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El Hospital Materno-Infantil cambia de nombre y los médicos más veteranos se rebelan: "Le quita el prestigio que tiene"

Desde el pasado mes de enero ha pasado a denominarse 'Edificio de la Mujer' y 'Edificio de la Infancia', aunque no se ha publicitado este cambio.

ACTUALIZACIÓN | La DGA revierte el cambio de nombre del Hospital Materno-Infantil, que volverá a llamarse así

El Hospital Materno-Infantil de Zaragoza estrenó cartelería el pasado mes de enero, cuando pasó a denominarse ‘Edificio de la Mujer y de la Infancia’, sin que se haya publicitado hasta la fecha este cambio. 

La nueva designación de este centro hospitalario responde a una decisión "interna" que afecta también a otros edificios que conforman el Miguel Servet de Zaragoza. Así, según indican fuentes hospitalarias, Traumatología ha pasado a denominarse 'Edificio Quirúrgico', puesto que la gran mayoría de operaciones -salvo algún servicio específico que todavía se presta en el General- se han trasladado allí; y en el caso del Hospital Materno-Infantil se decidió "internamente" que pasara a denominarse Edificio de la Mujer y de la Infancia porque el término 'maternidad' no incluye Ginecología, servicio que también se presta en este edificio.

La nueva cartelería, que se cambió a mediados del mes de enero, ha puesto en pie de guerra a los que fueron los primeros residentes -pediatras, cirujanos y radiólogos- del Hospital Materno-Infantil de Zaragoza, que tildan de "sinsentido" esta actuación y piden a la gerencia revocar el cambio de nombre.

"Estamos atónitos e indignados con el cambio. Nos hemos enterado por un grupo de médicos jubilados del Hospital Infantil, muchos en ejercicio desde su apertura y por más de 40 años, y queremos manifestarlo, oponernos y denunciarlo para evitar que tal decisión permanezca así y se vuelva a llamar Hospital Materno-Infantil", reclaman varios especialistas jubilados en una carta enviada a HERALDO.

El manifiesto -que se puede leer 'íntegro' en este enlace- es el primer paso que deciden dar de forma conjunta antes de elevar su queja a otros organismos oficiales y sociedades científicas. Tampoco descartan ir al Defensor del Pueblo, pues consideran que esta actuación se ha llevado a cabo de manera "arbitraria" y sin contar con el respaldo o la participación del personal hospitalario, que según denuncian permanece "ajeno" a este cambio. 

Para la mayoría de ellos, esta actuación llevada a cabo en las últimas semanas está cargada de "tintes ideológicos" y critican que la actual gerencia del hospital dedique presupuesto a esta cuestión cuando habría otras actuaciones más "importantes" que deberían "priorizarse" para dar respuesta a las necesidades asistenciales que hay en plena pandemia. "Hay carencias evidentes, desde las más prosaicas a otras más relevantes. Con este escrito, además de manifestar nuestro rechazo a esta actuación, le pedimos también a los administradores que prioricen el gasto en los hospitales de acuerdo a las verdaderas necesidades que existen, y que no malempleen el presupuesto en cambio de carteles", reitera la doctora Mercedes Rodríguez Rigual, creadora de la Unidad de Diabetología Pediátrica, y una de las firmantes del escrito, que suscriben una treintena de especialistas y jefes de servicio ya jubilados, entre ellos, el doctor Fernando de Juan.

A su juicio, el cambio de nombre "desvirtúa" también la labor de un centro que es mucho más que un "edificio", como recoge su denominación actual. "No hay ningún hospital en el mundo que se llame 'edificio'. Todos se llaman hospitales. El edificio es una cosa totalmente inespecífica que no representa un lugar en el que se salvan vidas", apostilla el doctor Fernando de Juan. Su compañero de promoción, el doctor Alberto Sainz Samitier, se muestra convencido de que esta actuación, "que le quita prestigio al hospital", responde a "malos fines", y la compara con otra polémica que hubo en la ciudad de Zaragoza.

"El cambio de nombre del Pabellón Príncipe Felipe buscaba reivindicar a un personaje de actualidad. Esta decisión se mueve en otro sentido distinto y tiene una intención muy directa contra la maternidad y la familia", opina este especialista, que fue durante más de 40 años (hasta su jubilación) cirujano pediátrico del Hospital Materno-Infantil de Zaragoza.

En el escrito, los 26 pediatras y cirujanos, jubilados y jubiladas del Hospital Miguel Servet, denuncian su malestar por un cambio que atribuyen a cuestiones ideológicas que están por encima de la Administración del Salud, y cuya consigna -añaden- fuera el borrar el sentido de la maternidad, palabra que desaparece de los nuevos carteles, en los que solo se lee 'Edificio de la Infancia' y 'Edificio de la Mujer'

El Hospital Materno-Infantil de Zaragoza cambia de nombre.
El Hospital Materno-Infantil de Zaragoza cambia de nombre.
Oliver Duch

Otro motivo "menos malo" que encuentran para justificar este cambio sería el querer preservar a los niños del posible malestar psicológico que produce acudir a un hospital, lo que a juicio de estos profesionales no deja de ser un error. "Lo necesario para ellos es que reciban la mejor calidad asistencial en sus tratamientos clínicos y en su trato humano, con cariño, con amor y con sentido común", defienden todos ellos. 

Por su parte, fuentes hospitalarias explican que el cambio de nombre responde a una decisión interna, la de darle el nombre de Edificio de la Mujer y de la Infancia a esta parte del hospital, que además del servicio de Maternidad alberga también Ginecología. En cualquier caso, puntualizan, ni el nombre ni el prestigio del hospital se diluyen con esta actuación puesto que todos los servicios se engloban dentro del Hospital Universitario Miguel Servet, que sigue presente en la actual nomenclatura. 

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