aragón es extraordinario

Nieve verde esperanza en Alcalá de la Selva

La pista verde instalada por Ángel Tébar y gestionada por Inma Ferrer en el barrio de Virgen de la Vega es una solución de año entero para iniciarse en el deporte blanco.

Foto de Alcalá de la Selva
Inma Ferrer, gerente del Mesón de la Nieve, en la pista sintética de esquí en la pedanía de Virgen de la Vega de Alcalá de la Selva
Laura Uranga

Se puso el verano pasado en 10 días de trabajo, a 37 grados de temperatura, y se estrenó en noviembre... con nieve, la primera de esta temporada tan atípica y extrema, de altas y bajas notables en cuanto al blanco elemento. Es la primera pista de esquí sintética de España; una pequeña y coqueta ladera pensada para el aprendizaje en cualquier época del año... exceptuando, lógicamente, la temporada invernal, con la estación de Aramón-Valdelinares a 20 kilómetros. Ángel Tébar, el cerebro de la operación, lo explica. “En cuanto acabe la temporada invernal, aquí estaremos; los colegios son un mercado natural, porque además de la pista de esquí de 100 metros de largo, 16 de anchura y 15% de pendiente máxima, hay un ‘tubby’ para lanzarse en ‘donut’, y una cinta que te remonta hasta arriba. Se pagan 6 euros por el uso del remonte, sea para la pista o para el ‘tubby’, y puedes bajar todas las veces que quieras durante una hora. Naturalmente, sin exceder el aforo, más de 40 personas a la vez no caben”.

La instalación está a las afueras de la pedanía de Virgen de la Vega, que pertenece administrativamente a Alcalá de la Selva. Tiene lo principal, pero aún le faltan los detalles; sus gestores –la empresa Mesón de la Nieve, con 50 años de trayectoria en la zona– quiere poner música ambiental, luces, ‘vendings’… poco a poco. “La pista –explican Ángel y la gerente de la empresa, Inma Ferrer– solo necesita 2 personas para funcionar, una en taquilla y otra arriba, pero estamos 4 para ir cubriendo tareas; cuando esto despegue hará falta más gente”. “Con el tiempo –aventura Ángel– quiero un parque de diversión para los niños, bares para echar una copa, tiendas… mi idea es dar un alivio a la sociedad estresada de lunes a viernes, la que huye de la ciudad incluso desde el jueves por la tarde. Y cuidar la gastronomía, que encuentren el pero lo de la abuela, el pan de hogaza… todas esas cosas”. En la zona de la pista hay un espacio deportivo con tres canchas de minibasket y piscina, una caseta con aparcamiento, un alquiler de esquís y una discoteca que también sirve para celebrar la eucaristía.

El factor Inma

Inma es la heredera del timón empresarial de Ángel. “Tengo 80 años: era clave hallar a alguien adecuado para dar continuidad a todo esto, y es ella. El mundo va muy rápido; yo llegué con mi 600 a 60 por hora, y ahora todo vuela”. Inma llegó a por primera vez a Virgen de la Vega desde Valencia en 1989 con su tía; se quedaba fines de semana en temporada invernal y aún más en verano. En 1992 ya decidió quedarse, y hasta hoy. “Empecé a llevar la escuela de esquí en Valdelinares, con 47 años de trayectoria; a día de hoy me encargo de dirigir Mesón de la Nieve, y esta iniciativa de la pista es una realidad al fin; en mayo del año pasado la probamos en Bérgamo con la empresa Neveplast, antes de montarla aquí. La sensación es increíble; prácticamente deslizas igual que la nieve. De hecho, la hemos probado con nieve, y parece una pista recién pisada con máquina. El material plástico es más deslizante con el frío. Cuando hace calor y desliza un poco menos, tenemos solución en la parte de arriba; en el suelo, junto al inicio de la bajada, se coloca una especie de moqueta con un producto gelatinoso y transparente para aumentar el deslizamiento de los esquís.

Vídeo de Alcalá de la Selva en 'Aragón es extraordianrio'

Ángel Tébar, un fenómeno que recarga sus baterías con sueños

Ángel nació en el barrio del Carmen de Valencia hace 80 años; sus padres eran de Sarrión, y la guerra les hizo emigrar. Desde muy joven ya se le marcaba en el cuello la vena emprendedora. “He hecho muchas cosas, la construcción ha sido mi vida durante bastante tiempo, pero la verdad es que siempre he estado marcado por el deporte, sobre todo por el alpinismo y el esquí; mi última escalada fue el Aconcagua por la cara sur, y hasta el mismísimo Reinhold Messner piropeó a la expedición. ¿Te suena? Para muchos es el mejor alpinista de todos los tiempos”.

