El pueblo bonito de Aragón que tiene la casa más sexy y fotografiada

Es una de las más fotografiadas de toda la comunidad, y atrae por su disposición, formas y sorprendente localización.

La Casa de la Julianeta de Albarracín.
La Casa de la Julianeta de Albarracín.
Antonio García/HERALDO

La casa aragonesa que analiza hoy HERALDO no es grande, pero su forma y disposición la hacen única. Está hecha de yeso y madera y es profundamente irregular, aunque sí tiene los elementos constructivos básicos de sus vecinas de calle. Y es que hay casas y casas, pero después está la Casa de la Julianeta, así llamada por una antigua propietaria. Está en Albarracín, justo en el corazón de su empinado casco histórico, construida sobre un ángulo agudo que forman la calle del Portal de Molina y la de Santiago.

La Casa de la Julianeta de Albarracín

Se afirma que es la casa más fotografiada del Aragón rural, aunque sea complicado obtener ese dato con seguridad. Lo que sí está claro es que se trata de la imagen más reconocible de Albarracín en cuanto a arquitectura popular. La Fundación Santa María acometió su reforma y rescate hace ya bastantes años, y se centró en mantener su disposición original, “siempre supeditada a la irregularidad de la casa, con pequeños espacios sobrepuestos, conectados a través de escalinatas de complejo desarrollo”. El hecho más curioso es que sus plantas bajas son más estrechas que las altas, por lo que al pasar da la impresión de que puede desmoronarse en cualquier momento, dada su inclinación.

La casa es segura. De hecho, no se ha perdido su naturaleza de hogar y hoy se emplea como taller de artistas, con dos espacios independientes que combinan el estudio con el taller, y que pueden unirse si es necesario. Allí se alojan creadores llamados por la Fundación para sus residencias artísticas. Actualmente es propiedad del Gobierno de Aragón, que la adquirió para preservarla como patrimonio cultural de la ciudad.

La casa no es solamente atractiva por fuera. El interior también es acogedor y tiene un punto misterioso por esa interconexión de escalinatas. Por desgracia para los turistas, la casa no se puede visitar por dentro, debido a que normalmente está ocupada como residencia. Eso sí, la parada para la foto es obligatoria, y pocos visitantes se resisten a hacerla. En 2014, por cierto, la Guía Repsol reconoció a la Julianeta como el rincón más bonito de Aragón. En estos ocho años posteriores y sin desmerecer los miles de rincones bonitos que exhibe la tierra aragonesa, seguro que muchos más han llegado a la misma conclusión. 

Interior de la Casa de la Julianeta de Albarracín.
Interior de la Casa de la Julianeta de Albarracín.
Fundación Santa María de Albarracín

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