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"Doctor, estoy cansada": ¿por qué cada vez más pacientes refieren fatiga crónica?

La astenia o el cansancio es la queja más frecuente de la población general ante el médico de familia y exige a los profesionales una labor "detectivesca" para averiguar las causas.

José Manuel Cucalón, médico de familia en Villamayor de Gállego y Perdiguera.
José Manuel Cucalón, médico de familia en Villamayor de Gállego.
Francisco Jiménez

La astenia, que se podría definir también como cansancio, poca energía o poca gana, es uno de los síntomas más frecuentes en la población general, así como el motivo de consulta más recurrente en las visitas al médico de familia. Así lo indica el doctor José Manuel Cucalón, vocal de Atención Primaria Rural del Colegio de Médicos de Zaragoza, quien constata que la pandemia ha provocado un aumento consultas por este síntoma: pacientes que refieren una fatiga inespecífica que no siempre responde a factores orgánicos. 

"El virus del SARS-CoV-2, per se, también tiene como síntoma la astenia. Por otro lado, la pandemia ha provocado aislamiento, el encierro de muchas familias, determinados síntomas de tipo social o sociosanitarios que también pueden cursar con ella. Imaginemos que se ha agudizado un cuadro depresivo que antes no se veía…", describe este especialista, al incidir en que detrás de este síntoma puede haber "múltiples causas". 

"El problema -subraya- está en intentar valorar si esa astenia se debe a alguna enfermedad en concreto -recordemos que hay muchísimas patologías que entre los síntomas cursan con astenia- o se trata de un síntoma relacionado con la salud mental o con algún problema de tipo social, económico o familiar", explica Cucalón, médico de familia del Centro de Salud de Villamayor de Gállego, en Zaragoza. 

A la hora de abordarlo en las consultas de atención primaria, los médicos se ven obligados a hacer una labor "detectivesca" para averiguar las causas. Los facultativos señalan que existen más de 100 enfermedades distintas que pueden cursar con este síntoma, desde patologías tan frecuentes como el hipotiroidismo, muy común en mujeres, a cualquier problema crónico como la diabetes, con una alta incidencia en la población. "Se trata de un síntoma inespecífico que puede acompañar tanto a enfermedades como a problemas sociales. Nos da pocas pistas y hay que indagar mucho más si es a días, a horas, si influye en el sueño, si se acompaña de otros síntomas, revisar la historia, ver si tiene alguna enfermedad que pueda cursar con astenia, si toma algun fármaco que le provoque efectos secundarios y haya una causa más tóxica. Generalmente es muy complejo de valorar, y una labor para el médico de cabecera agotadora", insiste este médico.

¿Existe la astenia primaveral?

Aunque en esta época del año es común hablar de la llamada astenia primaveral, Cucalón puntualiza que no existe este trastorno como tal. Lo que ocurre, explica, es que hay un alto porcentaje de la población que sufre cualquier tipo de alergia -a ácaros, a las gramíneas, al pelo de gato...- y también esta enfermedad se traduce clínicamente con el síntoma de astenia. 

"En este caso, nos referimos a un síntoma de un cuadro alérgico. Pero en términos generales, es enormente complejo valorar el síntoma como tal. Sería lo mismo que ocurre con la fiebre, que puede cursar con cualquier enfermedad de tipo infeccioso. Solo que además, en este caso, el cansancio o la astenia es la queja más frecuente de la población general ante el médico de cabecera", precisa. 

Desde el Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza observan que cada año, en primavera, se producen más consultas por este motivo en las oficinas de farmacia vinculadas también al cambio de hora. "Ese periodo, hasta que uno se acostumbra, se manfiesta con mayor cansancio. La astenia primaveral se puede deber a la alergia o también a que ahora hay más horas de luz, cambian los ritmos circadianos y los cuerpos tardan en adaptarse. Lo normal es que dure un mes o mes y medio, dependiendo de la persona, si ya se prolonga más tiempo es cuando podría ser síntoma de enfermedad y aconsejamos acudir al médico de familia para hacerse analíticas y descartar anemia, problemas cardíacos u hormonales que suelen cursar con este síntoma", detalla la farmacéutica zaragozana Margot Roig. 

Por su parte, los médicos consultados coinciden en que muchas veces esa astenia o cansancio prolongado en el tiempo es multifactorial. "Lo más frecuente es encontrar pluripatología y, además, en pacientes ya un poco más complejos, que no son sanos de toda la vida y de repente en una sola ocasión han venido por una astenia definifida. Es más bien un cortejo por distintas patologías en pacientes complejos que dificulta mucho más el diagnóstico", precisa. 

Cuando detrás de este síntoma hay problemas de salud mental o de tipo social, Cucalón reconoce que es mucho más difícil dar con el diagnóstico. "Es un síntoma tan inespecífico que nos exige esa labor de detective, y primero no tenemos tiempo para estar con el paciente todo lo que se debería. Segundo, todo lo que sea debido a salud mental, que es una de las posibilidades, tenemos tanta lista de espera que cuando te dan para un psicólogo o psiquiatra seis meses, hay que ver qué podemos hacer con los pacientes entre tanto. Y si es una causa física, entre que pides pruebas y demás, el actual sistema no ayuda a que esto se solucione de una manera rápida", opina. 

