Se estima que en torno a un 25% de las consultas de Atención Primaria subyacen síntomas relacionados con los trastornos emocionales que generan los problemas de la vida, como ansiedad, depresión o insomnio. Desde 2019 se ha formado a 180 profesionales para detectar y acompañar este malestar emocional, evitando la sobreprescripción de psicofármacos cuando no es necesario.

El origen de muchas demandas de atención que se tratan en Primaria no está relacionado con un trastorno mental ni orgánico sino con síntomas reactivos al malestar emocional que se originan en el día a día, como problemas sociales, laborales, de estrés… que no requieren una derivación a los servicios de Salud Mental ni un tratamiento con psicofármacos, pero sí empeoran la calidad de vida del paciente.

Con el objetivo de ofrecer desde los centros de salud una respuesta que mejore el bienestar emocional de los usuarios y aumente su confianza en el aprendizaje de herramientas de ayuda, se organizó durante el mes de noviembre una nueva edición de la formación en herramientas básicas para la promoción del bienestar emocional en Atención Primaria, dirigida a enfermeros especialistas en Familiar y Comunitaria, enfermeros y médicos de Familia.

Según explica José Manuel Granada, coordinador de la Unidad de Salud Mental del Departamento de Sanidad, "existe una gran demanda por casos de malestar emocional, como síntomas ansiosos, depresivos, problemas de sueño…". Para ofrecer alternativas a la prescripción de medicamentos, comenzaron el trabajo formativo, para "proporcionar herramientas a los profesionales para mejorar el bienestar emocional de la población". En 2019 se inició el desarrollo de las consultas monográficas, que se paralizaron por la pandemia de covid-19. Su implantación, sin embargo, indicaron desde la Consejería, no es una de las prioridades de la Dirección General de Salud Mental.

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Granada reconoce que hay que trasladar a los pacientes estrategias para afrontar problemas relacionados con "dificultad en su trabajo, en sus relaciones, superar un duelo...". "Son situaciones que nos ocurren en la vida diaria y a las cuales nos tenemos que ir adaptando, aunque sea con un poco de sufrimiento", resume.

El pasado mes se ofreció una nueva sesión de formación, que impartió Nuria Val, médica de Familia. Dentro del curso se facilitan enlaces a dos programas: uno enfocado a superar la depresión y otro, a estrategias de bienestar emocional. "En sintomatología de ansiedad de depresión e insomnio la formación está orientada a la comunicación empática y asertiva y a una escucha activa y a técnicas de resolución de problemas, de respiración, relajación y atención plena; evitando medicalizar cuando no es necesario y dando herramientas de afrontamiento y motivando al cambio". Se abordan también casos de depresión leve, con un curso ‘online’ del Salud de ocho semanas; y de insomnio: "Queremos trabajar en desprescribir hipnóticos y benzodiacepinas cuando no es necesario, explicando la higiene del sueño, control de estímulos, creencias erróneas y otras técnicas".

"Es normal -asegura Val- que en Primaria veamos muchos casos de malestar emocional, porque estamos al lado de los pacientes toda su vida, con todas sus transiciones vitales, muchas de ellas subsidiarias de provocar malestar emocional, como enfermedad, duelo, estrés laboral, jubilación, accidentes, separaciones...". Ante estas situaciones, indica: "Tenemos que aprender también a intervenir desde la no intervención". Y en concreto enumera la "escucha y la movilización de recursos y herramientas de promoción para la salud del paciente y de la comunidad, el ejercicio físico, una alimentación correcta o tiempo de descanso de calidad".

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Para Granada, existe una alta demanda por trastorno emocional en Primaria, con más casos en mujeres, "porque ellas comunican más fácilmente los malestares emocionales que los hombres". Cómo afrontar los casos va unido también a la estrategia comunitaria en Primaria, es decir, "utilizar otros recursos municipales o comarcales, de actividad física, de relación con los demás. Que den otras salidas a asuntos como la soledad, la falta de red social o de apoyos en un momento dado. Es una conjunción de todo esto para que desde Primaria se trabaje con otras herramientas que no sea solo el tratamiento farmacológico", tal y como pone de manifiesto el coordinador de la Unidad de Salud Mental.

Es importante atajar estos trastornos «cuanto antes». «Si alguien acude con una dolencia orgánica y está bajo de ánimo o estresado va a ir a peor», resume. Por otro lado, hay que tener también en cuenta «el impacto que supone en la población», respecto a las bajas laborales que conllevan estos problemas.

Prevención del consumo abusivo de ansiolíticos

El Gobierno de Aragón ha organizado para el próximo 14 de diciembre una jornada para la prevención del consumo abusivo de medicamentos ansiolíticos e hipnosedantes. En Aragón, según datos de la Consejería de Sanidad, durante el año 2023 un promedio de 55 personas de cada mil habitantes ha recibido una dosis diaria definida de medicamentos ansiolíticos, siendo el lorazepam y el alprazolam los más consumidos.

Respecto al consumo de medicamentos hipnóticos, un promedio de 44 personas de cada mil ha recibido una dosis diaria definida de medicamentos hipnóticos en 2023. De estos, los más consumidos en dosis por 1.000 habitantes al día han sido el lormetazepam y el zolpidem. Los expertos consideran que, con estos datos en la mano, se podría llegar a la conclusión de que se está realizando una medicalización de los malestares de la vida que pueden venir acompañados de síntomas de ansiedad, sin llegar a ser un trastorno propiamente dicho. Son casos que se podrían resolver en casa o en la comunidad y ahora requieren de la actuación sanitaria.