Salud 

El momento perfecto para tomar café y que haga efecto existe (y no es por la mañana)

Es el compañero indiscutible de los somnolientos, pero, para que la cafeína cumpla el objetivo que realmente se quiere, hay que ingerirla a la hora adecuada. Y eso depende de cuándo nos despertemos. 

Café
La media en España se sitúa en 2,2 tazas al día.
Unsplash

La escena se repite día tras día: recién levantados de la cama, nos dejamos llevar hasta la cocina en busca de un clásico que nunca falla: una buena taza de café. Y es que, pese a su sabor amargo, nos encanta.  Nos gusta por muchas razones y, entre ellas, hay una de tanto peso como para llegar a convertirlo en una bebida diaria fundamental: su capacidad de espabilarnos, algo que, sin duda, conviene cada día y, especialmente los lunes. Sin embargo, y contra todas las creencias populares, no es el mejor alimento para despertarse y no solo porque lo estemos preparando mal cada mañana

Esto se debe a que los efectos beneficiosos de la cafeína (porque también tiene sus consecuencias negativas), entre ellos, la capacidad de estimular y despertar al individuo,  se produce en determinados momentos del día, cuando el sistema neurológico central no se encuentre en plena liberación de cortisol, una hormona que limita sus intenciones positivas. Por ello, tomar café en el momento en el que los niveles de cortisol son elevados solo provoca un aumento del estrés y la ansiedad. Esa es la conclusión extraída del 'Annual Review of Nutrition', un macroestudio que recoge y analiza cerca de 130 publicaciones.

Entonces, ¿cuál es el mejor momento de tomar un café?

Para conseguir aumentar los niveles de energía, uno de los efectos que se esperan tras saborear una rica taza (sí, de café rosa también), hay que tener en cuenta la liberación de cortisol. Para ello, el estudio toma como referencia a una persona que se levanta entre las 06.30 y 07.00 de la mañana. La secreción de esta hormona alcanzará su máximo en tres momentos del día: a las 08.00 y 09.00 de la mañana, a las 13.00 y entre las 17.30 y 18.30. Esos son los tramos horarios en los que no es recomendable la ingesta de café. 

¿Y si no me despierto a esa hora? 

Aquellos afortunados que puedan retrasar la alarma, solo deben calcular la diferencia de horas para ajustar el hábito de tomar café. Es decir, tras despertarnos, la liberación máxima de cortisol se producirá aproximadamente entre una hora y una hora y media después. Por ello, lo más beneficioso es suprimir el hábito matutino de ingerir esta bebida en el desayuno o de camino al trabajo puesto que no se conseguirán los resultados esperados. 

Según el estudio, tomando de media a una persona que no se levanta ni muy pronto ni muy tarde, el mejor momento del día para ingerir cafeína es de 09.30 a 11.30.  

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