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Un muro contra el machismo en la música: "¿Te puedes subir la blusa? Tu escote me está desconcentrando"

El grupo feminista del Conservatorio Superior de Música de Aragón ha ideado esta iniciativa para visibilizar testimonios y situaciones que se hayan vivido en este y otros contextos educativos. 

Varias alumnas del Conservatorio Superior de Música de Aragón, junto al muro feminista.
De izquierda a derecha, Alba Franco, Sara Segura, Lucía Viana e Irene Miguel, alumnas del Conservatorio Superior de Música de Aragón, junto al muro feminista.
Oliver Duch

"¿Cómo no voy a venir con ganas a dar clase si tengo estos bombones como alumnas?", "Esta trompetista está donde está solo porque está buena" o "¿Te puedes subir la blusa? Tu escote me está desconcentrando" son solo algunas de las muchas declaraciones que se pueden encontrar en el muro feminista del Conservatorio Superior de Música de Aragón (CSMA).

La iniciativa, que parte de un grupo de alumnas del centro, busca sensibilizar acerca de este tipo de situaciones, "por desgracia frecuentes" en algunas aulas, visibilizando varios de los testimonios, comentarios o situaciones vividas por decenas de mujeres en el ámbito de los conservatorios en general, y no solo en el que alberga este cartel de denuncia social.

"Pedimos comunicación y respeto para conseguir la igualdad", afirma Lucía Viana, una estudiante cordobesa que cursa tercer año de flauta travesera y es miembro del Grupo Feminista del CSMA.

En su clase sucede que son mayoría de alumnas, "y el ambiente cambia totalmente" -reconoce esta joven-, pero no ocurre así con otros instrumentos, donde ellas siguen siendo minoría y tienen que lidiar con comentarios despectivos o de índole machista como los que aparecen en el cartel. Esta situación de desequilibrio en el número de alumnos suele darse sobre todo en instrumentos de viento metal. "En trombón solo hay una alumna; en percusión son un par, y en trompeta, por ejemplo, hay solamente una chica y todos los demás son chicos. Directoras de orquesta no hay ninguna. Son siempre las disciplinas en las que menos alumnas hay", explican desde el grupo feminista Akelarre, que busca por medio de esta iniciativa concienciar sobre situaciones que a menudo pueden pasar "desapercibidas" mientras que en otros casos cuentan con el respaldo de otros compañeros a los que por medio de este muro tratan de llegar.

"Hay casos en los que, por ejemplo, si en una clase hay una chica y todos los demás son chicos algunas veces el profesor no la toma en serio o piensa: 'Ya está aquí la feminista de turno', y los alumnos le ríen la gracia. Nosotras pensamos que los chicos pueden ser el 'intermediario' para denunciar ciertas situaciones, aunque no sea en el momento en el que ocurren. Puede ser más tarde, en privado. También se puede contactar con la Junta Directiva. Hay alternativas", señala otra alumna del grupo feminista, cuyo objetivo -reiteran- es concienciar para evitar que este tipo de situaciones se den en las aulas de música.

"A los alumnos a veces les decimos que hablen con sus compañeras o les pregunten cómo están tras escuchar comentarios de este tipo", subraya Viena, que para dar cuenta de esta problemática escribió una carta a HERALDO en la que denunciaba actitudes generales que se han visibilizado por medio de este mural. 

"Siguen tratando de hacernos creer que no es para tanto. 'Es que algunos profesores son así, chapados a la antigua'. No es para tanto que te manoseen o invadan tu espacio, aunque estéis tú y él solos en clase. No es para tanto que no se tomen en serio a las directoras, las percusionistas o las instrumentistas de viento metal. O que se crean con derecho a comentar cómo vas vestida o cuánta piel enseñas. 'Es por tu bien, el público se puede distraer'. No es para tanto que nuestros propios compañeros les rían las gracias. No es para tanto sufrir ansiedad al entrar en clase, que las juntas directivas hagan oídos sordos o que los profesores con varias denuncias sigan dando clase. No es para tanto", ironizaba esta alumna en una misiva enviada a este diario.

