrayó, necesita ya medidas que "amortigüen el impacto" tras un inicio de año marcado por los tímidos números de enero y febrero.

Limitar el aforo, apuntó Femia, condicionará la capacidad de los empresarios para mantener el empleo. Habrá incluso negocios que no vuelvan a abrir. "Ya en la segunda semana del confinamiento preguntamos a los socios cuáles eran sus planes y más de un 10% dijo que o no reanudaría la actividad o estaba valorándolo como opción más factible", manifestó.

Una tienda del centro de Zaragoza con un cartel de "Se traspasa".
Una tienda del centro de Zaragoza con un cartel de "Se traspasa".
Oliver Duch

Comercio. Un calendario "correcto" que plantea dificultades

El calendario de desescalada del Gobierno de coalición es «correcto», pero debe dar más libertades en según qué aspectos. Es una de las conclusiones del presidente de la Federación de Empresarios del Comercio y Servicios de Zaragoza (ECOS), José Antonio Pueyo, quien ve "una buena noticia" que ya haya una hoja de ruta. Cree, no obstante, que la rentabilidad de los locales comerciales se verá reducida "por las dificultades a la hora de fijar cita previa y limitar el aforo". "Veo correcto que haya horarios exclusivos para las personas mayores, pero para el resto se debería dar libertad, que solo existiesen las restricciones de aforo", señaló.

Se refirió, en concreto, a la apertura con cita previa que contempla la Fase 0. Apartir de la Fase 1, que se iniciaría previsiblemente el 11 de mayo, el pequeño comercio podría operar "en condiciones de seguridad". No ocurrirá así con las grandes superficies comerciales, donde "son más probables las aglomeraciones", de ahí que se descarte la reapertura a corto plazo de Puerto Venecia, Plaza o Grancasa. Será ya en la Fase 3 cuando se autorice un aforo del 50% con la obligatoriedad de que haya una distancia mínima de al menos dos metros entre las personas.

Este calendario aproximado es mejor, según Pueyo, que la ausencia de fechas existente hasta el momento. La principal duda ahora es cómo responderán los clientes a la nueva normalidad, ya que en estos momentos "ya existen necesidades de abastecimiento". En su opinión, el consumidor "volverá a sus hábitos de compras una vez superados los primeros días de aprovisionamiento". Quedan, en todo caso, muchas preguntas por aclarar, ya que por el momento no se sabe si los dependientes tendrán que llevar guantes y mascarilla o si incluso habrá que instalar pantallas de metacrilato en los locales.

La sensación, tras mes y medio de confinamiento, es que el comercio reabrirá "con una situación anímica y financiera cambiada". Para Pueyo, una de las cuestiones no comerciales clave de cara a las próximas semanas es la realización de test. "Deberían hacerse pruebas para saber si un ciudadano está o no infectado y, en función del resultado, abrir la puerta a quienes estén sanos", dijo. Al igual que el presidente de Aragón, Javier Lambán, el presidente de ECOS defendió empezar por las pequeñas localidades del medio rural, una opción que no aparece contemplada en los planes del Ejecutivo central.

Un agricultor en un campo de Aranjuez del Instituto Madrileño de Inve.
Un agricultor en un campo de Aranjuez del Instituto Madrileño de Inve.
EP

Agricultura. Fases que olvidan la realidad del mundo rural

Con mucha cautela y prudencia se pronunciaron los secretarios generales de UAGA y Asaja, las dos organizaciones agrarias mayoritarias en Aragón. Reconocieron que el trabajo en el campo, una actividad esencial que no ha parado en los más de 40 días que la población lleva viviendo confinada, no les había permitido atender con detalle la desescalada prevista por el Gobierno y presentada en rueda prensa por Pedro Sánchez. Pero tanto el máximo responsable de UAGA, José María Alcubierre, como el representante de Asaja en Aragón, Ángel Samper, coincidieron en que hubieran preferido que las medidas tuvieran más en cuenta el mundo rural.

