Recreación de la tromba de agua que puso a prueba el tanque de tormentas y causó el caos: "Parecía una película"

Decenas de vecinos pudieron ver desde sus ventanas cómo Parque Venecia se convertía en un río que bajaba con fuerza y se llevaba todo lo que encontraba a su paso.

Los efectos de la gran tormenta en Zaragoza en el Tercer Cinturón: vehículos amontonados tras haber sido desplazados por el agua.
Los efectos de la gran tormenta en Zaragoza en el Tercer Cinturón: vehículos amontonados tras haber sido desplazados por el agua.
Francisco Jiménez

Una "catástrofe". Algo nunca visto antes por la mayoría de zaragozanos -ni por los jóvenes ni por los mayores-. Los vecinos de Parque Venecia de Zaragoza siguen sin creerse lo que sucedió este jueves por la tarde. En menos de dos horas, sus calles se convirtieron en ríos, su colegio quedó completamente anegado, sus coches destrozados... 

18.00. Comienza a granizar y llover

El cielo se oscureció pasado el mediodía y ya vislumbraba una tarde de tormenta. A las 18.00, tal y como relatan varios vecinos de Parque Venecia comenzó a granizar. "Yo estaba durmiendo la siesta y cuando me desperté pensaba que se me había ido de las manos. Parecían las 10 de la noche en vez de media tarde. Justo después, empezó a llover y a granizar de forma imparable y mi madre me pidió ayuda para cerrar todas las ventanas y para fregar el suelo de la terraza", cuenta Paula Mateo, de 21 años, que vive con sus padres y su hermano en uno de los edificios desde donde se pudo ver el caos de la avenida principal de Parque Venecia y de la Z-30.

Paula Mateo pasea este viernes a su perro y posa en el 'tanque de tormentas'.
Paula Mateo pasea este viernes a su perro y posa en el 'tanque de tormentas'.
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A esa misma hora, Kevin Martínez y sus dos hijos, de cuatro y seis años, se asomaron a la ventana sorprendidos por la "tromba de agua que estaba cayendo". Al igual que Vanesa Pérez y sus dos hijos que viven en el edificio Platea, uno desde donde se divisa la avenida principal del barrio. También marcaban las seis de la tarde cuando Concha Soria, vecina del barrio, cogía el autobús en el paseo de Pamplona tras salir de trabajar y ponía rumbo a su casa en Parque Venecia.

18.19. Las calles empiezan a inundarse

En ese momento, ninguno podía imaginar que iba a suceder algo así. A las 18.19, Kevin Martínez grabó un vídeo en el que se puede observar cómo comenzaban a inundarse "levemente" las calles y se empezaba a llenar el 'tanque de tormentas' -una construcción dedicada a capturar y retener el agua de lluvia transportada hasta por los colectores-. "Hasta ese momento todo podía parecer normal, porque no es la primera vez que lo vemos", asegura el joven de 36 años. 

El 'tanque de tormentas' de Parque Venecia, situado junto a la Z-30, a la entra del barrio. En el momento de la tromba de agua se lleno por completo.
El tanque de tormentas de Parque Venecia, situado junto a la Z-30, a la entrada del barrio. La tromba de agua puso a prueba esta infraestructura con 4000 m3 de capacidad.
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"Desde la ventana era complicado ver, porque caía una cortina impresionante de agua. Es como cuando hay niebla en verano y casi no se ve", relata Mateo, que pudo ver todo desde su terraza, en la quinta planta del número 1 de la calle Tintoreto. 

18.37. Las avenidas y la Z-30 se convierten en ríos
Vídeo grabado por Concha Soria desde dentro del autobús, cuando estaba atrapada.

Poco después, sobre las 18.37, tal y como marca el vídeo que grabó la joven con el móvil, "las calles se convirtieron en verdaderos ríos". Los vecinos del barrio no podían creer lo que estaba sucediendo. "Sin exagerar, era como una película lo que estábamos viendo desde la ventana. Cuando lo ves en las noticias parece que nunca puede suceder aquí, pero está claro que sí", asegura Vanesa Pérez. 

Vanesa Pérez, vecina del barrio que vio todo el desastre desde la ventana, junto a sus dos hijos.
Vanesa Pérez, vecina del barrio que vio todo el desastre desde la ventana, junto a sus dos hijos.
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Precisamente a esa hora, Concha Soria llegaba a la rotonda de la Policía Local, en la Z-30. El autobús en el que viajaba y otro que circulaba justo delante se detuvieron por completo, ya que no era posible pasar. "Estábamos atrapados en la rotonda. Ahí llegaba todo el agua y luego bajaba por el Tercer Cinturón", cuenta. 

19.00. El caos
A las 19.00, se recrudeció la situación. Imagen tomada desde el balcón de Paula Mateo.
A las 19.00, se recrudeció la situación. Imagen tomada desde el balcón de Paula Mateo.
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La tormenta paró sobre las 19.00, pero en ese momento llegó lo peor. Como si fuese un tsunami. "Fueron los instantes más problemáticos. Dejó de llover y empezó a pasar todo. Vimos desde la ventana cómo la gente salía del coche y se subía encima, otros se subían a los árboles...", relata Mateo.  Uno de los conductores que entonces se encaramaba al techo era Arturo Tercero, quien relató a Heraldo su odisea, que pudo tener un resultado fatal: "Tuve que saltar del techo del coche arrastrado por la corriente".

