energía

Las facturas de este invierno: "Los precios de la luz y el gas van a subir los próximos meses"

José María Yusta, experto en mercados energéticos, analiza las previsiones de cara a este invierno con el encendido de las calefacciones.

José María Yusta, experto en mercados energéticos del Colegio de Ingenieros Industriales de Aragón y La Rioja.
José María Yusta, ingeniero experto en mercados energéticos.
José Miguel Marco

Consumidores y empresas tienen la vista puesta en las facturas de la luz y el gas de este invierno. El buen tiempo ha acompañado con un otoño cálido, con temperaturas inusualmente elevadas, que ha retrasado hasta ahora el encendido de las calefacciones. Algunas personas temen que llegue el frío, después de haber tenido algún susto con los recibos del verano y el estreno del tope del gas. Los mercados de futuros apuntan que "los precios que tenemos hoy de la luz y el gas van a subir los próximos meses, aunque menos de lo que se esperaba", apunta José María Yusta, experto en mercados energéticos, de cara a este invierno.

El profesor de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Zaragoza reconoce que septiembre y octubre han registrado precios más bajos que el verano, donde se batieron récords por el alza del gas, pero "según avance el invierno, el precio mercado subirá", augura, atendiendo a las previsiones de los mercados de futuros. "Estamos en un momento valle, con expectativa de que precios suban para el invierno", ha resumido.

Cinco veces más caro

La volatilidad en los mercados agravada por la guerra en Ucrania que ha desestabilizado el mercado energético mundial hace que resulte complicado hacer previsiones. Recuerda que los mercados apuntaban hace unos meses que el gas alcanzaría un precio de 150 euros el megavatio hora este invierno, pero ahora lo sitúan en 98 euros, según los datos del Mercado Ibérico del Gas (Mibgas). Advierte de que "si empieza a hacer frío los mercados futuros empiezan a subir". Además, destaca que aunque ahora el gas se encuentre cotizando por debajo de los 100 euros, sigue siendo un precio "cinco veces más que un año normal", en referencia a los anteriores a la escalada que comenzó hace unos doce meses. 

Un incremento similar registra el precio de la electricidad, condicionado por el del gas, el combustible que alimenta centrales como las de ciclo combinado y el que ahora impacta en los recibos a través del nuevo pago por el tope del gas. La luz en 2023 se espera que se sitúe por encima de los 200 euros por megavatio hora (MWh), que pese a mantenerse por debajo de los precios récord que llegaron a superar los 500 euros en marzo, siguen siendo "cuatro veces más que el precio antes de la escalda", calcula Yusta. El mercado marca un precio de 134 euros para este jueves, según los datos del Operador de mercado eléctrico ibérico (OMIE).

Cuanto más suba el precio del gas, mayor será la diferencia con el tope de 40 euros/MWh fijado por el Gobierno. Esa brecha se paga a través de las facturas de la luz con el nuevo concepto 'tope del gas', que se ha ido incluyendo desde su aprobación en junio. Este se ha notado más en julio y agosto, con precios más altos en las facturas. "En la segunda quincena de agosto se batieron récords en los precios del gas y el mecanismo del tope al gas duplicó las facturas", recuerda Yusta.

El experto destaca que la situación de precios altos "lleva arrastrándose muchos meses, con casi un año de precios muy altos". Pese a ello, defiende el mecanismo del tope del gas surgido de la 'excepción ibérica' lograda por España y Portugal. "El precio final  es menor que el podríamos estar pagando", afirma.

En el último balance trimestral del mercado gasista, desde Mibgas se reconoce que el sector entre julio y agosto aumentó el "comportamiento extremo" que viene registrando. Así, tras los precios máximos históricos que se alcanzaron en agosto luego se cayó a "más de la mitad en el mes de septiembre". Califican estos giros de "erráticos". "Los precios europeos de gas en el tercer trimestre de 2022 han sido extremos, tanto en volatilidad como en valor", resume el organismo. Entre las razones, Yusta apunta al aumento de la demanda en verano por las olas de calor, además de la necesidad de suministrar a Francia por sus problemas con las centrales nucleares.

Facturas de la luz con el tope al gas

En este contexto, su reflejo en las facturas se espera con más alzas, que variarán según el tipo de contrato. En el caso de la luz, "va a depender de que el consumidor tenga precio fijo o libre", apunta el profesor. "Los precios de la tarifa regulada han bajado mucho respecto a los del verano, pero de cara al invierno esperamos que suban conforme sea necesario más gas para producir energía eléctrica", avanza. El importe total del recibo dependerá del nuevo concepto, el 'tope al gas', que debe reflejarse de forma clara. Este nuevo cargo también irá apareciendo en los contratos negociados en el mercado libre con una tarifa fija, a medida que les toque la revisión, normalmente anual. "Muchos contratos se van renovando y ven un término nuevo en la factura", advierte.

En lo referente a la factura del gas, para los hogares con caldera individual mantiene su recomendación de permanecer o hacer el cambio a la tarifa de último recurso (TUR) o regulada del gas, cuyo precio lleva un año limitado por el Gobierno. "Van a tener un precio que es la tercera parte del mercado libre", calcula. 

Si la vivienda tiene calefacción central, Yusta apunta que las comunidades de vecinos, para las que se ha regulado una TUR nueva, tendrán que echar cuentas. Si tienen negociado un buen precio fijo en el mercado libre y solo es ligeramente  más caro al de la TUR de gas, les puede compensar  no cambiarse a la tarifa regulada. Esta última se actualiza cada tres meses.  

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