Antes de valorar las medidas, Alcubierre quiso dejar claro que reconoce que diseñar cómo tiene tiene que ser la vuelta a la "nueva normalidad" tras lo sucedido con la expansión del coronavirus "tiene que ser muy complicado porque nadie sabe cómo van a responder las decisiones tomadas". Pero reconoció que las fases planteadas por Sánchez y la decisión de que la desescalada se realice por provincias pone de manifiesto que "de nuevo se legisla de una manera muy distante a lo rural".

Un argumento que también compartió el secretario general de Asaja en Aragón, que reconoció que la organización agraria hubiera preferido que el sistema para ir saliendo del confinamiento hubiera estado en manos de las comunidades autónomas, que son las que conocen los territorios, su situación y los distintos niveles de riesgo que existen en las comarcas, muchas de ellas afectadas por el grave problema de la despoblación. En opinión de Samper, en el medio rural no existen aglomeraciones y las medidas de seguridad son más fáciles de aplicar, por lo que los pueblos tenían que haber liderado esa desescalada.

El representante de Asaja destacó que dado que el sector agrario, como esencial que es, ha mantenido la actividad, "no hay muchas actividades que hayan estado restringidas". Insistió, eso sí, en que para continuar realizando las labores necesarias para alimentar a la población sería imprescindible que los productores y los industriales dispusieran de test que garanticen la salud de los trabajadores, especialmente en el sector de la fruta, que ya ha iniciado la recolección.

Reunión virtual mantenida por los empresarios.
Reunión virtual mantenida por los empresarios.
Heraldo

Agentes sociales. Prudencia y una gran expectación

Si siguen paradas, las empresas no harán más que generar pérdidas y eso puede obligarles a cerrar definitivamente. Por ello hay que adoptar las medidas necesarias para que puedan recuperar su actividad cuanto antes, siendo conscientes de que algunas necesitarán más apoyos para seguir en la brecha. Ante ese escenario, la patronal de la pequeña y mediana empresa en Aragón (Cepyme) y el sindicato UGT ven con expectación las medidas anunciadas este martes por Pedro Sánchez, pero esperan a conocer al detalle los textos definitivos para sopesar mejor sus pros y sus contras. La precaución y la prudencia, por tanto, marcan de momento su visión sobre el proceso de desescalada del que informó el presidente del Gobierno.

"No hay una norma que valga para todas las pymes por igual, una cosa es poner todo en un papel y otra es la realidad", apuntó Aurelio López de Hita, presidente de Cepyme Aragón. "Mala cosa es anunciar medidas sin especificar nada", dijo en tono crítico antes de recalcar que las grandes empresas tienen más recursos y capacidad financiera para superar esto, pero las pequeñas no. "Estas, si se hunden, no se levantan", afirmó, y a continuación pidió que la puesta en marcha de las fases anunciadas ayer debe ir acompañada de otras acciones que permitan mantener los negocios abiertos, como apoyos al empleo y exenciones fiscales. Al hilo de esto, lamentó que no se consulte a los afectados antes de dictar nuevas actuaciones.

Daniel Alastuey, secretario general de UGT Aragón, defendió también la continuidad de las empresas, para lo que valoró la adopción de medidas como las anunciada ayer como punto de partida para negociar con las empresas las mejoras en seguridad y salud laboral para volver a abrir con garantías. "Tenemos un horizonte y un cambio trazado", indicó en tono optimista al hablar de la rueda de prensa de Pedro Sánchez, pero quiso ser cauto hasta conocer la letra pequeña.

"Hay muchas variables que hay que tener en cuenta, no es lo mismo un restaurante o un bar de un tamaño u otro, y veo bien que abran antes tiendas pequeñas que grandes superficies por el flujo de gente que va", indicó Alastuey. "Es bueno que se negocie esto con las comunidades autónomas", dijo también.

El líder de UGTen Aragón consideró, en todo caso, muy positivo que se den pasos hacia la normalidad para que la gente "recupere la confianza", ya que así "se recuperará la economía".

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