educacion

La Universidad de Zaragoza vuelve a ofrecer a López Otín sus aulas para dar clases tras su jubilación

El rector José Antonio Mayoral dice que siempre tendrá las "puertas abiertas" para el investigador nacido en Sabiñánigo.

Cuestionario. Vivir para Leer. Carlos López Otín.
El investiagdor Carlos López Otín, en el Paraninfo. .
Raquel Labodía.

La Universidad de Zaragoza ofrece al científico aragonés Carlos López Otín (Sabiñánigo, 1958), catedrático de Bioquímica, seguir dando clases en su tierra natal el mismo día que se jubila de la Universidad de Oviedo al cumplir los 65 años, tras decidir su retirada después de haber sufrido ataques a su investigación.

El rector José Antonio Mayoral tiene muy claro que López Otín “es un magnífico científico y una excelente persona, que ha sido tratado injustamente, con estas cosas del ranquin y la falta de ética científica que está pasando en muchos sitios”. De hecho, agrega sobre las sombras que se proyectaron sobre su trabajo: “Alguien logró que le salpicara a él de manera indebida”.

Siempre contó con nuestro apoyo, nuestra amistad personal y mi admiración porque es uno de los mejores científicos que ha dado este país en los últimos años”, proclama al HERALDO el rector de la Universidad de Zaragoza. “Si hubiera querido venir lo habría hecho. Ya se le propuso venir aquí (en 2019, cuando presentó su primer libro ‘La vida en cuatro letras’ y se hizo público el boicot a su trabajo en la Universidad de Oviedo). Dejó Asturias y está en París, pero si en algún momento quiere regresar, mientras yo sea rector (de la Universidad de Zaragoza) será bien recibido siempre aquí”.

El rector de la Universidad de Zaragoza, durante su intervención en el claustro celebrado este jueves en el Paraninfo.
El rector de la Universidad de Zaragoza, durante su intervención en el claustro celebrado este jueves en el Paraninfo.
Guillermo Mestre

Aun así, Mayoral también confía en que si el científico opta por convertirse en “un divulgador” lo conseguirá y lo “hará muy bien” porque él tiene “todos sus libros (tres) y son magníficos”. “Es capaz de hacerse entender por personas que no tienen conocimientos científicos. Lo sabe hacer y es un lujo, siempre lo divulgará bien. Pero le reitero que si quiere venir, aquí siempre tendrá las puertas abiertas”, recalcó.

En este sentido, el rector recuerda que la Universidad de Zaragoza fue la primera que salió en defensa de López Otín al conocerse la campaña en su contra y eso “él lo ha agradecido mucho”. “Tuvo dudas en su día de venir aquí, creía que podía recuperar todo su laboratorio, pero al pasar lo que pasó con sus animales de experimentación eso lo deshizo. Cuesta mucho tiempo recuperarlos y su trabajo científico estaba deshecho. Eso acabó con él”, señala. “Aquí podemos ofrecerle un puesto y laboratorios, pero no esos ratones que llevaba desarrollándolos tanto tiempo”.

Agradecimiento desde París 

Al conocer esta propuesta del rector, el investigador nacido en el Pirineo aragonés le mostró su agradecimiento a través de un correo. “Me han escrito con exquisita amabilidad algunos miembros de su equipo. Son todos ejemplares”, reiteró López Otín, quien reconoció a este periódico que todavía reside en París.

En los días trascurridos desde que se conoció su jubilación, el pasado 28 de noviembre, el catedrático de Bioquímica recordó que ese día coincidía con “el tercer aniversario de la muerte” de su madre, quien “sufrió mucho en su último tiempo”. “Hace mucho tiempo que ya no vivo en Oviedo, ahora trabajo en el extranjero. Y la verdad es que no tengo nada que decir respecto a mi marcha de Uniovi”, agregó.

Aun así, López Otín recordó que su salida de Asturias se produjo “hace unos meses” y, junto a su mujer Goya, vació su casa asturiana. Apenas guardó un silbato y una gorra de jefe de estación que le regaló un aficionado al ferrocarril de Aragón. “La inmensa mayoría de mi pasado quedó atrás para siempre”, reconoció en su mensaje a este periódico.