Resurgir tras la pandemia

Tras la pandemia, este grupo de alumnas ha encontrado la oportunidad de retomar un proyecto que pusieron en marcha por primera vez en el año 2019, y al que ahora tratan de sumar nuevos apoyos. "Está hecho para visibilizar toda esta situación que no solo pasa en nuestro conservatorio, sino en el ambiente de la música clásica. Aquí tenemos la suerte de tener este grupo, que creó este muro feminista y tuvo mucha repercusión el primer año. Pero con la situación derivada de la covid se quedó parado y no cumplió la función que tenía de que la gente se concienciase y viera realmente lo que estaba pasando", explica por su parte Sara Segura, una madrileña que estudia en este conservatorio de Zaragoza su cuarto año de trompeta. Con el "resurgir" del muro feminista, en el que participó ya el primer año, quieren mostrar al exterior una situación que han vivido de cerca muchas de ellas. 

Patricia Barreiro, estudiante de segundo de fagot, cuenta que la idea es poder exponerlo a final de curso haciendo un micro abierto en el hall del conservatorio para tratar de llegar a más gente. "Suponemos que aún no ha impactado todo lo que debería y para nosotras es importante darle voz a esta cuestión", afirma esta alumna de Lugo, que también ha hecho sus propias aportaciones al muro. "He apuntado tanto cosas que me han pasado en el Superior como hace muchos años, cuando tuve un profesor que había sido denunciado por acoso a una alumna. A ese profesor lo habían echado del conservatorio profesional en el que ejercía antes de llegar al mío, pero seguía dando clase en otros centros del país. Esa fue la situación con la que tuve que convivivr un año antes de venir a Zaragoza, y se recoge también en el muro", relata esta joven, que destaca también el apoyo que están recibiendo por parte de varios docentes del centro.

"Hay profesoras que se han sensibilizado mucho y nos han apoyado desde el principio, como por ejemplo María de los Llanos, que ha estado ahí para hablar de todo esto y ayudarnos. Al final, somos alumnas que han vivido diferentes situaciones, pero no sabemos cómo funciona el sistema. Necesitamos gente que nos guíe, que nos ayude, y ella ha sido el pilar fundamental que hemos tenido, aunque también ha habido otros profesores que nos han dado ideas. Nos dicen que debería anunciarse porque son situaciones personales que han pasado pero que seguimos viendo", añade esta estudiante.

Apoyo del profesorado

Al muro feminista, que lleva desde mediados de curso en la sala de alumnos para que cada persona, de manera anónima, comparta su testimonio o comentarios sobre situaciones vividas en el ámbito de los conservatorios, se han ido sumando desde estudiantes a docentes del centro que han mostrado su respaldo a este proyecto. 

"Hace un par de semanas quedamos para hacer una especie de debate porque tras leer algunos mensajes habíamos quedado bastante tocadas y tocados todos. Vinieron incluso dos profesores que se habían enterado y hablamos sobre el tema. También se acercaron muchos chicos y empatizaron muchísimo. Se lanzaron preguntas al aire y estuvo muy bien para concienciar sobre este tipo de actitudes", señalan desde el grupo feminista del conservatorio, que pone como ejemplo algunas de las situaciones generales expuestas en esa charla. Entre ellas, el miedo de algunos alumnos a no reir las gracias o el de varios docentes que han vivido situaciones de este tipo y quisieron compartirlas. "A veces los compañeros son conscientes de estos comentarios pero otras muchas veces no, y nos decían que no sabían qué hacer cuando un profesor dice algo así en clase, porque como alumno te da mucho respeto. Lo hablamos con ellos y les explicamos que tampoco hay que martirizarse, pero sí que es cierto que a veces ellos pueden ser la herramienta que tenemos las chicas como mediación con el profesor", apuntan varias alumnas.

Varias alumnas del grupo feminista del Conservatorio Superior de Música de Aragón han impulsado esta iniciativa.
Varias alumnas del grupo feminista del Conservatorio Superior de Música de Aragón han impulsado esta iniciativa.
Oliver Duch

Entre los comentarios que hay escritos desde que empezó la iniciativa, en el mes de febrero, predominan los mensajes que hacen alusión a la vestimenta de las alumnas. "También hay de tocamientos por parte de profesores, de directores de orquesta... incluso de profesores de Secundaria, no de Universidad. Hay también testimonios de relaciones sexuales -algunas no consentidas o que estuvieron a punto de suceder-, y comentarios rancios, en general, o que revelan que no se nos toma en serio. Algunos sucedieron aquí y otros en el conservatorio profesional de cada una", puntualizan varias alumnas al explicar que no hay un protocolo "establecido" sobre quién puede escribir en el muro. "Es anónimo, pero en teoría todo está escrito por alumnos y lo puede ver quien quiera. Un día apareció con un mensaje de "aquí se viene a estudiar", y nosotras completamos la frase y pusimos: "(,) no a acosar a compañeras". Otro comentario que se empezó a escuchar mucho cuando salíamos de fiesta los alumnos era: 'Cuidado con lo que haces, que mañana aparecerá en el muro'. Sí que ha habido cierta reacción", reconocen las impulsoras de esta iniciativa, cuya idea era hacer después una campaña de sensibilización. "Los profesores que acudieron al debate nos animaron a ello", confiesan. 