Ángel recuerda sus primeros contactos adultos con la tierra de sus padres. “Los valencianos íbamos desde siempre a Javalambre para andar por el monte y esquiar, hasta que en 1970 un grupo de alpinistas empezamos a buscar algo más y nos metimos en una aventura, ir a Groenlandia y tratar de alcanzar el Polo Norte; fue en verano, claro. Entonces no se subvencionaba ni el estornudo, así que armamos dos trineos y vinimos a esta zona a probarlos; ahí nos quedamos unos cuantos con la copla de las posibilidades que daba esta sierra, y salió una sociedad que montó el primer remonte y las primeras pistas de Valdelinares, con el motor de una Lambretta, dos poleas de reenvío, 50 metros de cable... luego empezó a fallar la nieve, y ahí ya pensábamos en la artificial, pero nuestra sociedad no llegaba a las nuevas exigencias y lo vendimos; en tres años, los nuevos dueños tiraron la toalla. El Gobierno de Aragón retomó el tema, y hay que estar orgulloso de lo que hay ahora en Valdelinares”.

Hace medio siglo

Los socios de aquella primera aventura entre valencianos vieron claro que se necesitaba un enlace ‘in situ’, y encargaron a Ángel que buscara la persona idónea. No tardó nada: se eligió a sí mismo. “Lo tuve claro; quería ser yo. Dejé atrás Valencia, mi taller, mis amigos… vivir en un pueblo era para mí calidad de vida porque la ciudad no es para mí, como decía el gran Paco Martínez Soria. Hace 50 años aterrizamos aquí, y tuve la fortuna de que mi mujer apoyó la decisión; no hizo falta convencerla, se vino feliz. Aquí sigo y aquí pienso quedarme de por vida, tratando siempre de no aburrirme. He sido 14 años directivo de la Asociación Nacional de Escuelas de Esquí, pero ya dejé paso a gente nueva. Aquí no falta faena”.

Hace 25 años, los primeros atisbos de la pista sintética de esta idea ya asomaban en el horizonte de Ángel. “En esa época buscaba soluciones al tema del cambio climático y su impacto en la nieve; con Valencia tenemos 2 millones de habitantes a hora y cuarto de aquí, con buenas carreteras. Entonces estábamos más centrados en la construcción, pero tras el ‘boom’ vino la explosión de la burbuja… ahora estamos despegando un poco, y decidimos que era el momento”.

Ángel insiste en un detalle. “La gente ve la pista verde y, lógicamente, hace muchas preguntas; la respuesta es que resulta ideal para aprender y pasar un buen rato, pero hay terreno para hacer 5 veces más, y si procede, se hará”.

Neveplast, la tecnología italiana al servicio de la iniciativa local

Fundada en 1998, la empresa italiana Neveplast (radicada en Bérgamo y que surtió el año pasado de material a la iniciativa de Mesón de la Nieve en Virgen de la Vega) ha revolucionado el mundo de las pistas de esquí de material sintético, convirtiéndose en pocos años en el punto de referencia del sector. Neveplast NP30 es el pionero de todos los productos Neveplast; se trata de un manto sintético que ofrece óptima sujeción lateral para el deslizado, además de un coeficiente de fricción igual al que ofrece la nieve. Las pistas de Neveplast ofrecen un elevado nivel de seguridad y son perfectas para la instalación de elementos en snowparks como ‘boxes’, ‘jumps’ o ‘rails’. Además, es el gimnasio perfecto para los que quieren entrenarse entre palos de eslalon especial y gigante como si estuvieran en la nieve. Se monta fácilmente, y también es excelente para esquí de fondo y descenso de remontes.

Cómo llegar a Alcalá de la Selva y qué ver

Comarca. Gúdar-Javalambre.

Cómo llegar. Desde Teruel, su capital de provincia, hay 48 kilómetros y el camino más directo es por la A-226.

La historia del santuario de la Virgen de la Vega. Según la leyenda, al principio del siglo VIII, los pobladores ocultaron una imagen de la Virgen entre unos arbustos. En 1175, unos pastores la encontraron al lado de la vega y decidieron llevarla a la Parroquia; al amanecer del día siguiente apareció otra vez en la vega, y así ocurrió los siguientes 3 días. Por ello, decidieron hacer un santuario que la protegiese.

La XXVII edición de Festifalk inundará de color las calles Alcalá de la Selva del 13 al 18 de agosto.

Festifalk. Se celebra en agosto desde hace 27 años en Alcalá y une música, raíz y encuentro cultural universal.

San Simón y San Judas. La parroquia de Alcalá está en lo alto del pueblo. El templo fue edificado en el siglo XVI: es de grandes dimensiones y gran verticalidad construido en mampostería y sillar. 

Reportaje de la serie 'Aragón es extraordinario'.

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