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Los límites de Zaragoza: Santa Fe, Villarrapa y otras situaciones pintorescas del confinamiento perimetral

Las fronteras de los distritos urbanos y rurales de Zaragoza siempre han sido objeto de discusión. El confinamiento perimetral que se prolongará -al menos- hasta el día 30 está poniendo de manifiesto algunas anomalías geográficas.

Montaje de la gran maqueta de Zaragoza en el vestíbulo del Ayuntamiento.
Montaje de la gran maqueta de Zaragoza en el vestíbulo del Ayuntamiento.
José Miguel Marco

Los vecinos de Casetas y Utebo llevan semanas de compleja convivencia. Y no porque tengan problemas de vecindad, que no los tienen, sino porque el confinamiento perimetral para luchar contra la expansión del coronavirus están haciendo de las suyas. Casetas es barrio rural y Utebo, municipio, con lo que las restricciones hacen que no se pueda ir de uno a otro a tomar un café o hacer la compra. Es cierto que no hay severos controles a uno y a otro lado de la ‘frontera’, pero en buena lid los vecinos de ambas localidades deberían interactuar lo mínimo posible. La configuración de Zaragoza, una de las ciudades con más extensión del área metropolitana de España, hace que se den este tipo de situaciones, poco habituales pero no únicas.

Hay muchos más casos, que hacen referencia -sobre todo- a los 14 barrios rurales en los que viven más de 30.000 personas porque es posible estar en Zaragoza capital, aunque a 20 kilómetros de la plaza de España. Es el caso de Villarrapa, que compite con Torrecilla de Valmadrid por ser el barrio rural más alejado del núcleo urbano. A un costado de la autovía de Logroño, le separan 300 metros escasos de La Joyosa y apenas un kilómetro de Pinseque, pero, a diferencia de estos, Villarrapa es Zaragoza.

“Vamos a La Joyosa al consultorio, claro. Bueno, alguna vez también se llama al médico si el enfermo no puede desplazarse”, cuenta el alcalde de Villarrapa, el socialista Luis Ochoa Méndiz. En el barrio rural apenas ha habido dos contagios prácticamente asintomáticos en la primera ola de la pandemia de entre los 200 habitantes que en la actualidad lo pueblan. En ningún momento se han visto controles de carretera porque “es obligado desplazarse, dado que aquí no tenemos ni farmacia ni tiendas”, explica Ochoa. Además, el pasado febrero, el primer edil tuvo que cerrar ‘sine die’ el centro cívico que hacía las veces de bar y ahora “para echarse un café hay que ir hasta Casetas”, comentan los vecinos.

Una de las calles del 'lejano' barrio rural de Villarrapa.
Una de las calles del 'lejano' barrio rural de Villarrapa.
José Miguel Marco

Curioso es también el caso de Santa Fe, con su monasterio cisterciense, que es una pedanía pasada Cuarte de Huerva, a unos 12 kilómetros del centro de Zaragoza, pero que depende administrativamente del distrito de Casablanca. Cuando hace un par de años se creó el llamado Distrito Sur hubo mucho debate sobre si debía incorporarse a este (del que forman parte Rosales, Valdespartera, Montecanal y Arcosur), pero finalmente se quedó como Casablanca, al igual que la Fuente de la Junquera y la Ciudad del Deporte. Llamativo es también que este distrito -asentado y plenamente- urbano tiene un tercio menos de población que los nuevos barrios del sur, que quedan bastante más alejados del eje de, por ejemplo, la calle de Embarcadero. La segregación del Distrito Sur de Casablanca ha sido el único cambio de la configuración administrativa de la ciudad en los últimos 15 años. El anterior más reciente fue la incorporación de Miralbueno como distrito en 2005, ya que hasta entonces era barrio rural. 

La excepción de Santa Fe permite a sus habitantes ir a Zaragoza sin límite, mientras que a sus vecinos de Cuarte de Huerva, más próximos a la capital aragonesa, solo se les permite en los casos en que está justificado. 

