Nutrición 

El alimento probiótico más saludable para las mujeres: rico en vitamina B12 y común en las neveras aragonesas

Rico en calcio y proteínas, esta variedad de queso tan popular en España es una aliada de la salud femenina intestinal, vaginal o inmunológica.  

Los nutrientes que aporta este alimento son claves para la salud femenina.
Los nutrientes que aporta este alimento son claves para la salud femenina.
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La alimentación saludable no solo consiste en incluir en nuestra dieta aquellos alimentos que aportan nutrientes y beneficios para nuestro organismo. La concienciación sobre este tipo de nutrición ha provocado que, en España, se popularicen ciertas comidas como los alimentos probióticos, que se diferencian de los también populares prebióticos por sus microorganismos vivos que ayudan a reequilibrar la flora bacteriana. Claro que, dentro de este grupo, la elección de unos u otros puede suponer aún más beneficios. Y, en el caso de las mujeres, el queso curado es el alimento perfecto para fortalecer su salud y, además, en Aragón hay muchas buenas referencias para disfrutarlo, desde las variedades de Flor del Aspe hasta el de Tronchón.

Este probiótico, además de ser sabroso, es muy versátil en la cocina, puesto que podemos incluirlo en todas las comidas del día e, incluso, en cualquier aperitivo. Su alto contenido en calcio, uno de los nutrientes esenciales para la salud femenina, contribuye a fortalecer los huesos durante la menopausia. Pero no es el único beneficio que tiene la ingesta de queso curado, ya que también facilita la digestión e, incluso, contribuye a mantener el equilibrio del pH vaginal.

Probióticos: así influyen en la salud femenina

Los probióticos son bacterias vivas o levaduras que en muchos casos, y a través de la alimentación, mejoran la diversidad y salud intestinal, ayudando a que el aparato digestivo humano cumpla con efectividad sus funciones. Un consumo moderado con efectos positivos con el que se busca un equilibrio de la microbiota de la flora natural que asegure una barrera fuerte contra los trastornos gastrointestinales.

Además de los beneficios que tienen, de forma general, para el ser humano, está comprobado que la ingesta de probióticos influye en la salud de las mujeres, ayudando, por ejemplo, a reducir la pérdida de la masa ósea. Pero no es la única bondad de estos alimentos: también ayuda a mejorar la salud vaginal, manteniendo el pH y previniendo el crecimiento excesivo de algunas bacterias dañinas. Así, se puede reducir el riesgo de padecer infecciones comunes como la candidiasis o la vaginosis bacteriana.

Los alimentos ricos en probióticos también ayudan a prevenir infecciones urinarias, como la cistitis, muy comunes en mujeres, sobre todo después del verano tras el uso continuado de bañadores. Eso sí, su consumo no es un tratamiento una vez aparecen, sino un remedio para disminuir el riesgo de padecerlas.

Cabe destacar que los probióticos, de forma general, tanto en mujeres como en hombres, ayudan a reforzar el sistema inmunológico, pues está comprobado que una microbiota equilibrada tiene un impacto positivo en las respuestas que ofrece la barrera natural del cuerpo. Y el consumo de alimentos que los contengan también está relacionado con la reducción del estrés y la ansiedad.

El probiótico más beneficioso para las mujeres

Es bastante común encontrar queso curado en muchos hogares españoles, por lo que el acceso a esta fuente de nutrientes es habitual. Por ello, se trata de uno de los probióticos más populares que muchos incluso tienen en la nevera sin saber que se trata de un superalimento beneficioso, sobre todo, para las mujeres. Entre las bondades para ingerirlo encontramos su capacidad para facilitar la digestión y para promover la absorción de nutrientes gracias a que influye directamente en la microbiota intestinal.

Su alto contenido en calcio es otro de los motivos más relevantes para incluirlo en nuestra alimentación, ya que este mineral afecta a la salud ósea, que se ve especialmente alterada en la menopausia cuando las mujeres tienen un mayor riesgo de sufrir osteoporosis, una enfermedad silenciosa de carácter femenino, puesto que afecta al 50% de las mujeres y al 25% de los hombres mayores de 50 años.

Otras de las ventajas de su ingesta las encontramos en su aporte de proteínas de calidad para reparar los tejidos, músculos incluidos, y su aporte de vitaminas esenciales para el correcto mantenimiento del organismo. Los probióticos presentes en el queso curado también son beneficiosos para el sistema digestivo, al ayudar a mejorar este proceso y la absorción de nutrientes que se produce durante el mismo.

Los beneficios ya citados son los más comunes de consumir queso curado. Sin embargo, en ciertas cepas probióticas del alimento también se ha observado otra acción muy interesante para las mujeres: el mantenimiento del pH vaginal, lo que evita el riesgo de infecciones vaginales. Claro que, a pesar de todas estas bondades, el consumo de este alimento debe realizarse con moderación, para evitar que el alto contenido en calorías y grasas saturadas sea contraproducente para el organismo.

¿Se puede comer queso curado haciendo dieta?

El queso suele estar entre los alimentos restringidos de las dietas más prohibitivas, contando, rara vez, con propuestas frescas o bajas en grasa, como el Quark, Ricotta y Cottage. Sin embargo, también está comprobado que los menús más estrictos suelen ser los que mayor efecto rebote tienen, por lo que dejar de comer queso curado no va a ayudar a perder los kilos de más que se han ganado durante las vacaciones. De hecho, se puede disfrutar en el desayuno, comida o cenas siempre que se consuma con mesura y no superando los 25 gramos (aproximadamente, 113 kilocalorías) por ingesta para equilibrar las grasas a lo largo del día.

Una cantidad que puede resultar ridícula pero que puede ayudar a potenciar el consumo de otros alimentos más saludables y ricos en fibra, como verduras, hortalizas, legumbres o semillas, para asegurar la saciedad. De este modo, puede convertirse en un ingrediente que aporte sabor a recetas bajas en calorías al tiempo que añade ese porcentaje de grasa saludable que deberíamos comer al día para asegurar la salud del organismo.

¿La conclusión? No solo se puede, sino que también se debe consumir queso curado sin miedo a engordar. Aunque, como ocurre con la mayoría de los alimentos, hay que consumirlo de forma racionada y con sentido común, ya que los porcentajes grasos son mayores que los de otras variedades de consumo diario, como el queso fresco.

Cómo incluir queso curado en la alimentación

Incluir este alimento en nuestra alimentación es muy sencillo, puesto que puede consumirse en múltiples formatos, ya sea en porciones, como se ingieren la mayoría de quesos o como parte de una receta. En el primer caso, hay que consumirlo con moderación para evitar el exceso de grasas saturadas. En cuanto a las elaboraciones con las que es compatible, su gran sabor lo convierte en el complemento perfecto para ensaladas, platos de arroz y pasta, bocadillos, con tortillas o como guarnición.

Otra de sus combinaciones más sabrosas es la que se obtiene de mezclarlo con frutas secas, como higos o albaricoques, que podemos disfrutar tanto en bocadillos como en picoteos, o con frutos secos, otros de los acompañantes del queso más habituales. Por último, otra de las propuestas más destacadas es la de incluirlo en latos de verdura gratinados al horno, para aportarles una textura crujiente y más sabrosa a la que nadie puede resistirse.

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