En Aragón hay restaurantes 'gourmet' que siempre ganan: de Casa Fau a Trasiego

Fuera de las tres capitales de provincia hay lugares sorprendentes para mimar el paladar que pueden descubrirse esta misma Cincomarzada.

Arriba: el Corral de Concilio y la Posada de Cabra. Abajo: Fabrica Solfa Beceite y Entreviñedos
Arriba: el Corral de Concilio y la Posada de Cabra. Abajo: Fabrica Solfa Beceite y Entreviñedos

La Cincomarzada regresa a Zaragoza como celebración popular, lo que supone un puente de 3 ó 4 días, dependiendo de las circunstancias y la composición familiar de cada hogar zaragozano. Muchos se acercarán al Parque del Tío Jorge para seguir la tradición de pasar el día junto al Ebro, pero otros preferirán salir de la ciudad y seguir conociendo Aragón a fondo, una de las mejores costumbres surgidas de las restricciones de la pandemia en cuanto a desplazamientos. Y cuando se llega a un sitio en el que no se vive habitualmente, buscar el mejor lugar para comer es un buen ejercicio. De las muchas posibilidades presentes en las tres provincias aragonesas, HERALDO propone nueve, a cada cual mejor.  

Restaurante El Corral del Concilio

Restaurante Corral de Concilio
Restaurante Corral de Concilio

A apenas seis kilómetros de Ayerbe, en la minúscula pedanía de Murillo de Gállego que es Concilio (provincia por tanto de Zaragoza), se encuentra este acogedor establecimiento que también incluye hospedaje, aunque los negocios funcionan de manera independiente. La sorpresa ya no es tan sorpresa debido al boca-oreja, pero no deja de sorprender el acierto de Carlota Auría para arriesgar y acertar con la creatividad, como si supiera siempre el modo de hacer balance entre los gustos tradicionales y la vanguardia. Además, emplea literalmente el esquema de productos naturales y de kilómetro cero, con especial atención a la fruta y la verdura, los postres caseros y los impresionantes desayunos; hacen mermeladas de fantasía, y es muy popular el aperitivo de crema de queso trufada, mermelada de tomate y anchoa, así como el entremés de espárragos o el pollo guisado con frutos secos. El entorno es otro plus, con los Mallos de Riglos a un paso.

Restaurante Casa Lafarga en Angüés

Paula Andrés, gerente del Restaurante Casa Lafarga en Angüés
Paula Andrés, gerente del Restaurante Casa Lafarga en Angüés
Laura Uranga

El establecimiento de Angüés llevaba media vida abierto, pero pasó por un largo periodo de cierre hasta que lo cogió Paula Andrés poco antes de la pandemia. A pesar de las dificultades, ha conseguido asentar su apuesta por un comida imaginativa y sabrosa, que lo mismo presenta unos bombones de queso rellenos que se atreve con una crema casera de calabaza con picatostes y gulas al aroma de pesto, unos jarretes en salsa de ceps o el postre predilecto de la casa, pastel de huesitos, una creación de la propia gerente del restaurante. El local es otro aliciente, un caserón exquisitamente reformado que extiende su oferta a un patio protegido por árboles cuando el buen tiempo lo permite. Sin duda, una razón para salir de la autovía en el trayecto Huesca-Barbastro (y viceversa) a la hora de buscar un lugar para comer en el transcurso de un viaje; también es común que se acerquen vecinos de los pueblos cercanos.

Restaurante Trasiego en Barbastro

Restaurante Trasiego en Barbastro
Restaurante Trasiego en Barbastro

Situado en la sede de la D.O. Somontano (antiguo Hospital de San Julián, junto a la plaza de toros de Barbastro), el restaurante tuvo un pasado en el centro de la ciudad y vive su presente en este coqueto local (que tiene además zona de cafetería y tienda con vinos y exquisiteces del Somontano) que suele estar lleno: conviene reservar con tiempo. Las excelencias de la casa incluyen el arroz cremoso de setas, carnes a la brasa, canelón de rabo de buey, paletilla de ternasco de Aragón I.G.P. o la torrija caramelizada con toffee, nueces y helado, postre estelar de la casa. En invierno no faltan las especialidades basadas en la trufa negra, y tanto en primavera como en otoño es tiempo de setas, con el producto más conocido del lugar en el verano: el tomate rosa de Barbastro. Abre de martes a sábado, comidas y cenas, con Javi Matinero, otro talento salido de la escuela de Guayente, como máximo responsable de la cocina.

Restaurante Casa Fau en Ejea de los Caballeros

Restaurante Casa Fau en Ejea de los Caballeros
Restaurante Casa Fau en Ejea de los Caballeros

Muy cerca de la plaza de toros de Ejea y la sede de la Cruz Roja local, el establecimiento combina una decoración cosmopolita con detalles más populares, como un futbolín. Los menús son excelentes, lo mismo que las copas en el horario nocturno, pero lo que de verdad destaca y asombra en el lugar son las tapas y raciones de increíble variedad e imaginación. Algunos ejemplos: mejillón tigre al pesto de berenjena asada y tallarines thai con suave crema del propio pesto, ceviche de pulpo y lubina con cebolleta encurtida, dados de tomate, pimientos, piparras, espuma de Padrón y leche de tigre (mezcla de cítricos, ajíes y cebollas utilizada para marinar pescado) o alitas maceradas en barbacoa japonesa, teriyaki, lima, naranja y sésamo tostado. Plantarse ante su mostrador es una tentación demasiado fuerte y siempre se acaba tomando una o dos cosas más de las pensadas al llegar.

