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Jorge Andolz: “Mermelada de Moras es un proyecto que genera muchísimo amor”

El director de 'Mermelada de Moras', un corto inspirado en una canción de La Ronda, ha hecho realidad su "sueño" con el rodaje y posterior estreno de este proyecto de cine en el Teatro de las Esquinas de Zaragoza.

El actor y director zaragozano Jorge Andolz, en el Teatro de las Esquinas de Zaragoza, donde presentó este lunes 'Mermelada de Moras'.
El actor y director zaragozano Jorge Andolz, en el Teatro de las Esquinas de Zaragoza, donde presentó este lunes 'Mermelada de Moras'.
P. Berné

El director zaragozano Jorge Andolz ha hecho realidad un sueño que tenía desde niño llevando a la gran pantalla -y al Teatro de Las Esquinas de Zaragoza- un corto cinematográfico que se inspira en una canción de La Ronda de Boltaña. "'Mermelada de Moras' es el proyecto más ilusionante que he hecho, porque el 100% de mi corazón está aquí", confiesa este actor "todoterreno" -como él mismo se define- al hablar de un trabajo que ha contagiado de ilusión a buena parte de Aragón.

- ¿Cómo surgió la idea de llevar al cine esta canción?

- Somos cuatro amigos, enamorados de 'La Ronda de Boltaña', que tenemos acceso a medios de cine. Yo por aquel entonces estaba empezando a ser actor y, en concreto, esta canción nos ha gustado siempre mucho. Era algo que teníamos en mente, pero también uno de esos proyectos que uno cree que nunca va a llegar a cumplirse. Tuvimos un momento de crisis enorme con este rodaje; se dio por terminado, pero entonces apareció mi mejor amigo y jefe de producción, que es la persona más cansina del mundo (bromea), y estuvo ahí picando para que este corto -aun con todo mi desánimo- saliera adelante, y hoy lo tenemos aquí llenando el teatro. Han pasado 12 años desde que empezamos a imaginarlo...

- ¿Qué tiene de especial este corto y la historia de emigrantes que lo inspira?

- Me gusta la sensibilidad que tiene Manuel Domínguez, de La Ronda, para contarla. A mí en esta canción me suenan muchas frases que le he oído decir a mi abuela. Son pequeñas pinceladas que me resuenan por dentro porque están en mi educación, en mi cultura y en mis vivencias. Una cosa que quiero decirle a la gente es que hemos contado la historia de un pueblo del Pirineo, pero no la hemos rodado solo ahí. No hemos querido decir que es la historia de Jánovas o de Yesa... Hemos rodado el corto en las tres provincias de Aragón. Queremos que el 'pueblo' sea algo universal porque el problema que cuenta el corto no es solo de estas montañas.

- En su caso, ¿guarda algún vínculo especial con el Pirineo?

- Llevo desde que empezamos con esto subiendo con regularidad a la ronda en invierno, en Boltaña. Coincide con mi cumpleaños y para mí es el momento más especial del año. El Pirineo lo adoro, he estado mucho, me encanta respirarlo, vivirlo… No es un vínculo de sangre o de raíces sino de elección.

- ¿Y qué hay del elenco? ¿Se le ha escapado alguna lágrima durante el rodaje o a la hora del estreno?

- Siempre que hemos escuchado la canción hemos llorado. Luisa Gavasa, cuando le mandé el guión, me confesó que lo hizo esa misma mañana. La llamé sin conocerla casi. Habíamos coincidido en una película pero sin llegar a rodar juntos. Cuando le dije que como actriz tenía un caché, me respondió: "Esto es una historia de Aragón, para Aragón y rodada en mi tierra. Págame el billete a Zaragoza y no te preocupes de más". Mariano Anós fue de mis primeros profesores de interpretación, y de repente, eres tú el que está ahí dándole indicaciones. Impone mucho y emociona bastante. El primer o segundo día de rodaje, con la muerte de Luisa Gavasa, estábamos todos en el salón de una casa, se terminó la toma y el equipo estaba inquieto porque llevábamos un minuto parados y seguíamos grabando.... Estaba acongojado. No podía decir: '¡corten!'. 

- ¿Recupera frases de la canción de 'La Ronda' en el guión y el rodaje? 

- No hemos jugado con el texto pero sí con imágenes. Cuando dice aquello de 'mañanita de domingo como en casa del mayor' se puede ver esa escena. O la frase famosa de 'le escupiré al pantano y lo haré sin llorar'. Llegamos a rodar ese día con un viento horrible, y si lo hubiéramos grabado a contraviento, hubiese sido un final completamente distinto (risas).

