¿Cuáles son las torres más visitadas de Zaragoza?

A la del Pilar o la Magdalena se suman otras atalayas como las de San Pablo o San Gil, que este verano pueden 'escalarse' gracias a nuevas visitas guiadas.

San Juan de los Panetes, el Pilar y la Seo, vistos desde el Torreón de la Zuda.
San Juan de los Panetes, el Pilar y la Seo, vistos desde el Torreón de la Zuda.
Guillermo Mestre

El turismo se recupera levemente en Zaragoza y muchos visitantes quieren ver la ciudad desde arriba. No es la capital del Ebro un Manhattan de grandes alturas, pero eso no quita para que tenga un ‘skyline’ curioso y valioso. El ascensor del Pilar no da abasto estos días ante el ajetreo de turistas, que si quieren asomarse a otras vistas más desconocidas tienen este verano la posibilidad de ver también las de San Pablo, San Gil o el propio Torreón de la Zuda, donde hay una oficina de Turismo.

La de San Francisco es la torre del Pilar que pueden visitar a diario unas 300 personas. Al final del año, la estadística arroja más de 70.000 ‘ascensos’ entre los cinco millones de personas -contando a los zaragozanos- que se acercan al Pilar. A la torre se puede subir desde 1967, aunque el ascensor original fue sustituido en 2011 por otro de mayor capacidad que tarda 20 segundos en alcanzar los 62 metros de altura. Una escalera helicoidal lleva al mirador superior, a 82 metros, desde el que se ve la ciudad, el río, la sierra de Guara, el Moncayo y hasta el Pirineo en los días claros. Es normal que la torre del Pilar tenga poca competencia, pero hay otras atalayas zaragozanas de gran belleza a interés.

"San Pablo tiene motivos de sobra para ser conocida como 'la tercera catedral' de Zaragoza"

“La de San Pablo es una torre mudéjar, muy alta y situada de forma estratégica en San Pablo, con vistas a todo el barrio”, comenta Eloy Morera, uno de los guías de Faetón Servicios Educativos, que este verano está llevando a cabo visitas por el interior desconocido de cuatro templos zaragozanos. “Siempre se ha dicho de San Pablo que es la tercera catedral de Zaragoza y toda la iglesia tiene mucho patrimonio y una gran historia. La torre consta de un machón (pilar de piedra) central y la caja de escaleras va entre éste y la estructura en cubo que se ve desde fuera. Está cubierta por una bóveda por aproximación de hiladas y va subiendo en caracol”, explica el historiador y escritor. El mirador de San Pablo está a 66 metros de altura y, eso sí, obliga a subir 157 escalones: curiosamente son 13 menos que los de otra joya del mudéjar que, sin embargo, no alcanza tanta altura. Veamos...

Una visita guiada a la parte alta de la iglesia de San Pablo.
Una visita guiada a la parte alta de la iglesia de San Pablo.
Heraldo

Después de estar cerrada durante 17 años, en 2018 se retomaron las visitas a la  iglesia de la Magdalena tras su compleja rehabilitación y la torre ha sido uno de sus atractivos principales. Se sube a 47 metros junto a galerías de arcos y se ofrecen vistas desde la zona de la Expo hasta la huerta de Las Fuentes, que hasta ahora estaban inéditas.

Morera apunta otro de los ‘descubrimientos’ de este verano en los que se han retomado los recorridos por el interior de la iglesia de San Gil. “También se puede subir a la torre, en realidad, no hasta arriba del todo, pero sí a la altura de la galería medieval, donde se comprueba perfectamente que se trata de una iglesia-fortaleza”, explica el autor de 'Cutanda'.

La arquitectura de la torre de San Gil evidencia su utilidad como fortaleza.
La arquitectura de la torre de San Gil evidencia su utilidad como fortaleza.
Faetón

Desde el área de Turismo del Ayuntamiento de Zaragoza destacan “la última planta del Torreón de la Zuda, donde se encuentra el mirador de las cuatro culturas, con una increíble panorámica de 360 grados”. Es cierto que el torreón no es muy alto, pero es el mejor escenario para ver muchos de los espectáculos que recorren la plaza del Pilar: véase el pregón de fiestas, la cabalgata de Reyes Magos o, por supuesto, las procesiones de Semana Santa que transcurren junto a las Murallas Romanas.

"El Torreón de la Zuda es la torre del homenaje del antiguo palacio de la Zuda, Azuda o Sudda, alcázar musulmán situado dentro de Saraqusta y sede de los gobernadores musulmanes", exlpican fuentes municipales, que añaden que su aspecto actual es fruto de una reedificación del siglo XVI.

El Torreón de la Zuda ofrece las mejores vistas de todo lo que sucede en la plaza del Pilar

“Una de las torres en las que no se piensa a menudo pero que aglutina miles de visitas es la del Trovador, en la Aljafería”, explican los responsables de Turismo. No en vano, el palacio recibe unas 250.000 visitas al año y se recorre todo su interior: salón del Trono, capilla de San Jorge y la torre del Trovador, si bien sólo se ve la parte baja porque no puede subirse hasta el almenado.

La parte baja de la torre del Trovador del palacio de la Aljafería.
La parte baja de la torre del Trovador del palacio de la Aljafería.
Guillermo Mestre

Raúl de Jesús, responsable de la web turística de ZaragozaGo, apunta que también sería interesante poder acceder a miradores y torres en donde, de momento, las visitas no se contemplan. “Por ejemplo, la de la Seo, que se eleva 89,50 metros sobre la plaza del Pilar, según el tallaje oficial del Colegio de Arquitectos. Desde allí tiene que haber unas visitas increíbles del Pilar”, asegura. “También sería curioso ver la torre de San Antonio de Padua, en el paseo de Cuéllar, pero creo que allí solicitando ciertos permisos sí se puede acceder”. Ni qué decir tiene que las visitas a la Torre del Agua, cuando vuelve a abrirse por algún aniversario, enseguida cuelgan en cartel de ‘no hay plazas’ y que hay otros edificios no tan pequeños que muchos recorren a diario y casi pasan desapercibidos: las torre de Aragonia llega a los 78 metros y las gemelas del World Trade Center no se quedan atrás.

Pero, ¿cuál es la torre más alta de la ciudad? No es visitable, salvo que se sea un halcón peregrino que habita en sus nidos: se trata de la torre de Telefónica de Vía Hispanidad, que cuenta con 117 metros. Esto evidencia que no es Zaragoza una ciudad de grandes rascacielos: de hecho, no cuenta con un solo edificio que supere los 150 metros que parece la altura en la que los ingenieros y arquitectos ponen el listón para hablar de rascacielos. Cualquier otra torre de cualquier otra ciudad alcanza o supera de largo esta cota e incluso la recientemente derruida chimenea de la central térmica de Andorra la doblaba en altura con sus 343 metros.

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