Espacio Entreviñedos en Cariñena

Espacio Entreviñedos en Cariñena
Espacio Entreviñedos en Cariñena

Con el restaurante Las Almas como la joya de la corona, esta antigua abadía gótico-mudéjar convertida en bodega en el siglo XIX está en pleno corazón de Cariñena, con el chef Alberto Ferruz al frente de la oferta gastronómica. Algunos de sus éxitos (aunque la carta se va renovando) son las croquetas de jamón con batida de quinado, el humo de solomillo de mar, la carrillera al beso de vino tinto con canela o el atún encebollado fuencampo con tres texturas, además del timbal de patata ahumada con corazón de alcachofa, gratén de ajo y anchoa del Cantábrico o las compotas caseras que suelen acompañar a muchas de las especialidades. No hay que olvidar, cuando toca, el jamón asado con hierbas aromáticas de la vecina sierra de Algairén. La degustación de vinos de Cariñena, el reino de la garnacha, es otra gozada, con repaso a variedades menos populares y acierto asegurado en los maridajes.

Gastrobar Espliego en Villamayor

Gastrobar Espliego en Villamayor
Gastrobar Espliego en Villamayor

Toda una revelación en Villamayor de Gállego. Si se pide una propuesta casual, aparecen con un club sandwich de mantequilla trufada, espárragos trigueros, Jamón de Teruel y provolone. Si se curiosea en la carta, aunque sea cambiante, pueden encontrarse delicias como un canelón de carne con bechamel de longaniza, una ensalada de perlas de mozzarella con pesto y vinagreta de tomate asado, un ossobuco estofado al vino tinto, bonito a la riojana con huevo o un delicioso helado de turrón con esponja de castaña asada, sopa de chocolate blanco y macadamia caramelizada que preparan para el fin de semana de San Gregorio Magno, el próximo tras la Cincomarzada. También ha tenido mucho éxito el cardo a la baturra (con longaniza y patata) y las ensaladas a la brasa. Otra especialidad que encanta a los habituales es el Philly’s Steak de ternasco con queso curado de oveja Dos Arbas, con la reducción de sus jugos y hortalizas encurtidas.

Posada de Cabra en Cabra de Mora

El cocinero Santi Churruca de Posada de Cabra en Cabra de Mora
El cocinero Santi Churruca de Posada de Cabra en Cabra de Mora
Laura Uranga

El hermoso pueblo de Cabra de Mora tiene en la restauración al cocinero vitoriano Santi Churruca, hostelero durante años en Chile y reubicado en este magnífico rincón de la comarca de Gúdar-Javalambre, al lado de la Escala Santa que los creyentes suben de rodillas para conseguir la indulgencia plenaria. Antes o después del esfuerzo reponen fuerzas en el pequeño restaurante de la plaza; las habitaciones están por detrás, y el bar en la planta calle. Ahí se ofrecen maravillas como las Zamburiñas gratinadas, unos excelentes puerros a la vinagreta, cogollos con anchoa del Cantábrico, ensalada templada de gulas y langostinos, solomillo de cerdo con salsa de manzana y wasabi (o con foie), bacalao al horno con papas y mojo picón y si se pide con antelación, chuletón del norte. Y luego, a pasear hasta Alcalá de la Selva, admirando la impresionante naturaleza, o a visitar la casa rural de calificación más alta en Teruel, La Casa del Silencio.

Casa Matilde en Tronchón

Matilde dueña de Casa Matilde en Tronchón
Matilde dueña de Casa Matilde en Tronchón
Laura Uranga

Los amantes de la gastronomía tienen dos objetivos en Tronchón, a dos pasos de la línea divisoria con la Comunidad Valenciana en el Maestrazgo; comprar el queso local en la quesería que comparte nombre con el pueblo y comer en Casa Matilde, que lleva la cocinera del mismo nombre, ya octogenaria. Maneja como nadie las cazuelas y los guisos. En su salón se ven fotografías de famosos que ya han probado su excelencia como cocinera, a lo que añade un carácter dulce y afable que conquista a todos sus comensales. El rabo de toro es una de sus especialidades, cocinado con mimo y paciencia, así como el solomillo con almendras, el ternasco al horno, el pollo picantón o las judías con perdiz. También hay mucha gente que pide directamente su sopa casera: el ingrediente secreto no lo cuenta, pero debe ser el cariño. Lo que no hace son filigranas en los emplatados, aunque todo sale “bonito”; los detalles de sabor se los reserva para el cocinado.

Fábrica de Solfa en Beceite

Restaurante la Fábrica de Solfa en Beceite. En la foto Kike Micolau, chef
Restaurante la Fábrica de Solfa en Beceite. En la foto Kike Micolau, chef
Laura Uranga

Dentro de los muchos atractivos del Matarraña está Beceite, y no solo por el paseo del Parrizal o los baños en el pantano de Pena; también por la cocina de Kike Micolau en La Fábrica de Solfa, en pleno centro del pueblo, junto al río. La estrella en esa cocina es fesol de Beseit, una alubia rescatada por entusiastas del pueblo que protagoniza multitud de recetas diferentes, desde hummus a potaje, ensaladas o guisos, incluso postres. También tiene muchos seguidores la ensalada de bacalao con sardina de casco, romescu, encurtidos y oliva negra empeltre, o el arroz de prados de colono de Valmuel con conejo de Matarraña. En los postres, la tarta de queso caliente con helado de frambuesa y petazetas de oro o la panacota de té de roca con helado de té de roca destacan entre el resto, aunque la creatividad de Micolau hace que siempre esté sorprendiendo con nuevas ideas para sorprender paladares.

Descubre otros restaurantes de Zaragoza, de Huesca o de Teruel para disfrutar de la gastronomía en Aragón.

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