El alimento bajo en grasa y saciante que regula el tránsito intestinal
Se trata de una semilla con un alto valor proteíco de origen vegetal y abundantes minerales.
Los superalimentos han ganado popularidad por su densidad nutricional y sus potenciales beneficios para la salud. Entre estos, los cereales y semillas como el amaranto se destacan por su aporte nutricional o la Zostera, un cereal marino, que está ganando reconocimiento por sus notables beneficios para la salud intestinal y su capacidad antiinflamatoria.
Por su parte, el amaranto es una excelente fuente de proteínas de alta calidad, contiene todos los aminoácidos esenciales, lo que lo convierte en una opción ideal para vegetarianos y veganos. También es rico en fibra dietética, vitaminas (como la vitamina A, C, E y del complejo B) y minerales (como hierro, calcio, magnesio, fósforo y potasio).
De hecho, entre los cereales y pseudocereales el amaranto ocupa una posición destacada: con un 13,6% aporta casi el doble de proteínas que el arroz integral y supera al trigo (11,4%), al alforfón (10%) y al mijo (10,5%), según la revista especializada 'Cuerpo y Mente'.
Beneficios y propiedades del amaranto
El contenido en fibra del amaranto (6,7%) es superior al de la mayoría de los cereales y contribuye a la buena marcha del intestino y al cuidado de la microbiota o flora intestinal. Por tanto, se trata de un alimento saciante para picar entre horas, bajo en grasa y que ayuda, a la vez, a regular el tránsito intestinal.
Por otro lado, el amaranto contiene compuestos antioxidantes como polifenoles y flavonoides, que ayudan a proteger las células del cuerpo contra el estrés oxidativo y el daño causado por los radicales libres, lo que puede contribuir a la prevención de enfermedades crónicas y al envejecimiento prematuro.
No hay que olvidar que los fitoesteroles presentes en el amaranto pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol en sangre, lo que a su vez puede beneficiar la salud cardiovascular.
Cómo cocinar el amaranto
En la cocina, el amaranto hay que tratarlo como un cereal. Por tanto, se puede tomar tostado, hervido, hinchado, en forma de harina o germinado, y puede servir para preparar recetas tanto dulces como saladas. Eso sí, para cocerlo se precisa una proporción de dos tazas y media de agua por una de semillas y es importante tapar la olla mientras se cuece.
