gastronomía

Un menú para atraer a seguidores de la serie 'La Caza'

Tomate rosa, chiretas, setas, truchas, esturión, trufas y carne de caza, entre otros productos, dan para un gran banquete.

Las chiretas son impresdincibles en la gastronomía de las montañas de Ribagorza y Sobrarbe, y también en el Somontano.
Las chiretas son impresdincibles en la gastronomía de las montañas de Ribagorza y Sobrarbe, y también en el Somontano.
C. B.

La emisión de la serie 'La caza. Monteperdido' ha servido también para promocionar los encantos y atractivos turísticos del valle de Benasque, cuyas montañas y localidades han sido escenarios naturales para el desarrollo de la trama. Ello ha provocado que muchos seguidores de la serie se hayan acercado hasta esta zona del Alto Aragón para conocer de primera mano las localizaciones en donde se rodó la serie.

Hasta el punto de que en Benasque y su valle ya se piensa en preparar una ruta turística que permita explotar esta sana curiosidad de los seguidores de las andanzas de los personajes interpretados por Francis Lorenzo y Megan Montaner, entre otros intérpretes. 

Otro ingrediente de esta ruta podría ser preparar menús con platos típicos de la zona, elaborados bien a la manera tradicional o con algunos toques innovadores, en los bares y restaurantes que quieran unirse a la iniciativa.

A modo de muestra, hemos preparado un menú en base a platos y productos de las comarcas de Ribagorza, Sobrarbe y Somontano, cuyas costumbres y cocinas están muy relacionadas y que dan pie a conformar ricos banquetes a base de productos de proximidad muy ricos y saludables, dada la riqueza de los campos y montes de estas tres comarcas.

Chireta con garbanzos de Lierta, plato del restaurante El Origen, de Huesca.
Chireta con garbanzos de Lierta, plato del restaurante El Origen, de Huesca.
J. L. S.

Evidentemente, no puede faltar una preparación que apareció en uno de los capítulos de la serie, la chireta, aunque la forma de consumirla por parte de los protagonistas, en bocadillo, causó cierta polémica por ser del todo inédita en las costumbres de los pobladores de esas zonas. Aquí la podríamos emplear a modo de aperitivo, cortada en rodajas y frita, una vez rebozada, o bien como uno de los primeros platos, comiéndola recién cocida, sola o en compañía de unos ricos garbanzos de Lierta, como la preparan en el restaurante El Origen, de Huesca.

Apañijo de tomate rosa con virutas de jamón y helado de queso de cabra, del hotel San Ramón, de Barbastro.
Apañijo de tomate rosa con virutas de jamón y helado de queso de cabra, del hotel San Ramón, de Barbastro.
San Ramón.

Como entrante, podríamos echar mano de otro producto que ya tiene fama casi universal, el tomate rosa de Barbastro, que siempre se ha utilizado en la gastronomía montañesa hasta que no maduraban los de los huertos de cada pueblo. Aquí proponemos esta ensalada o 'apañijo', como se dice por allí, de tomate rosa con virutas de jamón, olivada de empeltre y helado de queso de cabra, como lo preparan en el restaurante del hotel San Ramón, de Barbastro.

Olla montañesa que preparan en el restaurante del hotel Ésera, en Santaliestra.
Olla montañesa que preparan en el restaurante del hotel Ésera, en Santaliestra.
J. L. S.

Acto seguido, no estaría mal entonar el cuerpo con una olla montañesa, que puede llevar todo tipo de legumbres y verduras, además de pasta y algún producto cárnico asociado, como la morcilla o la torteta de sangre de cerdo, mejor si es de latón de La Fueva. Esta de la fotografía la preparan de maravilla en el restaurante del hotel Ésera, en Santaliestra.

Crema de boletus, queso nube de Fonz y trufa, del restaurante El Pesebre, de Graus.
Crema de boletus, queso nube de Fonz y trufa, del restaurante El Pesebre, de Graus.
El Pesebre.

Otra opción para calentar el estómago en los meses de menos calor es la típica crema de boletus edulis, seta muy abundante en las montañas en las que transcurren los episodios de 'La caza', que en el restaurante El Pesebre, de Graus, la preparan con queso nube de Fonz y la enriquecen con un poco de trufa de la Ribagorza.

Esturión de El Grado a la pimienta, del restaurante El Nueve, en Barbastro.
Esturión de El Grado a la pimienta, del restaurante El Nueve, en Barbastro.
El Nueve.

Como opción de pescados, desde la piscifactoría de El Grado abastecen desde hace unos años a todas las pescaderías y establecimientos hosteleros de la zona y también de otras partes de la provincia y de la región, de ricas truchas y esturiones. Para aprovechar este último, bien podríamos optar por acompañarlo de una salsa a la pimienta rosa, como lo preparan en el restaurante El Nueve, en Barbastro.

Lomo de corzo en salsa de trufa con colmenillas rellenas de foie, del restaurante El Fogaril, de Benasque.
Lomo de corzo en salsa de trufa con colmenillas rellenas de foie, del restaurante El Fogaril, de Benasque.
El Fogaril.

En el apartado de carnes, las opciones son tan numerosas como suculentas, pues hay para todos los gustos. Aquí optamos por algo muy típico, la carne de caza a partir de la riqueza cinegética de los montes en los que tiene lugar la trama de la serie. En concreto por el corzo, una pieza muy abundante y que tiene muchas posibilidades en la cocina. En el restaurante El Fogaril, de Benasque, preparan este lomo de corzo en salsa de trufa con colmenillas rellenas de foie que está impresionante.

El candimus, postre típico del valle de Benasque. Este es del restaurante La Borda del Mastín, de Cerler.
El candimus, postre típico del valle de Benasque. Este es del restaurante La Borda del Mastín, de Cerler.
La Borda del Mastín.

Y para terminar este breve recorrido por la gastronomía del valle pirenaico, un postre imprescindible, el candimus, un flan muy particular que gusta a todo el que lo disfruta. Este de la fotografía lo preparan en el restaurante La Borda del Mastín, en Cerler, un establecimiento que está haciendo este y otros platos de la comarca muy bien. ¡Que aproveche!

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