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Las tiendas de Alcorisa, en la cumbre del comercio justo de España
Alcorisa ha conseguido un galardón a nivel nacional por el fomento del comercio justo en los negocios de sus calles.
Las piedras del calvario de Alcorisa son cimientos para contar la Semana Santa en la localidad, mientras que las 'piedrecicas del Calvario' y otros muchos productos que se venden en este pueblo edifican un compromiso con la sostenibilidad y la ética. Las dulces 'piedrecicas' salen del obrador de chocolate de Isabel Félez. "Todo nuestro chocolate es artesano y certificado por agricultura ecológica y comercio justo. La idea era no quedarnos en el aspecto estético y organoléptico, sino que la calidad englobase también a las personas que hay detrás y más en producto como el cacao que tiene una historia tan oscura de trabajo infantil, esclavitud o explotación", cuenta Isabel. Con estos principios, Chocolates Artesanos Isabel es una de las empresas que participa en el grupo de trabajo de comercio justo que nació a finales de 2019 en Alcorisa. Menos de un año ha sido tiempo suficiente para que este pueblo turolense se ponga en el mapa del comercio justo con el esfuerzo de entes públicos, privados y sociales de la localidad.
El pasado 29 de octubre recibieron un premio por sus iniciativas de apoyo a la producción y comercio local, ecológico y justo dentro del V Encuentro de Ciudades y Pueblos por el Comercio Justo. Alcorisa ha sido el único núcleo rural de España que se ha alzado con un reconocimiento; León, Córdoba y Sagunto completan el podio.
Seis mujeres lideran todas el proyecto, aunque todo el pueblo en general se ha implicado, tal y como agradecen ellas. La sintonía entre Chocolates Artesanos Isabel, la Asociación Empresarial de Alcorisa, el Centro de Adultos CPEPA, Cáritas y el Ayuntamiento ha sido "clave". "Estamos muy ilusionadas y sorprendidas de haber recibido este premio a nivel estatal porque la andadura del comercio justo en Alcorisa no es amplia", reconoce entusiasmada Romina Formento, concejala de Comercio de la localidad. El mismo sentimiento demuestra María Tello, de Espacio con Corazón –de Cáritas-, pieza fundamental del proyecto. "Ha tenido muy buena acogida, tanto los productos como las cestas de artesanía", cuenta Tello, trabajadora social de la entidad en Alcorisa.
En este pueblo, el comercio justo está a pie de calle, en la decena de tiendas y empresas que apuestan activamente por él. "Realmente el comercio de proximidad y el justo tienen que ir muy unidos. Comparten los mismos valores. En nuestro obrador, por ejemplo, trabajamos de comercio justo lo que no se puede cultivar de proximidad, como el cacao o el azúcar que viene certificado de zonas tropicales. Pero al mismo tiempo trabajamos con materia prima de la zona y más teniendo en cuenta dónde nos encontramos. El medio rural de Teruel acusa una despoblación muy grave", explica Isabel. Un planteamiento que apoya la concejala del área: "El comercio justo puede ser con productos de Perú o de aquí al lado, de Mas de las Matas, por ejemplo". Desde el Consistorio han ideado varias campañas para incentivar las compras en establecimientos locales. "El comercio de proximidad en Alcorisa es una forma de vida para aquellos que han decidido quedarse a vivir aquí y que no trabajan por cuenta ajena", añade Formento.
Los alcorisanos apuestan por comprar justo, tal y como señalan desde los comercios consultados, y además sus productos cruzan fronteras. "La aceptación ha sido muy buena, pero no podemos vivir solo de Alcorisa porque somos muchas personas trabajando en el obrador. Vendemos nuestro producto por toda España y en otros países de Europa", reconoce Isabel Félez.
El comercio justo en la provincia turolense
Sara Salvador coordina el proyecto comercio justo de Cáritas Teruel. Salvador recuerda que hace años que vieron que este tipo de productos era "una posibilidad para trabajar la cooperación internacional de manera continuada". "Compramos productos a importadoras y una parte del importe se invierte en cooperativas de los productores en los países de origen. Es una manera de ofrecer un producto de calidad y colaborar con proyectos de cooperación", sostiene Sara.
La pandemia ha suspendido ferias y algunos puntos de venta gestionados por voluntarios han cerrado temporalmente. Ha sido el caso de Cella, Mosqueruela, Calamocha, Utrillas o Albarracín. Alcorisa es el único punto de venta fijo que Cáritas mantiene abierto en el mundo rural, gestionado por María y tres voluntarias, hasta donde llega público de Andorra, Mas de las Matas, Alcañiz o Molinos. Desde el Espacio Con Corazón celebran que, a pesar de la coyuntura actual, el cliente de su comercio sea "fiel" y acuda por la "calidad de los productos".
Por ello, a raíz de la pandemia se han lanzado a nuevos retos, como ofertar las compras a domicilio. "En la capital turolense comenzamos con Mercabarrios, una agrupación de distintos comercios sin venta online. Esto nos ha posibilitado llegar a personas que no conocían el comercio justo. Ahora también salimos al mercado ambulante, que es algo que tampoco habíamos hecho antes. Si la gente no puede venir a tienda, salimos nosotros", cuenta Salvador.
