gastronomía
Los restaurantes más recomendados para darse un homenaje cerca de las estaciones de esquí
En el entorno de las estaciones aragonesas se descubren decenas de establecimientos distinguidos.
La nevada del pasado fin de semana y del inicio de esta se prevé que permita abrir más kilómetros de pistas en los próximos días. De esta forma, seguramente el Pirineo aragonés se convierta en un destino para muchos aragoneses y visitantes durante este mes de enero. Deporte y gastronomía se dan la mano, ya que en el entorno de las estaciones se descubren bares y restaurantes que bien merecen desviarse ligeramente del itinerario general para comer o cenar allí.
En el mismo Formigal la gastronomía tiene nombre propio: Vidocq. Diego Herrero ha conseguido poner en el mapa de la cocina de alta montaña a Aragón con sus atrevidas propuestas que le han hecho merecedor de un sol Repsol y de ser mencionado en la guía Michelin. Además, recibió el premio CMG al cocinero más innovador. Estar a los pies de la estación hace que sean muchos los esquiadores que lo visitan, pero se puede comer durante todo el año.
"Muy abiertos", dicen que están en Roto, el restaurante que triunfa en Ibiza y que este es su primer invierno en Formigal. Este espacio se ha concebido para comer, tardear, bailar o cenar.
En Biescas, localidad muy frecuentada por aquellos que bajan las laderas de Formigal-Panticosa, se encuentran varios establecimientos de referencia en la provincia. En la guía Repsol y la de Lonely Planet recomiendan El Montañés, donde encontrar elaboraciones actuales de productos locales e internacionales en generosas raciones, como resaltó Michelin. Tiji Bar, en el mismo pueblo, también está distinguido con un solete. Venta Petruso, en Sallent de Gállego, pueden ser otra opción para los amantes del esquí de esta zona.
Si el hospedaje está en Sabiñánigo, Sardas está a unos cinco minutos en coche. Allí se ubica La Era de los Nogales, con el chef Toño Rodríguez, considerado uno de los mejores cocineros de España y de Aragón. Sorprende con sus divertidos fogones, distinguidos por las guías. En los últimos días ha anunciado nuevo menú.
El Boj de Canfranc Estación, en la carretera a Astún - Candanchú. La cocina del hotel Santa Cristina es de temporada, como ellos mismos la definen, "con especial atención al producto de Pirineo y aragonés", añaden, pero sin dejar de lado un toque actual. No falta una cuidada carta de vinos y propuestas vegetarianas.
Más abajo, en Jaca, son numerosos los establecimientos que ofrecen buenas propuestas para sentarse a la mesa, entre los que se distinguen La Cocina. Casa de comidas (recomendado por la guía de los soles) y Borda Chaca (con un solete). En las páginas de la guía de viajes de Lonely Planet también se menciona L’Airera, La Cadiera, La Lola, La Mamma, La Tasca de Ana y Las Tres Ranas.
Los que opten por la estación de Cerler, estarán cerca de Benasque y pueden deleitarse en El Fogaril, del Hotel Ciria, con un solete de Repsol, o en La Llardana, también con solete. A la lista se suman El Veedor de Viandas y La Parrilla -donde degustar asados, potajes o alcachofas rellenas de foie-. La guía Repsol también cita El diente de león, del Hotel Avenida bar restaurante, que luce un solete.
Por último, en Anciles se ofrecen verduras de proximidad y carne de caza en Ansils, un establecimiento que puede fardar de tener la mejor tapa de la provincia oscense, y Chongastán en Chía.
Quienes de camino a su lugar de origen tengan que pasar por la capital oscense, pueden hacer un alto en el vanguardista Espacio N, con estrella Michelin, que se encuentra en el interior de La Venta del Sotón, en Esquedas. También son destacados para la guía Repsol con un sol Lillas Pastia, del chef Carmelo Bosque, y Tatau, de Tonino Valiente y Arantxa Sáinz, en la misma ciudad de Huesca. Estos dos lucen estrella y la misma guía recomienda Las Torres, con una cocina tradicional pero actual, y El Origen, con su importante respaldo a los productos ecológicos de Aragón.