El investigador participó en el Proyecto Genoma Humano, donde descubrió 60 nuevos genes; en la secuenciación del genoma de la leucemia linfática; en el estudio de proteasas; los mecanismos moleculares asociados al envejecimiento; y la genómica social de varias enfermedades hereditarias.

'La cultura de la vida y la salud del futuro' 

En un artículo titulado ‘La cultura de la vida y la salud del futuro’ para celebrar el centenario de la Revista de Occidente, fundada por José Ortega y Gasset, Carlos López Otín viene a hacer “la despedida de lo que fue el centro” de su vida, respecto a la investigación. “La salud es un concepto tan difuso y evanescente como el de la felicidad”, empieza.

El investigador relata que su “búsqueda interminable de las claves y metaclaves moleculares de la salud”, es decir, “de los secretos de la vida y de las enfermedades” comenzó a los 16 años, cuando “un grupo de inolvidables profesores de un modesto Instituto del Pirineo aragonés” le encaminaron a la Universidad de Zaragoza para “poner orden y concierto académico” en su adolescencia.

El científico sabiñaniguense hace una llamada a la sociedad sobre “la adaptación psicosocial” y “la salud mental”. “Tras toda una vida dedicada al estudio de las claves genómicas y moleculares del cáncer, del envejecimiento y de muchas enfermedades minoritarias, sigo asombrándome de la fragilidad humana, tan vívidamente ilustrada por estos números referidos a las enfermedades mentales”, incide, al referirse a "las mil millones de personas que padecen desorden emocional, los pacientes con las demencias todavía incurables van a duplicarse en las tres próximas décadas hasta superar los 150 millones en 2050, y cerca de un millón de seres humanos deciden quitarse la vida cada año".

Si queremos mejorar la salud humana del futuro es ya inexcusable incluir la salud mental en la lista de las prioridades absolutas de estudio bajo prismas científicos, médicos, socioeconómicos y políticos”, recalca el científico divulgador. “Las campañas públicas que intentan promover la salud evitando la malnutrición, el sedentarismo y el uso de sustancias tóxicas (drogas, tabaco o alcohol), deberían ampliarse para informar a la población de los factores que favorecen la salud mental”.

Abrazar la noria de la supervivencia no es una tarea sencilla, pero es la mejor que podemos afrontar cada día. El resto, es silencio o entropía”, concluye en su extenso artículo.

Alberto Jiménez Schumacher junto a su tutor Carlos López Otín, cuando fue doctor honoris causa en la Universidad de Zaragoza.
Alberto Jiménez Schumacher junto a su tutor Carlos López Otín, cuando fue doctor honoris causa en la Universidad de Zaragoza.
Heraldo

Apoyo de investigadores 

La jubilación del investigador aragonés el pasado viernes ha coincidido con la publicación de artículos en periódicos de toda España de apoyo de compañeros como Alberto Jiménez Schumacher, responsable del Instituto de Investigación en Aragón, que publicó un texto en HERALDO bajo el título ‘El legado del Maestro’. Allí lo considera el “Rafael Nadal de la ciencia” por su gran aportación a la investigación científica.

En este sentido, agregó que López Otín “se jubila de la intoxicación ambiental humana, pero no de la ciencia” y en esta nueva situación “tiene que encontrar su hueco y estar tranquilo”. “Quería que las personas que proyectaron sombras sobre él que fueron insoportables le hubieran pedido perdón y se habría recuperado mucho antes, pero ya es tarde”, relata. “Las muestras de cariño que llegan ahora deberían haber llegado bastante antes e igual no habríamos llegado a este punto”.

Para esta nueva etapa, Alberto Jiménez confía en que su profesor de la Escuela de Biología Molecular ‘Eladio Viñuela’ de la UIMP (Universidad Internacional de Menéndez Pelayo) “encontrará en la escritura la vía de escape, con reflexiones que nos hagan cambiar esta sociedad” ya que “ha dejado una escuela grande, bien formada, y va a ampliar su obra”. “Sus libros son lecciones de humanidad, vida y conocimiento”, recalca.

“Intuyo que puede hablar de las claves de la salud mental con lo que él ha pasado. Con lo vivido, seguro que nos guía por caminos que otros investigadores puedan seguir para hacer sus experimentos”, concluye  el jefe del grupo de Oncología Molecular del Instituto Sanitario de Aragón. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión