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Las peñas de Zaragoza recuperan su animado maratón de charangas

Sin un recinto propio desde hace años, algunas peñas adoptan el Espacio Zity como su casa. Otras agradecen las altas temperaturas para poder inundar las calles.

Las charangas llevan varios días poniendo las calles patas arriba.
Los peñistas llevan varios días poniendo las calles patas arriba.
Guillermo Mestre

Lo de las peñas en fiestas es un ‘non stop’. Que si el pregón, las vaquillas, los almuerzos, los pasacalles y, por la noche, una patatica asada en las ferias antes de acabar de verbena. Una sucesión de madrugones y ‘trasnoches’ sin descanso, para volver a demostrar durante nueve días que las fiestas no serían lo mismo sin ellas. Este martes, los peñistas ya velan armas para el maratón de charangas de mañana miércoles 11 de octubre (se concentrarán en la plaza de Aragón a eso de las 19.30), pero antes volverán a dejarse ver por los diferentes escenarios festivos, a pesar de que hace años que no tienen suerte con los recintos y no han hallado un espacio propio.

Interpeñas lo intentó hasta el último momento con su apuesta por el Parque Deportivo Ebro, pero la propuesta finalmente no cuajó. Por su parte, la Unión Peñista sí tiene un acuerdo con el adjudicatario desde 2018 del Espacio Zity, lo que permite que sus federados vean las carpas de Valdespatera como una «segunda casa», en palabras de Jorge Gracia, integrantes de Los Marinos y presidente de la UPZ.

«El primer fin de semana ha sido muy intenso y estamos muy felices. El pregón que vivimos el sábado con los intérpretes de ‘Oregón Televisión’ fue impresionante y pusieron el listón altísimo. Nos hicieron vivir un momento inolvidable», dice Gracia, aún con la voz un poco perjudicada. Su federación aglutina a unos 8.000 socios repartidos en 15 peñas, contando con la incorporación el pasado mes de marzo de L’Albarda.

Por su parte, la Federación Interpeñas aporta otros 7.000 peñistas más a la causa, que estos días se han dejado ver por los diversos pregones, los circos, las ferias, los ‘food-trucks’ de Echegaray o por la Oktoberfest del parque de Atracciones, donde la federación ha conseguido descuentos para sus integrantes. «También hay muchos más actos, menos vistosos y llamativos en los que estamos presentes», apunta Sergio Gómez, vocal de la junta directiva de Interpeñas. Como botones de muestra, cita dos ejemplos de actividades «muy emotivas, aunque en espacios reducidos». Ayer mismo representantes de Interpeñas visitaron las instalaciones del Centro de Atención de Minusvalías Psíquicas y lo hicieron con una charanga y con su peñista de honor, Carlos Sanz. Hoy tiene previsto acudir al centro de convivencia de mayores Pedro Laín Entralgo, repitiendo dispositivo con la única intención de «intentar llevarles un trocito de alegría de las fiestas».

"La pandemia puso en un brete a algunas peñas, pero también espoleó las ganas de fiesta", explican

«Este 2023, después de que nuestra propuesta del Parque Deportivo Ebro no saliera adelante, estamos reuniéndonos en las sedes de cada una de las peñas y, también, en las calles, aprovechando el buen tiempo y las altas temperaturas», comenta Gómez. «Aunque sea en nuestros locales, lo importa es el sentimiento y el ser conscientes de que integrar una peña es formar parte de una familia bien avenida», añade, sin perder «la ilusión» de que Interpeñas pueda encontrar tarde o temprano un recinto para sus celebraciones.

Es esta una reivindicación sempiterna que se remonta, al menos, a los años de los primeros mandatos del exalcalde Juan Alberto Belloch. Quienes ya peinan canas recuerdan que Interpeñas ha formado parte del espíritu de las fiestas en los últimos 40 años y repasan, incluso, algunos extintos escenarios que azuzan la nostalgia.

Escenarios de nostalgia

«Interpeñas organizó sus primeras verbenas del Pilar en un pabellón en la avenida de San José», recuerdan. A principios de los 80, fue muy popular el pabellón El Urbano, que montaban las peñas Forca y El Rebullo en el paso subterráneo de Cesáreo Alierta. Después, pasaron por otros lugares: el cuartel Palafox (ahora sede de la Policía Local, en Domingo Miral), las antiguas cocheras de Tuzsa (en la avenida de Miguel Servet), la Chimenea (Margen Izquierda, cerca de Kasan), Miguel Servet frente a Veterinaria y, desde 2008, el parquin norte de la Expo, un terreno cedido por la DGA, con el visto bueno del Ayuntamiento. En este punto reunían cada noche a 30.000 personas, que era el aforo máximo que les permitían.

La ubicación de Interpeñas siempre estuvo rodeada de polémica y la orfandad de un espacio propio en los últimos años ha jugado en contra de la Federación. «La pandemia también fue un arma de doble filo», dice Gómez, que considera que, por un lado, hizo que algunas peñas pasaran apuros por la falta de actividad, pero –por otro– espoleó también las ganas de fiesta y evidenció lo importantes que son estos colectivos no solo en el Pilar, sino también en Carnaval, el Jueves Lardero, carreras populares, concursos de pop y rock...

Los descuentos para las ferias y las vaquillas son un buen reclamo para captar fiesteros

Las calles y las plazas son el espacio natural de los peñistas, que este Pilar no podrán quejarse ni de la lluvia ni de la rasca que, en ediciones anteriores, ha provocado el cierzo. «Como siga haciendo este calor, algunos peñistas ya han dicho que sus chaquetas recias y personalizadas con parches van a pasar a ser una pieza de museo», bromea Gómez.

¿Han perdido músculo las peñas en los últimos años? Es cierto que en lo que a número total de afiliados se refiere (hoy son unos 15.000 sumando ambas federaciones) ha habido un pequeño bajón respecto a los primeros dosmiles, pero tampoco lo es menos que no hay ciudad del tamaño de Zaragoza con una ‘hinchada’ tan nutrida y fiel. En Twitter (perdón, en X) se ha viralizado estos días una imagen de la plaza del Pilar a rebosar durante el pregón. Algunos ‘analistas’ de redes han comentado que la capital del Ebro es la única gran ciudad que mantiene en su arranque la tradición de unas fiestas de pueblo: reunir en un pregón a (todos) los vecinos en la plaza central.

Suculentos descuentos

De esto tienen buena parte de ‘culpa’ las peñas que, como se ha dicho, intentan atraer a su vera a nuevos socios con una completa oferta de actividades y, también, con suculentos descuentos para muchos de los actos de las fiestas. «En muchas asociaciones no hace falta siquiera comprar una camisola. Basta con estar asociado, pagar la tasa anual y tener ‘la matrícula’ de la peña», explica Marta Losada, que no se pierde unos Pilares sin los Goyescos. Para acceder al Espacio Zity, por ejemplo, los abonos le han salido por unos 90 euros, más otros 60 para bebidas. «Pero hay muchas más ventajas económicas –explica–. Por ejemplo, en las ferias, si un ‘ticket’ para una atracción cualquiera cuesta unos 4 o 5 euros, los peñistas pueden disfrutar de los carruseles y las norias por 2,50». 

Parecido ocurre con las entradas para las vaquillas: en lugar de pagar los 12 que cuestan las entradas generales, los peñistas pueden entrar a la plaza por 4. En los ‘food trucks’ también existe el «bono ahorro» y algunos espectáculos como el ‘Circo del tormento’ también ofrecen más facilidades a quienes disfrutan tirándose de la moto y entonando el ‘Amapola’.

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