Otras veces es simplemente el ritmo de vida lo que está detrás de esta fatiga inespecífica. "El paciente cuando consulta al médico de cabecera por este síntoma no se explica por qué le ocurre. En teoría, cuando haces una visita más superficial, puede ser una persona sana que trabaja, tiene su famila y cuando vas indagando te das cuenta de que tiene un estrés laboral de hace tiempo, que está generando un problema social, familiar o económico. Podría haber otro tipo de variables que influyen como el ritmo de vida, la autoexigencia, factores que pueden estar minando la moral y el ánimo del individuo y manifestarse mediante una astenia", detalla este médico.

Alimentación y estilo de vida

Para los profesionales consultados, el mejor aliado en estos casos para combatir el cansancio físico y mental reside en cuidar la alimentación, ya que la astenia, además de al insomnio y a cambios hormonales, puede estar también ligada a alteraciones en la dieta. "Lo más importante es comer bien: preguntar cuántas piezas de fruta o verdura ingieren e intentar adherirse al patrón de la dieta mediterránea. También hay gente que te pide un suplemento, y nosotros recalcamos que tomarlo no hace que tu dieta no saludable se convierta en saludable", insiste Roig.

Del mismo modo, esta farmacéutica subraya que no hay un remedio o compuesto que sirva para todo el mundo. Generalmente, apunta, las mujeres de entre 30 y 40 años suelen acusarlo más por cambios hormonales. "Estas personas, como están cansadas, son las que tienen más tendencia a comprar suplementos multivitamínicos y se convierten en pacientes de riesgo, porque les puede interaccionar con su medicación. Luego es muy importante que intenten pedir los suplementos en establecimientos sanitarios como las farmacias, porque fuera de este ámbito la persona que te lo está vendiendo no lo va a saber", insiste esta profesional, que pone como ejemplo dos casos: la Ginkgo biloba -presente en muchos suplementos y que puede aumentar el riesgo de sangrado si se toman anticoagulante-; y la vitamina K o el yodo, presente en muchos complejos vitamínicos. "Pacientes que estén tomando medicación para la tiroides, también les interaccionaría… Insistimos en que a estos pacientes hay que preguntarles", reitera esta farmacéutica. 

Por su parte, cada vez más centros de salud en Aragón, entre ellos el de Villamayor, donde trabaja el doctor Cucalón, cuentan con una consulta monográfica de Bienestar Emocional que puede ser también útil en estos casos. "Aparte de que el médico de cabecera e incluso la enfermera pueden dar consejos generales sobre estilos de vida, están estas consultas de apoyo psicológico en las que hacemos un primer afrontamiento del paciente para que se desnude, se vacíe y vaya contando las cosas. Se trata de que la gente entienda que sigue hablando con su médico o enfermera de cabecera, pero desde un plano mucho más psicológico, ofreciendo compañía y empatía, aspectos importantes a la hora de trabajar la esfera psicológica", subraya este especialista. 

Por su parte, el psicólogo Diego Carracero, portavoz de la Sociedad Española de Psicología clínica, reconoce que después de la pandemia la demanda en salud mental ha sido "brutal", y aunque es cierto que el cansancio es una de las quejas frecuentes, no siempre es fácil dilucidar la causa. "Son muchos los trastornos o diagnósticos que pueden incluir cansancio. Los más prevalentes: insomnios, la depresión y la ansiedad. Antes de hablar de causa emocional hay que descartar lo físico, pero una vez que un médico ve que no hay nada que lo pueda explicar hablamos de causas psicológicas", explica este profesional.

Aunque la ratio de psicólogos clínicos -6.5 profesionales por 100.000 habitantes- se sitúa en Aragón por debajo de la media nacional, Carracero insta a los profesionales de Atención Primaria a derivar estos casos. "Si el médico no deriva porque ve la lista de espera tan larga que hay, está sosteniendo algo complicado desde los cuatro minutos que tiene, y ocultando una demanda que existe. Hay que derivar, y si la lista estalla, que se tomen medidas", añade.

Del mismo modo, recalca que este síntoma -frecuente en tantas patologías- entraña más riesgos de los que parece, "venga de donde venga". "No es solo 'estoy cansado y ya está'. Las personas, cuando estamos cansadas, tendemos a hacer menos cosas, y lo más fácil es quitar el ocio, el quedar con los amigos, el deporte… Prescindimos de las cosas más agradables y se crea un círculo vicioso. Acabo solo con trabajo y casa, y eso sí que se ve y puede ser un problema", advierte este psicólogo, que aconseja mantener y cuidar los diferentes pilares del bienestar psicológico de manera que si alguno de ellos se tambalea, nos sontengan los otros. 

"A veces hace falta pararse a pensar si el ritmo que llevamos se lo recomendaríamos a un familiar o a un amigo. Cuando estás funcionando no te das cuenta. De hecho, es habitual esto de me pongo malo cuando empiezan las vacaciones, porque de repente has parado y te viene todo. Por eso, tiene que haber una parte de saber parar y tener un rato -ya sea de meditación, de descanso, un paseo tranquilo...-, una parte de cuidado que entrañe también deporte, dieta y la esfera social", concluye. 

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