María de los Llanos Martínez, profesora de Técnica vocal e Historia del Arte, se ha convertido para este grupo feminista en un "apoyo incondicional". De hecho, en febrero la propusieron como coordinadora de Igualdad, un cargo que hasta ahora no existía en el conservatorio y que se está implementando también en otros centros educativos de Aragón. 

"Estamos muy coordinados con el grupo de mujeres y con todo el alumnado para encontrar un plan que se adecúe a nuestra situación. En España solamente hay un conservatorio superior, en Vigo, que tiene un Plan de Igualdad, y estamos en contacto con ellos intentando adaptarlo porque la legislación es diferente", añade esta profesora, que valora "positivamente" el trabajo realizado en esta línea por este grupo feminista.

"Me parece que es una manera de visibilizar y encontrar un lugar seguro donde las alumnas y también los alumnos tengan la oportunidad de expresarse y encontrar eco a sus preocupaciones y a aquellas situaciones en las que se ven envueltos y no saben cómo gestionar. El muro es una solución de conjunto, y siempre está bien a nivel colaborativo ver cómo se apoyan todos. Los profesores debemos apoyar estas iniciativas, estar a su lado y acompañarlos en este proceso", defiende esta profesora, que ve en el muro feminista un "revulsivo" para hacer que la gente se dé cuenta de algo que "está pasando".   

Plan de igualdad

Para prevenir y abordar este tipo de situaciones, el Conservatorio Superior de Música de Aragón, que cuenta con 272 alumnos inscritos -133 hombres y 139 mujeres-, se haya inmerso en el diseño de un Plan de Igualdad que pretende implementar al curso que viene. Dicho proyecto se enmarca dentro de la comisión formada por alumnas del centro, la profesora María de los Llanos Martínez, representante de Igualdad, la jefa de estudios y el director del CSMA, que ha puesto en marcha distintas iniciativas en esta línea desde que cambiara el equipo directivo, que ha entrado nuevo este curso. "Estamos considerando la posibilidad de estar en contacto con la Universidad y hacer alguna actuación conjunta para ponernos al nivel de lo que nos requiere la administración y los chicos y las chicas lo antes posible", informa Martínez.

Para ello, se creó en septiembre de 2021 una comisión de Igualdad y se está trabajando en el documento oficial que quieren poner en marcha al curso que viene. 

Además, desde la Dirección General de Planificación y Equidad del Gobierno de Aragón han convocado una dotación extraordinaria para reforzar este tipo de proyectos. "Nos han convocado este jueves y vamos a solicitar el dinero para el desarrollo del plan. Esa partida, en concreto, irá destinada a acciones organizativas, a la creación de espacios de igualdad en el centro, para potenciar estructuras de apoyo a este tipo de convivencia que tenemos en el conservatorio", adelanta Fran Balsera, director del CSMA. 

Entre otros proyectos cita también la posibilidad de hacer grupos de prensa sobre este tema o la adquisición de bibliografía específica. También la formación al profesorado o la creación de un protocolo que permita actuar frente a las situaciones de acoso que se puedan dar. "Otros años, por ejemplo, la partida de formación se dedicó a las TIC, que fueron tan necesarias con el tema del confinamiento. Ahora que esto ha pasado, queremos resaltar en la formación todos estos planes de igualdad, que cuentan con nuestro apoyo. Sabemos que a raíz de la pandemia las actividades de la asociación (Akelarre) disminuyeron bastante, y nosotros teníamos claro que queríamos impulsar estos temas. Se han hecho así sesiones de micrófono abierto en el conservatorio con el apoyo del equipo. Y como todos los planes, todos son mejorables. Pero es cierto que hay una sensibilidad", subraya el director del conservatorio, que en relación al muro feminista matiza que se recogen "experiencias que han tenido los alumnos, en general", puesto que en el caso de que se dé un caso de acoso dentro del centro, los afectados deben recurrir a la comisión de Igualdad para ponerlo en conocimiento de los responsables de la misma. "Los alumnos saben que tienen este recurso para poner en marcha los mecanismos pertinentes y que estamos aquí para ayudar", concluye Balsera. 

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