GASTRONOMÍA 

Cinco recetas de mermeladas para saborear el verano durante todo el año

La temporada de estos alimentos termina con el fin del verano y las confituras son una elaboración muy socorrida, tanto para platos dulces como salados, con la que no desperdiciar ninguna pieza de fruta.  

MERMELADAS
Para desayunar, para merendar, con quesos... Las mermeladas tienen un sinfín de posibilidades.
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La vuelta al cole, al trabajo y a la comida de táper son solo algunas de las experiencias que acompañan la llegada de septiembre. Aunque este mes toque dar la bienvenida a las clases y al otoño, también habrá momento para las despedidas. Toca decir adiós al melón, a la sandía y a otras frutas de temporada... o no. Las mermeladas son una elaboración sencilla y socorrida tanto para platos dulces como salados con la que disfrutar de los sabores de verano durante todo el año y, además, no desperdiciar ninguna pieza de estos alimentos. Solo hay que tener en cuenta que la medida de fruta es cuando ya está pelada y sin huesos, y la de azúcar, siempre será la mitad que la de fruta

Cinco recetas de mermeladas con frutas de verano 

Mermelada albaricoque

Mermelada de melocotón 

En Aragón podemos presumir de tener un melocotón con Denominación de Origen. Si queremos elaborar unos cinco tarros de mermelada de esta fruta, hay que emplear entre un kilo y un kilo y medio de melocotón pelado y cortado, 500 gramos de azúcar y 15 ml de zumo de limón. En una olla, ponemos la fruta y el azúcar y removemos. Después, se deja unos 10 minutos para que el azúcar se disuelva con la fruta. Será entonces cuando haya que añadir el zumo de limón y volver a remover. Llevar a ebullición, bajar la temperatura y cocer a fuego lento durante unos 40 minutos, mientras se remueve con suavidad. 

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Mermelada de higos

Mermelada de higos 

Tras prepara la decliciosa receta del bizcocho de higos, te han sobrado varias unidades de esta fruta, ya que compraste de más "por si acaso". Por ello, la mejor opción es elaborar una mermelada. Para dos botes, necesitas 500 gramos de higos, 150 ml de agua, 200 gramos de azúcar y zumo de limón. La elaboración comienza lavando los higos sin rabo y cortándolos en cuartos para ponerlos con agua en una olla. Se cuecen a fuego medio durante 15 minutos y se añade el azúcar y el zumo para que vuelva a cocer durante 15 minutos más. Eso sí, hay que remover de vez en cuando. Si se quiere una mermelada sin trozos, es recomendable ir chafando los higos durante la cocción para que quede una pasta homogénea. Esta elaboración es perfecta para acompañar tablas de queso y paté o carnes blancas. 

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Mermelada de moras

Mermelada de moras y manzana 

En Aragón, 'Mermelada de moras' es una canción de la Ronda de Boltaña y un cortometraje de Jorge Andolz. Pero, si además queremos que también sea parte de nuestra cocina, la manzana será su mejor aliada. Para elaborarla son necesarios 200 gramos de moras, 100 gramos de manzana, 150 de azúcar y el zumo de medio limón. Una vez que las moras están lavadas, secas y peladas, se colocan en un bol junto con la manzana en trozos, el azúcar y el zumo. Esta mezcla se deja macerar unas horas y se pone al fuego hasta que rompa a hervir. Entonces, hay que bajar la temperatura y remover constantemente hasta que adquiera consistencia de mermelada. 

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Mermelada de mango

Mermelada de mango 

Esta fruta tropical suele ser la protagonista de sorbetes y granizados durante el verano. El mango tonifica el corazón y lucha contra la anemia por lo que merece la pena disfrutarlo más allá del estío. Para realizar su compota, se necesitan 500 gramos de la fruta, 250 gramos de azúcar y el zumo de un limón. El peso del mango corresponde a la pulpa, sin piel ni huesos. Troceamos el mango y se introduce en una cazuela con el azúcar y el zumo. Se remueve la mezcla y se deja cocer a fuego medio 20 minutos, aunque hay que remover de vez en cuando. Para lograr una mejor textura, es recomendable pasarla por la batidora. 

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Mermelada sandía

Mermelada de sandía 

Es una de las frutas de verano por excelencia y con ella se elaboran gazpachos o granizados. Pero, para poder disfrutar de este sabor tan estival (y de sus propiedades) durante todo el año, lo mejor es elaborar una compota con las últimas piezas de la temporada. Para ello, se necesita un kilo de sandía (mejor sin pepitas), 750 gramos de azúcar y un poco de vainilla. Para elaborarla, basta con cortarla en dados (sin cáscara) y dejarla macerar durante 12 horas con azúcar removiendo de vez en cuando. Después, hay que cocinarla a fuego lento con la vainilla durante 45 minutos. Es ideal para acompañar yogures, tartas de queso, tostadas, tablas de queso o carnes a la plancha. 

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