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Ruta por los prados y bosques del alto Alfambra, en el Parque Cultural del Chopo Cabecero
Entre las comarcas de Gúdar y Maestrazgo, el sendero GR-199 atraviesa prados de montaña, pinares, manantiales, cascadas y huertos en un recorrido lineal de 16 kilómetros.
En pleno Parque Cultural del Chopo Cabecero, entre Gúdar-Javalambre y el Maestrazgo, el sendero GR-199 atraviesa los prados y bosques del alto Alfambra. La ruta que se propone parte desde el nacimiento de este río y llega hasta la localidad de Allepuz, conectando estas dos comarcas turolenses. La propuesta tiene una duración de unas cuatro horas, con 15,7 kilómetros de recorrido durante los que se alcanzará una altura de 1.600 metros.
Aunque cualquier época es buena para realizar esta actividad, en primavera, la vegetación está en su máximo esplendor; y en verano o invierno, si en los meses previos ha llovido en abundancia, se activan los manantiales de los Caños. Este es uno de los principales atractivos de la ruta, ya que se puede ver cómo el agua brota a través de las surgencias de la roca. Para llegar hasta allí, la ruta pasa por prados de montaña y pinares, pero también por manantiales y cascadas, huertos, masías y roquedos. El itinerario es lineal y el regreso se produce desandando lo andado.
El Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra se sitúa al sur de la cordillera Ibérica y, gracias al aprovechamiento histórico de sus recursos naturales, alberga hoy en día un importante patrimonio cultural y natural. En la zona, la economía se ha orientado desde siempre a la ganadería ovina y a la elaboración de la lana por lo que parte de los bosques que poblaban este territorio se tuvieron que transformar en praderas donde los rebaños pudieran pastar. Al mismo tiempo, también se necesitaba madera, por lo que se plantaron miles de chopos y a gestionarlo como trasmochos, es decir, talados de un forma peculiar para que pudieran crecer más. Ambas circunstancias han dado como resultado el paisaje actual en esta zona de Teruel: la mayor masa de chopo cabecero de Europa salpicada de verdes prados.
Para poder sumergirse en este ecosistema único, existe el GR-199, un sendero de nueva creación que acompaña al río Alfambra desde su nacimiento en la val de Motorritas, término municipal de Gúdar, hasta los Estrechos de los Alcamines, en Galve. En el transcurso, atraviesa también los de Allepuz, Jorcas, Aguilar del Alfambra y Camarillas, vertebrando el citado parque cultural.
Esta propuesta consiste en recorrer el primer tramo de dicho sendero, los casi 16 kilómetros señalizados entre la ermita de Santa Quiteria (Gúdar) y la del Loreto (Allepuz), balizados y con postes indicadores. A su paso por el término de Gúdar, el Alfambra es conocido como río Blanco. Aunque se cuenta con señales, el agua será la que guíe al senderista en esta caminata durante la que no será de extrañar cruzarse con vacas pastando y con rebaños de ovejas. Los prados están separados por muros de piedra seca y se van alternando con los bosques de esbeltos chopos. Ambos, pastos y masa arbórea, forman parte de lo que se considera como Lugar de Interés Comunitario (LIC) Maestrazgo y Sierra de Gúdar. La declaración se debe a las especies que alberga este hábitat, como la cruz genciana, una planta propia de algunas cordilleras europeas y que en la península solo se encuentra en la Ibérica y en los Pirineos. En cuanto a las aves, abundan los mirlos y los petirrojos.
Los Caños, un fenómeno hidrológico único
Otro de los grandes atractivos de esta ruta es el fenómeno hidrológico de los Caños. Es un 'trop plein', es decir, una surgencia de agua subterránea a presión a través de la roca muy poco habitual. En este entorno, después de meses de abundantes lluvias o con el deshielo en caso de nevadas, una docena de manantiales situados a media ladera descargan su caudal con energía y crean otros tantos pequeños arroyos que desembocan en el río Alfambra. Todo un espectáculo que se puede ver según la temporada y con un poco de suerte.
Junto al atractivo natural de esta propuesta, recorrer esta zona del Parque Cultural del Chopo Cabecero también es echar la vista atrás. En concreto, se mira a la Edad Media, cuando se construyeron las masías centenarias que salpican la zona. Están hechas mediante la técnica de piedra seca y en ellas había espacio de vivienda y también graneros y corrales. En concreto, en este primer tramo señalizado, se pasa por siete construcciones de este tipo.
En la parte final de esta caminata que va de ermita a ermita, el GR-199 abandona el curso del Alfambra y pasa junto al Mas de la Tejería. Sale a la carretera y, tras pasar por la granja escuela, la vieja fábrica de harinas y el Mas del Río Alto, ofrece la posibilidad de seguir hacia Jorcas o bien, como se plantea en esta actividad, desviarse para alcanzar el pueblo de Allepuz. El sendero sale al encuentro del río Sollavientos que, a los pocos metros, desemboca en el Alfambra y sigue su curso en ascenso en un tramo de muros de piedra seca y arbustos frondosos. Este, junto con la arboleda de chopos cabeceros del final de este río secundario son dos de los lugares más destacados de la ruta.
Para llegar a la ermita de Loreto, fin de la caminata, hay que cruzar el Alfambra por el puente de la carretera y tomar el desvío desde el GR-199 al sendero local de la dehesa de Allepuz. A partir de ahí, se asciende entre bancales por una antigua calzada en zig-zag que finaliza en el citado santuario.
