El rebrote de las bandas latinas en Zaragoza: del pacto de la vergüenza a los machetazos

La  Policía sospecha que tras la paliza a dos jóvenes y un policía de paisano que trató de defenderlos podría estar posiblemente una banda. La investigación sigue abierta.

Una redada de la Policía Nacional contra las bandas latinas en la discoteca Garden de Zaragoza, donde los Trinitarios han tenido varios altercados.
Una redada de la Policía Nacional contra las bandas latinas en la discoteca Garden de Zaragoza, donde los Trinitarios han tenido varios altercados.
Policía Nacional

La Policía Nacional sospecha que tras la tremenda paliza sufrida el pasado fin de semana en pleno centro de Zaragoza por dos jóvenes -uno de ellos celebraba la noche del sábado su 23 cumpleaños y el otro tiene 21- y un policía nacional de paisano que trató de defenderlos podría estar alguna banda latina. La investigación sigue abierta, pero hay bastantes indicios que apuntan en esta dirección. Por ejemplo, el hecho de que fueran “al menos diez personas” las que atacaron sin motivo aparente y con enorme violencia a las víctimas a la salida de un bar. Según los testigos, se trataba además de jóvenes “de origen latino, en su mayoría”.

Por la agresión perpetrada la madrugada del 11 de febrero se detuvo a dos adultos y tres menores, aunque únicamente Osmy Eliu O. A., de solo 19 años y origen nicaragüense, permanecía detenido este martes a la espera de pasar a disposición judicial. Las pesquisas siguen abiertas y parece que en las próximas horas podrían producirse nuevos arrestos. Lo que está claro es que, de confirmarse las sospechas de la Policía, se constataría el reverdecer de la bandas latinas en la capital aragonesa, donde han vuelto a repuntar las agresiones y acuchillamientos en la calle. Un renacimiento que tiene su origen en el que algunos bautizaron como el pacto de la vergüenza y que evitó la cárcel al líder y a otros trece miembros de los Dominican Don’t Play (DDP), el grupo más activo en la ciudad y al que la Policía Nacional consiguió desmantelar gracias a la gran operación de marzo de 2021. Los encausados celebraron el beneficioso acuerdo riéndose y haciéndose 'selfies' en el banquillo de la Audiencia de Zaragoza.

“La Policía no se frustra por nada. Nosotros somos verdaderos profesionales. Hacemos nuestro trabajo y cuando lo finalizamos, está hecho. Y no se mira hacia otra parte con ese problema. Nosotros hacemos nuestra tarea, que es poner a disposición de la autoridad judicial con la mayor carga indiciaria posible a todas las personas que consideramos responsables de un hecho delictivo. Y ese es nuestro trabajo y hasta ahí llega nuestra función. Lo que suceda después no nos afecta. Ni nos frustra ni nos desmotiva”. Así de vehemente se mostraba el jefe superior de la Policía Nacional en Aragón, Florentino Marín Parra, en una entrevista concedida hace unas semanas a HERALDO al ser preguntado por el acuerdo que dejó en la calle a los DDP. 

Cabe recordar que los 14 acusados se enfrentaban a una petición de casi 80 años de cárcel y finalmente solo los dos cabecillas, Stevan Guarionex V. M., alias Biwan, y Juan David G. V., conocido como Hermano Lerman, fueron condenados a penas que implicaban su ingreso en Zuera. Se les impuso 3 años de cárcel a cada uno, pero la propia Fiscalía informó de forma favorable a la concesión de la suspensión extraordinaria del castigo por motivos de drogadicción.

Los Trinitarios se suman a la partida

Los enfrentamientos entre los DDP, banda hegemónica asentada desde hace dos décadas en Zaragoza, y los Black Panther (BP), menos numerosos, venían siendo el principal quebradero de cabeza de la Policía. Sobre todo, porque sus miembros acostumbran a montar peleas multitudinarias en los parques o en cualquier otro lugar de la ciudad. Siempre lo hacen armados con machetes, cuchillos, palos en punta o cualquier instrumento capaz de causar daño, por lo que las contiendas acostumbran a dejar víctimas. Entre las últimas, el joven de 18 años al que atacaron con un machete en la cabeza en Las Fuentes en noviembre de 2023; otro de 31 años al que acuchillaron en San José en septiembre de 2022 (seis miembros de los DDP se enfrentarán en el juicio a penas de 9 años); o los cuatro heridos en la batalla campal que se produjo a las puertas de la discoteca Garden en enero del año pasado.

Sin embargo, a la rivalidad entre estas dos bandas se ha sumado ahora una tercera: los Trinitarios. La Brigada de Información de la Jefatura Superior seguía sus pasos desde meses atrás, pero el primer golpe contra la organización se produjo en junio del año pasado, cuando se detuvo a tres de sus integrantes, a los que se intervinieron tanto armas blancas como distintas cantidades de drogas. Los arrestados arrastraban un total de 19 antecedentes por delitos de lesiones, robos con violencia, receptación y malos tratos. 

Al igual que los DDP o los BP, esta banda, que opera desde hace años en Madrid, se financia principalmente a través de la venta de droga al menudeo. Actividad para la que suelen captar casi siempre a menores. Sin embargo, los Trinitarios han encontrado otra forma de obtener dinero: las estafas mediante ‘phishing’. Es decir, envían correos electrónicos suplantando la identidad de los bancos y organizaciones para lograr los datos de las víctimas y limpiar sus cuentas.

Se da la circunstancia de que dos de los detenidos vinculados a Los Trinitarios el pasado verano eran hermanos de origen nicaragüense. Y resulta que Osmy Eliu O. A., uno de los arrestados por la paliza al policía de paisano y a otros dos jóvenes del pasado fin de semana en el Camino de las Torres, comparte la misma nacionalidad. También dos de los menores investigados por esta agresión nacieron en el país centroamericano. Sin embargo, es cierto que hay jóvenes nicaragüenses relacionados con diferentes bandas latinas, por lo que sería precipitado pensar en los últimos encausados como miembros de los Trinitarios.

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