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¿Por qué ha empatado tantos partidos seguidos el Real Zaragoza?

Estas son las seis claves principales de la histórica serie de ocho jornadas igualando del equipo aragonés.

Partido Girona-Real Zaragoza, 12ª jornada de Segunda División
Partido Girona-Real Zaragoza, 12ª jornada de Segunda División
Eddy Kelele / Agencia LOF

El Real Zaragoza atraviesa una cadena interminable de empates. Una serie histórica en el fútbol español de ocho igualadas seguidas para un total de nueve en las 12 primeras jornadas. El equipo de Juan Ignacio Martínez se ha atascado peligrosamente en la ‘X’, un resultado que en los análisis se puede observar desde diferentes prismas (un punto puede saber bien, mal o regular), pero que cuando se repite con tanta asiduidad refleja una serie de problemas estructurales. Y, ¿por qué ha empatado tantos partidos seguidos el Real Zaragoza?

1. Importante déficit goleador

El Real Zaragoza es el conjunto de Segunda División que menos goles ha anotado esta temporada. Solo suma ocho en 12 partidos, una media de 0,66 por encuentro. Presenta, por tanto, un registro insuficiente para ser competitivo en la categoría de plata. Para ganar, al menos es necesario anotar un gol y el equipo aragonés no alcanza este mínimo básico. Salvo el Alcorcón (9), el Girona (10), el Málaga (10) y el Amorebieta (11), el resto de conjuntos de la liga marcan al menos una vez por partido. Además, de los ocho tantos que ha anotado, tres han sido de penalti. El Real Zaragoza está obligado a mejorar de inmediato su efectividad para competir con los mínimos argumentos necesarios (un gol por jornada). Es el camino más rápido y directo para acercase por fin a las victorias.

2. Delanteros enfrentados con la portería

En 12 partidos, el rendimiento ofensivo de los delanteros del Real Zaragoza es más que insuficiente. Solo Juanjo Narváez, ahora lesionado, suma dos dianas, mientras que Borja Sainz marcó de penalti en Lugo. El resto de los futbolistas de la parcela atacante (Álvaro Giménez, Azón, Bermejo, Nano Mesa, César Yanis…) no se han estrenado todavía esta temporada. En los días de mejor fútbol del Zaragoza (ante la Real Sociedad B o en Lugo), los delanteros enviaron al limbo una importante serie de oportunidades (el Zaragoza llegó a rematar en una veintena de ocasiones). En las últimas semanas, el equipo ha disminuido sensiblemente su flujo de fútbol ofensivo, lo que ha dificultado todavía más la relación de sus atacantes con la portería. El Zaragoza necesita los goles de Giménez, Azón o Nano para salir de la interminable cadena de empates.

3. Insuficiente calidad e inteligencia futbolística para resolver los resultados ajustados

En marcadores ajustados, la calidad y los pequeños detalles suelen determinar de qué lado cae la balanza. En este sentido, el Real Zaragoza ha demostrado que tiene un importante déficit de inteligencia futbolística para resolver situaciones de partidos parejos. Las cristalinas ocasiones erradas ante la Real Sociedad B o el Lugo, el penalti fallado frente al Huesca, la mala gestión del 0-1 de la Ponferradina, el empate del Girona en el minuto 87… el conjunto aragonés ha tenido en su mano varias victorias claras que se le han escurrido de los dedos por su incapacidad para ser determinante y resolutivo cuando los partidos así lo han demandado.

4. Defensa sólida… pero con fisuras

El Real Zaragoza es, junto al Fuenlabrada y el Burgos, el equipo que menos tantos encaja de toda la categoría. Solo ha recibido diez en doce jornadas, menos de uno por partido. Un dato notable que también explica el motivo de tantos empates. Los marcadores cortos, sin apenas goles, tienden a terminar con marcadores igualados. Y es lo que le está sucediendo al bloque de Jim. A pesar de sus números, el Real Zaragoza ha cometido recientemente dos errores en defensa que le han costado cuatro puntos. El 0-1 de la Ponferradina en una contra más que evitable y el 1-1 de Stuani, que remata solo tras una gran maniobra de delantero, a falta de solo tres minutos para el 90.

5. Incapacidad para adelantarse en el marcador

El conjunto zaragocista solo ha ido por delante en el marcador 22 minutos en todo el campeonato. Seis en el 1-2 de Alcorcón (única victoria del curso) y 16 este lunes en Gerona, los que acontecieron entre el gol de Vada y el empate final de Stuani. En Montilivi, de hecho, fue la primera vez que el Zaragoza se ubicó por delante. En el resto de partidos, ha tenido que remar contracorriente para empatar o, en su defecto, no ha sido capaz de romper el 0-0 inicial.

6. La cuestión mental

El bucle de los empates ha enredado al Real Zaragoza en una espiral compleja. El equipo ya juega con demasiado respeto a las derrotas y, en ocasiones, el empate se convierte en el mal menor (sucedió, por ejemplo, ante la Ponferradina). Ha perdido confianza en su fútbol y vive debilitado mentalmente, temeroso por un mal resultado que termine de dinamitar la calma chicha en la que se ha instalado el entorno zaragocista en estas semanas de empate tras empate. Primero fue el problema con el (no) gol y ahora con los ocho empates seguidos. El vestuario y su entrenador atraviesan un momento mental complejo.   

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