La concejal popular Paloma Espinosa, responsable de Barrios Rurales, dice no tener constancia de quejas de alcaldes ni conocimiento de problemas que se hayan dado con las restricciones, más allá de las complicaciones en algunas rutinas del día a día en el límite entre Casetas y Utebo. Cuentan los vecinos que más de una vez sí se ha visto a la Guardia Civil controlando los accesos y, también, a la Policía Local de Utebo, apostados en la rotonda, para que los vecinos de Zaragoza no lleguen hasta un Alcampo que queda fuera de su alcance, según los límites actualmente permitidos.

La última vez que se puso sobre la mesa el debate de los límites de la ciudad fue a raíz de la creación de este Distrito Sur y de un informe de la Cátedra del Territorio, Sociedad y Visualización Geográfica de la Universidad de Zaragoza. El Consistorio y los especialistas en análisis territorial estudiaron milímetro a milímetro el mapa de la capital para contemplar la vigencia (o no) de las fronteras administrativas que se establecieron a mitad del siglo XX. En 1968, por ejemplo, solo existían constituidos como tal los barrios de Casco Viejo, Magdalena, Las Fuentes, San José, Ensanche, Universidad, Casablanca, La Almozara, San Pablo, Delicias y Arrabal. El resto eran todo “polígonos urbanísticos”. Estas consideraciones han ido variando a lo largo de los años (en el primer reglamento de Participación Ciudadana, en 1982, se dibujaron diez distritos), hasta dar con los actuales 15 barrios urbanos y 14 rurales.

MONASTERIO DE SANTA FE ( ZARAGOZA ) / 05/07/2016 / FOTO : OLIVER DUCH[[[HA ARCHIVO]]]
El monasterio cisterciense de Santa Fe, que depende del barrio zaragozano de Casablanca.
Oliver Duch

Cuentan los investigadores, capitaneados por el profesor Ángel Pueyo, que la división actual no tiene por qué ser la mejor y que el gran crecimiento urbano de las últimas décadas invitaría a aplicar “otro modelo más funcional” -acaso- con macrodistritos: de esta manera los 15 barrios actuales se convertirían en solo cuatro o cinco. También comentan curiosidades como que los límites de Miralbueno no están fijados oficialmente en ningún documento municipal y que la linde de este del distrito con Oliver-Valdefierro es también muy confusa porque transcurre en zigzag. La revisión de los límites permite comprobar que hay elementos que antes hacían de frontera natural que ahora ya no existen. Por ejemplo, las vías del ferrocarril en Las Delicias, cuya nueva delimitación se sitúa en la avenida de Navarra. Aquí se da también una curiosa circunstancia y es que la estación Delicias está, en realidad, en La Almozara.

Pero, ¿qué dice el BOA respecto a los confinamientos perimetrales de, por ejemplo, Alfocea, Juslibol o Monzalbarba? ¿Les afectan las medidas de Zaragoza capital? El texto legal no hace distinción, por lo que Monzalbarba y el resto de barrios rurales están bajo confinamiento perimetral al igual que Zaragoza. Se puede viajar y salir solo con causas justificadas (ir a trabajar o a la Universidad) y sí está permitida la movilidad entre unos y otros pero, supuestamente, sin cruzar otras localidades, con lo que si los barrios no están pegados unos a otros (que no lo están) sería como viajar con Schöedinger de copiloto. Un dato curioso es que a 1 de enero de 2020, aún cuando no se había desatado la pandemia, nueve de los catorce barrios rurales habían ganado población respecto al año anterior, según el Observatorio de Estadística del Ayuntamiento. Si pudiera viajarse, la tendencia sería ahora mucho más acusada porque todos los indicadores señalan que, con la amenaza del confinamiento, se valora cada vez más poseer una vivienda en áreas alejadas de las ciudades.

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