ECONOMÍA

El consumo de electricidad baja en la industria y sube en los hogares y comercios en Aragón

La demanda en la Comunidad desciende un 1,4% de media hasta septiembre, con un descenso del 6,4% en el caso de las empresas, pero un alza del 4% en el sector residencial y los servicios.

Fábrica del grupo papelero Saica en El Burgo de Ebro.
El sector papelero es uno de los que más peso tienen en la demanda de energía.
Toni Galán

La demanda de energía puede servir de termómetro de la marcha de la economía. En un escenario de precios de récord, el coste de los suministros tiene un peso cada vez más importante en hogares y empresas. Estas últimas han protagonizado este año paros para intentar abaratar la factura de la luz, mientras las familias retrasan en lo posible el encendido de la calefacción. El consumo de energía ha descendido un 1,4% en Aragón hasta septiembre, con una mayor caída en la industria, que ha llegado al 6,4%, según los datos de Endesa. Mientras, en viviendas y el sector servicios el consumo aumentó un 4%, atendiendo a los últimos datos de la empresa distribuidora en la Comunidad. 

En Aragón, el consumo de energía recae en el 50% en la industria, mientras el resto se reparte, casi a partes iguales, entre los hogares y el sector servicios. Se trata de una peculiaridad de la comunidad, a la que contribuye contar con un tejido industrial de peso en sectores como el automóvil, el químico y papelero y la menor población, en comparación con otras regiones.

La demanda de energía en la industria papelera cae un 14%

En el sector industrial, la demanda se ha reducido un 6,4% en lo que va de año, a lo que han contribuido parones en algunas plantas para reducir costes. Solo en septiembre, la caída ha sido mayor, alcanzando al 9,2%. Fuentes del sector eléctrico recuerdan que "el precio de la electricidad ha parado procesos". El mayor consumo de energía corresponde al sector papelero, que representa el 22,5% de la demanda de la industria, que ha demandado un 14,8% menos de energía hasta septiembre. 

Entre el resto de sectores en los que ha descendido el consumo de energía figura el químico, que se lleva el 17% de la demanda y ha caído un 3%; la siderurgia, que supone el 16,5% del total y ha gastado un 5% menos de electricidad y la agroindustria, que representa el 14% y ha descendido un 4,4%.

El automóvil ha aumentado su consumo de energía un 21% en los primeros nueve meses del año y un 71% en septiembre. La principal compañía del sector es la planta de Opel Stellantis en Zaragoza, que el año pasado vivió numerosas jornadas de parones productivos por la falta de suministros ante los problemas en la cadena logística mundial, que han venido arrastrando desde la vuelta a la actividad tras la covid-19. Estos los han sufrido también las empresas auxiliares que la rodean. Pese al incremento de la demanda de energía, este subsector no ha podido compensar la caída del resto, ya que la automoción solo supone el 4,4% de la demanda industrial total de Aragón, tras las inversiones de los últimos años para ir mejorando la eficiencia de sus procesos. En este sentido, la factoría del grupo francés en Zaragoza presentó recientemente la ampliación de sus instalaciones fotovoltaicas para autoconsumo, las mayores en una planta española de automoción.

En la lista de sectores figura también el de transformados metálicos, que se lleva el 5,8% del total de la demanda industrial y ha caído un 3,3% y el de cementos, que solo representa el 1,9% y habría descendido un 16,4%.

"En algunas de estas empresas, en picos elevados han tenido que parar porque cuanto más producían más perdían" (Jesús Arnau, CEOE Aragón) 

Las empresas piden apoyos para afrontar el aumento de costes

Desde CEOE Aragón se destaca que se ha reducido la demanda "en todos los sectores", un reflejo de que la economía se resiente. En el caso de la automoción, que es el único que repunta y con cifras muy destacadas, Jesús Arnau, director general de la patronal aragonesa, recuerda que en septiembre de 2021 "la crisis de los microchips provocó la paralización industrial".

En el caso de las industrias que consumen más energía, como las papeleras, los precios les han afectado especialmente. "En algunas de estas empresas, en picos elevados han tenido que parar porque cuanto más producían más perdían", destaca, cuando los precios "han llegado a subir hasta un 300% o 400%". Entre las electrointensivas se encuentran también las siderúrgicas o cementeras.  A ello suma que los "ajustes de producción también por la menor demanda ligada a la inflación", que habría reducido el consumo.

