con mucho gusto

Cena de estrellas Michelin en la Sala de la Corona de Zaragoza

Los alimentos de Aragón fueron los protagonistas del cóctel que prepararon distinguidos chefs y pasteleros.

Los chefs de estrella Michelin que participaron y colaboradores tras el servicio.
Los chefs de estrella Michelin que participaron y colaboradores tras el servicio.
Fabián Simón

Meticulosos, concentrados, hablando más con la mirada que con la boca y colaborativos. "¡Vamos Cristian!, cuéntanos cómo va esto", preguntó con energía María José Meda, de El Batán, mientras Cristian Palacio, de Gente Rara de Zaragoza, ponía en unos cuencos unas ramitas de tomillo. En cuestión de minutos, una docena de manos preparó con garbo y elegancia varias bandejas de liebre con chocolate.

De esta forma, la mayoría de los chefs de estrella Michelin de Aragón cautivaron a los asistentes a la fiesta de los Alimentos Nobles que se celebró en la Sala de la Corona del edificio Pignatelli de la capital aragonesa este jueves 21 de diciembre. Los protagonistas fueron la Cebolla de Fuentes, los diferentes aceites de oliva, el Jamón de Teruel, el Ternasco de Aragón, el Melocotón de Calanda y muchos más productos. Y en las copas, vinos de las denominaciones de origen y e indicaciones geográficas.

"No tenemos nada que envidiar a los productos de otras comunidades autónomas y, en algunos casos, son los mejores del mundo", celebró Jorge Azcón, presidente de Aragón. Azcón recordó que la industria alimentaria supone 7.000 millones de euros cada año, 19.000 puestos de trabajo y 2.750 millones de euros en exportaciones. "El presupuesto se va a incrementar hasta 2,5 millones para hacer más de un centenar de acciones de promoción de nuestros alimentos", añadió el presidente junto a Ángel Samper, consejero Consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación.

Mientras tanto, en una de las dependencias aledañas se levantó una cocina, donde la mezcla de aromas conquistó a cualquiera y el organizado trabajo de los chefs encandilaba. Pastel ruso de foie, lascas de trufa negra con aceite de oliva, piedras con un corazón de queso... y un largo etcétera de bocados demostraron la maestría de estos chefs y la nobleza de los alimentos que se consiguen en Aragón.

Se anudaron el delantal Carmelo Bosque, de Lillas Pastia, que vino desde Huesca, al igual que Arantxa Sáinz, de Tatau. Desde la provincia oscense también estuvieron Josetxo Souto y Ramón Aso, de El Callizo de Aínsa, y Ana Acín y Eduardo Casanova, del recientemente galordonado Canfranc Express. No faltó la única estrella Michelin de la provincia de Teruel, María José Meda, de El Batán de Tramacastilla. Cristian Palacio, de Gente Rara, y Marisa Barberán, de La Prensa, representaron a la capital aragonesa. La parte más dulce corrió a cargo de Raúl Bernal, de Lapaca de Huesca, que agasajó con el mejor bombón de España. También tuvieron la complicidad de colaboradores como Anabel Costas, de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Huesca, y el servicio del cáterin de La Bastilla.

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