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Un 2021 por debajo de las expectativas para la SD Huesca

Aunque en otras parcelas el club sigue creciendo, el primer equipo azulgrana no logró la salvación en Primera División y en la actualidad se sitúa en la mitad de la tabla en Segunda.

Pulido, rodilla en tierra, junto a Álvaro Fernández, en el partido con el Valencia que supuso el descenso.
Pulido, rodilla en tierra, junto a Álvaro Fernández, en el partido con el Valencia que supuso el descenso.
Rafael Gobantes

En la segunda vuelta de la temporada pasada no consiguió la permanencia en Primera División y durante la mayor parte del curso en marcha pensar en el ascenso ha sido más un anhelo que algo realmente tangible. Aunque en otras parcelas la SD Huesca ha continuado con su crecimiento, en lo que se refiere a su primer equipo, motor del club, lo cierto es que 2021 ha estado lejos de ser un buen año. En enero competía en la élite, a fecha de hoy, tras el 0-0 con el Alcorcón de su último partido, es undécimo en Segunda a cuatro puntos del ‘play off’.

En los últimos doce meses se han sentado en su banquillo cuatro entrenadores. Míchel Sánchez aún ostentaba el cargo en el despertar del año. Sin embargo, tras los tres primeros encuentros oficiales le pasó el bastón de mando a José Rojo ‘Pacheta’, que lo mantuvo veinte jornadas, hasta la finalización del ejercicio. Le sucedió, ya en la categoría de plata, Nacho Ambriz, que tras los doce primeros compromisos fue relevado por Xisco Muñoz, que ha dirigido al equipo en las últimas nueve citas ligueras y en dos eliminatorias de Copa. Con él la directiva confía en pelear por regresar a la élite y para ello se le va a dotar de mejores mimbres en el mercado de invierno; hasta cinco fichajes se quieren acometer. El balance general desde el 1 de enero es de doce victorias, trece tablas y 18 derrotas en 43 jornadas en el torneo de la regularidad y de un cruce solventado y dos tropiezos en el del KO.

Los azulgranas dieron la bienvenida a 2021 dando continuidad a su mal inicio de curso. Perdieron 0-1 con el Barcelona, después fueron eliminados en la Copa por el Alcoyano y acto seguido volvieron a hincar la rodilla con el Betis (0-2). Como consecuencia, Míchel, el entrenador con el que se había logrado el ascenso a la élite junto al título de campeón de Segunda División, tuvo que dejar su sitio a Pacheta, que tomó las riendas de un conjunto que marchaba colista a cinco puntos de la salvación con solo una victoria a falta de un partido para el final de la primera vuelta.

Con prácticamente el mismo bloque -en invierno solo salió cedido Nwakali y únicamente llegó Vavro- el de Salas de los Infantes mantuvo con más que vida al Huesca hasta el final. En el momento en el que el balón echó a rodar en la última jornada, los azulgranas estaban fuera del descenso. Sin embargo, en su estadio no pasaron del 0-0 ante el Valencia y el resto de resultados no acompañaron. Al igual que durante toda la campaña y en el tramo final de la anterior, el equipo no pudo contar en ese duelo con el apoyo de su afición en la grada, lo que deslució el que fue el segundo paso de los azulgranas por la Primera División, una nueva experiencia entre los mejores que contó con nombres propios como los de Javi Galán, Rafa Mir y Álvaro Fernández. Los dos últimos se colgaron la plata en los Juegos Olímpicos y el portero llegó a ser internacional con España.

Ninguno de ellos continuó en el siguiente proyecto, para el que se confío en Nacho Ambriz, laureado técnico en México, pero cuya experiencia en España no había pasado de ser la de lugarteniente de Javier Aguirre, y al que se le encomendó la tarea de conducir a los oscenses de nuevo al Olimpo. Un verano más hubo que recomponer el bloque, hubo 16 salidas y diez llegadas, además de los regresos de los cedidos Joaquín y Nwakali, para componer un equipo con 21 fichas marcado por la necesidad de la polivalencia ante la falta de efectivos y por el bajo rendimiento de fichajes llamados a ser importantes como Gaich y Pitta.

El Huesca, con el cuarto mayor límite salarial, comenzó la liga con dos victorias que le hicieron ser líder. Después su rendimiento cayó y tras tres empates, cinco tropiezos y solo dos triunfos más se optó por dar un giro dando salida a Ambriz a raíz del 3-1 en Burgos que dejó a los azulgranas 12º a cuatro puntos del ‘play off’ y tres del descenso.

Xisco, con el Watford inglés como anterior destino, ha devuelto la competitividad al grupo, aunque los marcadores positivos siguen sin abundar, lo que ha lastrado la escalada en la tabla. La parte baja se ha alejado a siete puntos, pero la zona noble sigue a la misma distancia. Con él se han festejado dos victorias, ha habido que conformarse con seis empates y solo se ha caído una vez.

En la última junta se presentó un presupuesto para este ejercicio de 18 millones de euros, que acabará siendo superior, y unas pérdidas en el anterior de 2,1 millones debido al impacto de la covid. También se aprobó la continuidad del consejo, que sigue presidido por Manolo Torres, en el cargo desde la dimisión de Agustín Lasaosa en mayo de 2019 a raíz de la ‘Operación Oikos’ -proceso en el que el club sigue implicado- salvo por una excepción, la de José Antonio Martín, ‘Petón’. El que es uno de los grandes impulsores de la actual SD Huesca, dejará de ser consejero al final de la temporada. Sí seguirá como presidente de la Fundación Alcoraz, máxima accionista y responsable de las categorías base, y de proyectos como el que pretende convertir El Alcoraz en un foco de captación de energía fotovoltaica y que implicaría seguir actuando sobre una infraestructura que en 2021 ha finalizado nuevas reformas que han contribuido a que su aforo supere los 9.000 espectadores y facilitado que la masa social, que hizo reaccionar a la entidad después de mostrar su descontento por la deriva que tomaba el equipo, siga creciendo. El curso pasado, aún a pesar de jugar a puerta cerrada, el 97% de los abonados renovaron y en el actual su número supera los 8.000.

También ha seguido dando pasos la Base del Fútbol Aragonés, la futura ciudad deportiva y academia azulgrana, con la que se quiere dar el impulso definitivo a una cantera que ya da frutos. El filial ha alcanzado la nueva 2ª RFEF y en el último partido con el Alcorcón Xisco hizo debutar a Manu Rico, el primer oscense en jugar con el Huesca en liga desde 2018.

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