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Que no cunda el pánico: con estos trucos básicos cocinarás mejor que tu abuela

Los primeros pasos en la cocina no son fáciles... 

Cocinar es un pasatiempo para muchas personas.
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Sobrevivir a base de táperes de tus padres, de latas de conserva o de bocadillos de aprovechamiento está bien, pero solo durante un tiempo. Llega un momento en el que la inmersión en la cocina resulta inevitable, a no ser que bases tu menú semanal en las comidas preparadas de los supermercados, algo que ni tu bolsillo ni tu salud os podéis permitir. Lo más importante es ser consciente de los errores más habituales a la hora de cocinar y de algunos trucos básicos para comenzar a meter las manos en la masa. 

Trucos infalibles para cocinar mejor que tu abuela

  • Limpieza ante todo

    No hace falta tener un sinfín de utensilios de cocina, sobre todo, si es una estancia pequeña. Sin embargo, sí que es importante contar con dos tablas para cortar, una para carnes y pescados crudos y otras para verduras y frutas. De esta forma se evita la contaminación cruzada. Además, si te toca comer en 'tupper' puede que alguna vez te hayas topado con que un alimento ha dejado en el recipiente un fuerte olor. Para eliminarlo, pon papel de periódico en el interior y déjalo dos días cerrado. 

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  • El congelador, tu gran aliado 

    Sacarle el máximo partido al congelador hará que, sin duda, te conviertas en el cocinero más reconocido de tu familia. Un truco fácil, y de verdadero experto, es picar una gran cantidad de ajo y cebolla y congelarlos. Así, será mucho más rápido hacer cualquier sofrito. Por ejemplo, si no puedes vivir sin tu café, pero siempre haces demasiado, congela lo que te sobre en cubiteras. Así podrás preparar otro después sin que se agüe o para darle un toque amargo a la leche. El congelador también es el mejor aliado si optamos por la filosofía del 'batch cooking'. Para ello, lo más recomendable es congelar porciones pequeñas (sobre todo si se cocina para uno). 

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  • Un capricho rápido... 

    De vez en cuando, apetece darnos un capricho gastronómico (y no siempre tenemos tiempo de preparar una deliciosa tarta de yogur griego). Si nos apetece una tentación salada, las palomitas son una buena opción, pero lo más saludable es prepararlas en casa. Si el maíz que guardas en casa ya tiene unas cuantas semanas, remoja los granos en agua durante 10 minutos antes de prepararlas, para que no tarden demasiado en explotar. 

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  • Trabajo por adelantado 

    Igual que merece la pena invertir un tiempo en cortar cebolla y ajo para congelarlo, también puedes aprovechar para preparar tu vinagreta preferida y guardarla en la nevera para aliñar las ensaladas. Lo mismo ocurre con la fruta: dejarla pelada y cortada hará que te apetezca mucho más

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  • Los utensilios indispensables 

    Aunque no hay que llenar todos los armarios de la cocina de utensilios (por muy útiles que parezcan al comprarlos), hay algunos que pueden sacarte de un apuro. Por ejemplo, un colador para poder añadir zumos a las elaboraciones sin preocuparse por las pepitas o un rallador de queso para poder rallar la mantequilla sobre la tostada cuando está muy fría

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