Desde la ventana, Pérez y sus hijos veían cómo el colegio quedaba completamente devastado. "Empezamos a ver cómo salían sillas y otro mobiliario del centro. Incluso también cómo el gusanito que había en el recreo se lo llevaba el agua", recuerda. También del supermercado que se sitúa justo al lado. "Vimos cómo salían del Lidl rollos de papel higiénico, botellas... El contenedor de nuestra calle se fue 'río' abajo", apunta. 

Los tres vieron cómo sacaban coches del aparcamiento 'in extremis'. "Salían vehículos por los pelos, cuando estaba ya todo casi inundado completamente", apunta. 

Desde el autobús, Concha Soria -que era la única pasajera-, decidió acercarse al conductor. "Tenía miedo y le dije que me quedaba con él para sentir apoyo. El vehículo público que estaba delante no tenía ningún ocupante y nos pusimos en contacto por teléfono con su conductor. Estoy muy agradecida de cómo se portaron conmigo los dos, tanto Javier Salar como Francisco Javier Fernández", agradece Soria.

19.05. Situación crítica en la Z-30
La mujer estaba agarrada al techo de su coche cuando los Bomberos de Zaragoza han acudido a su rescate.

En la Z-30 se vivieron momentos "especialmente angustiosos". "Nosotros, al igual que muchos, bajamos de casa para ver lo que estaba sucediendo en la Z-30 porque eso no lo veíamos desde la ventana. Ahí vivimos una escena muy agobiante. Una mujer -la protagonista del agónico rescate- salió de su coche y se subió encima", declara Martínez.

La gente, asegura, comenzó a gritar y la mujer a pedir auxilio. "Justo en el coche de detrás había alguien que no podía salir del coche. No temimos por nuestra vida porque estábamos a salvo, pero sí por la de la gente que se encontraba en la Z-30 atrapada y rodeada por ríos de agua", recuerda.  

Al mismo tiempo, Pérez y sus dos hijos seguían viendo el desenlace y los efectos de la tormenta. "Lloré cuando vi a un abuelo intentando cruzar la calle, que era un río que bajaba con mucha fuerza, con su nieto. Tuvieron que entrar a ayudarle, porque no podía avanzar", cuenta.

Desde la rotonda, Concha Soria veía cómo descendían por el 'río' piedras, mobiliario, caravanas, coches, contenedores... "Nunca he visto algo así aquí. En el autobús no entró el agua porque subió las suspensiones, pero se quedó a un milímetro", puntualiza. 

19.28. Rescatan a los atrapados en la Z-30

Mateo reconoce que sufrió al ver lo que estaba sucediendo. "Me dio ansiedad ver a la gente cómo lo estaba pasando", lamenta.

Tal y como pudo observar Martínez en primera persona, los servicios de rescate pudieron poner a salvo a los atrapados a las 19.28. "La mujer que gritaba desde el techo de su coche ya tenía poco espacio para estar. El agua le había ganado terreno. Menos mal que consiguieron salvarla a tiempo", incide. 

Kevin Martínez, vecino del barrio que vio en primera persona todo lo sucedido.
Kevin Martínez, vecino del barrio que vio en primera persona todo lo sucedido.
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La intensidad del agua comenzó, poco a poco, a disminuir. Concha Soria salió del autocar y puso rumbo a su casa. "Me remangué los pantalones y bajé del bus. En algunos tramos me descalcé para no resbalarme y fui muy, muy despacio, agarrándome donde podía. Tenía muchas ganas de llegar a casa después de todo lo que había pasado", cuenta. Cuando llegó a la altura del colegio, se quedó impactada. "Salía, literalmente, una cascada de agua. Increíble", relata. 

20.00. Empieza a bajar el nivel del agua en las calles

Poco a poco, la Z-30 y las avenidas de Parque Venecia dejaron de recibir agua del Barranco de la Muerte. "En ese momento se empezó a ver realmente todo el destrozo de la tormenta. Coches completamente destrozados, las calles llenas de barro, el colegio completamente devastado..." recuerda Pérez. 

Por suerte, dicen todos, no ha sido una tragedia humana. "Por la mañana, en el colegio había 80 niños en unas colonias. Si llega a pasar a otra hora, no sabemos qué hubiese sucedido", reconoce Martínez. 

Vuelta progresiva a la normalidad
Natalia Chueca y Víctor Serrano han visitado a los afectados por la tormenta en Parque Venecia
Natalia Chueca y Víctor Serrano han visitado a los afectados por la tormenta en Parque Venecia
Oliver Duch

Aún asimilando lo sucedido. Así se encuentran todavía la mayoría de los vecinos. No pueden creer lo que sucedió. Algunos han tenido que dar parte al seguro y otros, están muy preocupados por el colegio. "En dos meses no van a levantar un colegio nuevo. Yo creo que es imposible. No sabemos qué va a pasar con nuestros hijos y los niños que iban ahí", lamenta Martínez.

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