Albarracín (Teruel)

Ya no es una desconocida para nadie en Aragón; sus calles empedradas, edificios originales como la famosa Julianeta, las murallas y el castillo, la catedral del Salvador, La Fundación Santa María y su gran actividad cultural, el paseo fluvial, una buena oferta de restauración y toda una comarca detrás del túnel que atraviesa el monte sobre el que se asienta el pueblo.

Sos del Rey Católico (Zaragoza)

La cuna de Fernando el Católico es una de las joyas de las Cinco Villas. Su conjunto patrimonial es magnífico, pero lo que más conquista es sin duda callejear y disfrutar de una auténtica inmersión en el mundo medieval. El Parador es uno de los pilares más apreciados de la Red Nacional de estos establecimientos, y la Torre del Homenaje es una visita obligadísima.

Ansó (Huesca)

Una de la joyas pirenaicas en Aragón. Aunque este año no se pueda celebrar su Día del Traje Típico Ansotano (último domingo de agosto) los vecinos exhibirán sus trajes y objetos cotidianos de la vida tradicional en sus balcones, en sus puertas, en sus rincones... Siempre es un placer recorrer su casco urbano y admirar lo cuidadas que tienen sus casas los ansotanos, además de visitar precisamente el Museo del Traje Ansotano. Alrededor hay un monte privilegiado para la excursión, y las bordas entre Ansó y Zuriza para probar las mejores migas.

Graus (Huesca)

La capital de la Ribagorza tiene bien ganada fama de templo de la longaniza, con casas de larga tradición como Melsa, Puchercós y Aventín. Su plaza Mayor es un escenario natural de grandes historias, y posee un espacio muy singular con el Museo de Iconos, situado en el espectacular Santuario de la Virgen de la Peña. El festival Nocte es el mayor atractivo en materia cultural.

Almonacid de la Cuba (Zaragoza)

Todo gira en torno a una presa en este pueblo del Campo de Belchite. La presa es romana, del siglo I, y desde el año pasado es más accesible para las visitas gracias a las pasarelas que atraviesan el espacio frontal. En junio se hace fiesta romana, en la que participa todo el pueblo. También tiene un paraje muy curioso en la Fintiruela, paseo de árboles latoneros al final del pueblo.

Torla (Huesca)

Una de las puertas naturales del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Torla es también famosa por sus restaurantes y tascas, las tiendas de recuerdos y la historia que cuentan las piedras de Casa Matietas o la Casa Vieja. En invierno, la atención local se centra en la fiesta del Carnaval, rescatada hace pocos años, aunque se siguió celebrando incluso durante la dictadura franquista.

Calmarza (Zaragoza)

Este pequeño pueblo de la comarca de Calatayud, lindante con Castilla, está justo después de Jaraba, su santuario en la roca y sus balnearios; durante muchos años estuvo casi incomunicado por carretera. Calmarza ofrece sus increíbles vistas, sobre todo en el llamado Mirador de los Buitres, al que se llega tras un corto paseo. También destaca la belleza de la Cascada del Pozo Redondo.

Alcalá de la Selva (Teruel)

En la comarca de Gúdar Javalambre están algunos de los municipios más elevados de Aragón. Alcalá integra también la localidad de Virgen de la Vega, que tiene desde hace un año la única pista de esquí sintética de Aragón, pensada para principiantes. Alcalá es un magnífico lugar para las caminatas montañeras; además, está muy cerca de la estación de Valdelinares.

Gallocanta (Zaragoza)

La laguna está en el límite de Zaragoza y Teruel, con pueblos de ambas provincias en su derredor. La avifauna es el gran reclamo para ornitólogos profesionales y aficionados que llegan de todo el mundo; en invierno están las grullas, pero el resto del año hay multitud de especies en sus aguas. El albergue Allucant es el refugio ideal para disfrutarla con calma; además, su cocina es excelente.

La Loteta

Es el gran templo del kitesurf en Aragón. Este embalse es compartido principalmente por Luceni, donde se ubica la mayoría de los aficionados, Boquiñeni y Gallur. Se imparten clases, para empezar a disfrutar no hacen falta muchas; se toma ventaja del cierzo que llega directo desde el Moncayo, muy cercano. Al caer la tarde, el espectáculo de las velas desplegadas desplazándose por el agua es una maravilla.