- Usted que ha vivido hasta hace cuatro meses en Barcelona. ¿Le toca de cerca esta historia?

- Por supuesto que sí. Cuando tenia 26 años yo también emigré a Barcelona para ser actor y me fui a vivir a Poble Sec, que coincide que es el barrio que la canción nombra constantemente. Empecé a descubrir 'La Ronda' y oía eso del "entoldado de estrellas sobre la calle Rosal", y para mí era muy especial pasear por esas calles. Vivía en un piso antiguo, como el del abuelo y me parecía verlo.

- ¿Su figura enternece a todo el mundo?

- La figura del abuelo genera mucha empatía. Primero lo ves completamente contrario, haciendo de antagonista, y de repente -cuando la obra da el giro final- ves cómo se arrepiente y cómo sufre. Empatizas mucho con él.

- La canción podría ser también un alegato a la vida en el medio rural. A esos recuerdos bonitos. ¿Tuvo opción de participar en la 'Revuelta' del 31 de marzo?

-No pude ir a la reivindicación, pero te puedo contar que estuve ese día actuando en un pueblo de 64 habitantes que se llama Fuendetodos, haciendo teatralizaciones en la casa natal del Goya. Y en ese pueblo no hay día que no coma invitado por alguien en una casa o en un restaurante. Me parece el mejor homenaje que pude hacer ese día. Estar ahí con ellos.

- ¿Comparte sus reivindicaciones? ¿Su lucha contra la despoblación?

-Las comparto y las interiorizo porque esto puede pasar -y ha pasado- en Aragón, pero también en Extremadura, en Castilla La Mancha y en muchísimas otras regiones de España. Ya no solo el hecho de migrar porque te hacen un pantano, sino que tu pueblo se quede sin gente por motivos económicos. Al final, las raíces para mí son algo muy importante. De hecho, aunque mi situación personal ahora mismo es bastante extraña (vivo en la furgo muchos meses y voy donde hay trabajo), si pudiera, me gustaría vivir en un pueblo y respirar ese tipo de vida.

- ¿Hacen falta más medidas para no ser -como suele decirse- "ciudadanos de segunda"?

- De segunda lo somos en Zaragoza; de tercera, en Teruel; y en un pueblo lo son de cuarta o de quinta... Son muchas las carencias que tiene esta gente. Pese a todo, creo que lo que uno necesita para ser feliz es sentirse arropado y en este sentido hay pueblos que desde luego si vas al Sobrarbe lo vives: cómo la gente se apoya, se cuida, se quiere… Hay pueblos en los que se han creado redes humanas realmente maravillosas y que están funcionando muy bien.

- Han rodado en Teruel, en el Pirineo, a bordo del canfranero... ¿cómo ha sido esa experiencia?

- El maquinista estaba muy implicado con nosotros... Vivimos tan deprisa que subirse a bordo del canfranero durante seis horas para ver el paisaje ya es un lujo. El personaje podría haber cogido cualquier cercanías de allí, de Barcelona, pero está grabado en el canfranero. Estuvimos rodando también en la estación de Anzánigo, y fue muy bonito y muy arriesgado grabar la salida del tren de verdad.

- Después de llenar en su estreno el Teatro de las Esquinas, ¿a dónde más le gustaría llevar esta historia? 

- Queremos llevarlo a Huesca, estrenarlo en Calanda, que es un pueblo que nos ha apoyado mucho… La idea es hacer un estreno por provincia y uno en Barcelona. Estuve en la Casa de Aragón para preparar el estreno y la verdad que nos han ayudado muchísimo y están entusiasmados con el corto. Creo que habría que llevarlo a un cine de Barcelona.

- ¿Con qué se queda de este proyecto?

- 'Mermelada de moras' es un proyecto que genera muchísimo amor. No aspiramos a hacer un proyecto muy molón. Nosotros aspiramos a que a la gente le guste, le emocione, le haga viajar, le transporte en el tiempo y les haga felices.

Manuel Domínguez, de La Ronda de Boltaña, junto a su madre -quien inspiró en parte esta canción- y Jorge Andolz, director del corto 'Mermelada de Moras'.
Manuel Domínguez, de La Ronda de Boltaña, junto a su madre -quien inspiró en parte esta canción- y Jorge Andolz, director del corto 'Mermelada de Moras', durante el estreno en el Teatro de las Esquinas
P. Berné
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