Ante la actual situación de precios elevados en un coste fijo como es la luz, las empresas piden más apoyo para hacer frente a una escalada que se prolonga desde hace un año. "Los costes han crecido un 24% paras las pymes", apunta María Jesús Lorente, presidenta de Cepyme Aragón. Las facturas de la luz, el gas, las materias primas y el transporte han ido multiplicando su importe en el último año. "Seguimos con una inflación que no hay manera de controlar", alerta, y que tira de los salarios para evitar la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, sumando costes a las empresas. 

Mientras continúe la incertidumbre en la economía reconoce que las pymes "vemos las cosas desde barrera", por lo que retrasan sus decisiones. "Si vamos a contratar a alguien nos esperamos, o si íbamos a entrar en otro negocio", pone como ejemplos. De momento, tiene la vista puesta en las próximas fechas de tradicional aumento del consumo, el Black Friday de noviembre y las Navidades, para ver si retrocede el consumo. 

"No soy muy optimista de cara a los próximos meses, pero soy positiva a corto y medio plazo, porque las empresas vamos a aguantar lo humanamente posible" (María Jesús Lorente, Cepyme Aragón)

Entre las amenazas continúa la evolución de la invasión rusa de Ucrania que ha disparado los precios de la energía, los problemas de suministro de materias primas y la huelga de transporte que se ha anunciado recientemente. Arnau confía en que continúe la "moderación de la inflación", aunque recuerda que pese a que estos últimos meses el incremento de precios ha ido bajando y dejando los dos dígitos, "siguen creciendo" y la tasa subyacente, que mide los precios sin la energía, "aún está alta, lo que significa que se ha contagiado al resto de sectores". El IPC cerró septiembre con un alza del 9,4% en Aragón, frente al 8,9% en España, mientras el dato avanzado de octubre apunta al 7,3% de media nacional.

"No soy muy optimista de cara a los próximos meses, pero soy positiva a corto y medio plazo, porque las empresas vamos a aguantar lo humanamente posible", afirma Lorente. Para conseguirlo pide más apoyo, no solo las medidas sueltas que se han ido aprobando sino un "plan integral" que alivie los costes y que incluya "ayudas directas para hacer frente a situación".

"A pesar de esas medidas se está triplicando de media el coste de la factura en el comercio y en algunos casos está llegando a quintuplicarse" (Vicente Gracia, ECOS)

Comercios con facturas por las nubes

En el sector residencial y los servicios la demanda de energía ha aumentado un 4% hasta septiembre, según los datos de Endesa. No parece reflejase un descenso tras el llamamiento del Gobierno central a mejorar la eficiencia energética, una recomendación para los hogares y obligación para comercios, que incluye medidas como regular la temperatura de los establecimientos o contar con puertas que eviten la pérdida de calor. Desde la Federación de Empresas de Comercio y Servicios de Zaragoza (ECOS) achacan el aumento de la demanda a la espiral alcista de los precios de la electricidad. "Como el problema es del coste de la energía, a pesar de esas medidas se está triplicando de media el coste de la factura en el comercio y en algunos casos llegando a quintuplicarse", afirma Vicente Gracia, desde la patronal zaragozana.

Subsectores como el de la alimentación fresca, que dispone de cámaras frigoríficas, las panaderías, tintorerías, peluquerías o lavanderías figuran entre las que más sufren la subida de precios. "Desde que se puso el tope del gas, que luego nos lo pasan por la factura de la luz, esta ha venido incrementándose", denuncia Gracia, que cree que "eso no tiene visos de bajar". Desde el colectivo ya han trasladado al Gobierno central la necesidad de adoptar más medias para reducir los costes de la luz y gas, por ejemplo, aprobar ayudas para afrontar los gastos de los cambios que tengan que hacer para mejorar la eficiencia. 

"Las familias llevamos mucho tiempo haciendo cosas para reducir el consumo. Tienen poco margen" (José Ángel Oliván, Ucaragón)

"En los hogares va a ser difícil reducir el consumo", reconoce José Ángel Oliván, presidente de la asociación de consumidores Ucaragón, tras el dato de crecimiento hasta septiembre. La demanda subió hasta septiembre en el sector residencial, a pesar del precio de la electricidad, porque "las familias llevamos mucho tiempo haciendo cosas para reducir el consumo", indica, en referencia a cambios como las bombillas de bajo consumo o el aislamiento de las casas con mejores ventanas. La subida del consumo en lo que va de año la achaca a las olas de calor de un verano con varia semanas "por encima de los 40 grados y noches de más de 20 grados". El aire acondicionado ha sido necesario y para quien no tenía se recurrió a los ventiladores, que han experimentado un 'boom' de ventas este verano.

"Las familias tienen poco margen", afirma Oliván, que confía en que los precios se vayan moderando, aunque la temporada fuerte de consumo llegará con el encendido de las calefacciones a partir de este mes.

 

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