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Nacho Ambriz no sigue en la SD Huesca

El club azulgrana ha decidido relevar al técnico mexicano y a su cuerpo técnico a raíz de los malos resultados.

Nacho Ambriz da ánimos a sus jugadores en Burgos.
Nacho Ambriz da ánimos a sus jugadores en Burgos.
Agencia LOF

Doce jornadas. La trayectoria de Nacho Ambriz en la SD Huesca no ha ido más allá de la derrota del domingo ante el Burgos, un 3-1 que hizo sonar todas las alarmas y que desembocó este lunes en su cese y en el de sus colaboradores, el asistente Edgar Solano y el preparador físico Luis Martínez. No fue una decisión fácil y se tomó tras una jornada de reflexión que culminó con una reunión en El Alcoraz ya por la tarde. El mexicano deja a los azulgranas 12º a cuatro puntos del ‘play off’, a nueve del ascenso directo y a tres del descenso con un balance de cuatro victorias, tres empates y cinco tropiezos. Aún hay tiempo de enderezar la nave y por ello se ha juzgado necesario un cambio de rumbo que reconduzca a un vestuario del que se considera que hasta el momento no se le ha sacado todo el jugo posible.

"Desde la entidad oscense se le desea mucha suerte en su futuro profesional y agradece y valora su profesionalidad e implicación con el club", afirmó en el comunicado con el que dio a conocer la noticia la SD Huesca, que ahora deberá buscar un sustituto y que ha aprovechado a hacer el movimiento en una semana con solo un compromiso. El sábado llega a El Alcoraz el Amorebieta después de que en las dos anteriores se hayan afrontado cuatro y antes de que en la siguiente estén programados otros dos, los de la Ponferradina y el Leganés.

Aunque la racha de los azulgranas anterior al desplazamiento a Burgos era de solo una derrota en cinco jornadas con nueve puntos sumados, lo cierto es que esos marcadores, especialmente los tres que eran más recientes, los empates con el Real Zaragoza y el Málaga, y la victoria ante el Girona, se habían sustentado en el buen estado de forma del portero Andrés y en la pegada en el ataque. En El Plantío el meta no estuvo inspirado y, aunque se adelantaron, los oscenses apenas inquietaron y cometieron errores que permitieron la remontada. Quedó al descubierto los problemas que antes se habían podido ir capeando y en el seno del club no gustó ni el planteamiento del duelo, en el que se optó por dar descanso a muchos de los habituales, ni el espíritu mostrado.

La etapa de Ambriz en El Alcoraz, que deja el marchamo de su profesionalidad y buen trato personal -en el club se calificó su destitución de "dolorosa"-, se ha extendido a lo largo de cuatro meses. Firmó a finales de junio por dos temporadas con la misión de devolver a Primera División al Huesca en una decisión con riesgos para las dos partes. Por un lado, el club apostaba por un técnico sin experiencia en Europa como máximo responsable en un banquillo -si bien había ejercido de ayudante de Javier Aguirre en Osasuna y el Atlético de Madrid- mientras que para el técnico venir a España significaba dejar a un lado la exitosa trayectoria que acumulaba en su país, donde goza de un reconocido prestigio.

A pesar de que el inicio de la temporada fue bueno con dos victorias consecutivas en las que incluso se alcanzó el liderato, después llegaron tres tropiezos en los que surgieron unas dudas que lejos de aclararse se han ido acrecentando con el paso de las jornadas. Su propuesta desde el principio fue clara, quería un equipo dominador, dinámico, que recuperase pronto y que encerrase al rival. Lo consiguió solo durante determinados momentos de los partidos.

Actualmente el Huesca es con el Zaragoza el conjunto que más posesión acumula en los partidos, un 57%, pero de poco le sirve. Parte importante de la misma se produce en su mitad del campo, zona en la que también es el tercero que más pases da (2.884). Así, y aunque ha logrado dejar su portería a cero en la mitad de las jornadas, es el quinto que más disparos recibe (149) y el 13º que más realiza (100). Ha marcado 15 goles, solo cinco rivales han conseguido más, y lamentado 13, lo que le sitúa en la zona media de esa clasificación.

En sus manos ha tenido una plantilla corta de 21 jugadores, contando con Insua, aún recuperándose de su lesión, con carencias como el hecho de disponer solo de dos centrales naturales y en la que muchos de los refuerzos llegaron con la temporada a punto de empezar o con ésta ya en marcha. Las opciones en las últimas semanas se habían acortado con la aparición de lesiones y futbolistas llamados a dar un paso adelante aún no lo han hecho.

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