Bancalé invertirá 80 millones en dos complejos para mayores y sanitarios frente a La Romareda

Negocia con varios operadores tras darle la razón la Justicia y poder derribar el convento de Jerusalén. El proyecto incluye hasta 90 pisos tutelados y la previsión es abrir en el segundo semestre de 2025

Panorámica de la manzana del convento de San Juan de Jerusalén, sin uso desde 2014
Panorámica de la manzana del convento de San Juan de Jerusalén, sin uso desde 2014
Oliver Duch

El grupo inversor aragonés Bancalé prevé invertir cerca de 80 millones de euros en la construcción de una residencia para mayores, con pisos tutelados asociados, y otra específica con estudios para sanitarios en formación en Zaragoza. 

Ambos equipamientos los edificará en la manzana de su propiedad frente al estadio de La Romareda, que adquirió en su día y que estaba bloqueada a la espera de la resolución del litigio para poder derribar el convento de San Juan de Jerusalén. Sus planes pasan por inaugurar a mediados de 2025.

La resolución, notificada el pasado miércoles, despeja el futuro y permite a la propiedad avanzar en las negociaciones que, reconoció, mantiene con varios operadores especializados en la gestión de este tipo de servicios. Salvo sorpresa, su pretensión es cerrar acuerdos de arrendamiento con un explotador que se encargue de la residencia y los pisos tutelados y de otro que asuma los estudios dirigidos a médicos y enfermeros en formación (MIR y EIR, respectivamente).

La parcela, situada en la confluencia de la avenida de Isabel la Católica con la calle de Jerusalén, tiene 9.296 metros cuadrados de superficie y su edificabilidad ronda los 14.000 m2, suficiente para dar cabida a los proyectos. Las instalaciones se construyeron en 1936 y están abandonadas desde 2014.

La pretensión inicial era levantar una gran residencia de mayores, de más de 200 plazas, pero Bancalé no pudo avanzar porque la anterior corporación, bajo mandato de ZEC, encargó un informe en el que se hablaba de la idoneidad de proteger el convento. La nueva corporación pidió otro a la comisión municipal de Patrimonio que concluyó que no había nada que catalogar. Ambos fueron elevados a la DGA, que defendió que la competencia era exclusivamente municipal. Y como no se avanzaba, la propiedad acabó hace un año por recurrir a los tribunales, que les han dado ahora parcialmente la razón.

Menor capacidad

En el camino ha tenido que replantear sus planes, dado que la nueva normativa estatal impide que las residencias de ancianos superen las 120 plazas, número al que se van a ajustar, al igual que a las nuevas especificaciones, con un diseño ajustado a unidades de convivencia y con compartimentos estancos. Ahora se complementará con un edificio de hasta 90 apartamentos para válidos, que contarán con los servicios de la residencia anexa para hacer más sencilla y cómoda su vida: lavandería, restauración, ocio o atención médica.

Este es el mismo modelo por el que apuesta Vitalia en la Expo, que tras varios años gestionando una residencia acaba de adquirir a la sociedad pública una parcela anexa para un edificio con cien pisos tulelados

En la misma manzana se construirá un bloque de hasta 200 estudios para sanitarios, dotados igualmente de servicios y espacios comunes. En su caso, dispondrán de cocinas y zonas complementarias de restauración, salas de ocio multimedia dotadas con pantallas gigantes, zonas de estudio, gimnasio y lavandería.

Fuentes oficiales de Bancalé indicaron que existe demanda porque cada año unos 300 MIR y EIR vienen cada año a formarse a los hospitales de Zaragoza. Y el emplazamiento de los futuros estudios será verdaderamente estratégica, al lado de los dos principales centros sanitarios, el Miguel Servet y el Clínico.

Especialización

Su especialización los diferencia de los estudios y pisos de alquiler para jóvenes que promueve el Gobierno aragonés junto al puente de Santiago -cuya construcción y explotación adjudicó meses y está pendiente del inicio de obras- y en el propio recinto de la Expo.

La concreción de los proyectos de Bancalé dependerá de las especificaciones que quieran los futuros explotadores, ya que se construirán a la medida de su modelo asistencial.

El primer paso será la demolición del convento, que el grupo inversor aragonés fundado por Juan Fabre está decidido a acometer en cuanto obtengan la obligada licencia municipal. Y esperan que los trabajos se hagan una realidad antes del próximo verano. 

Las máquinas tendrán que demoler 2.775 metros construidos, concentrados en varios edificios junto a la avenida de Isabel la Católica. En concreto, el propio convento, con 2.392 m2, unas viviendas, 246 m2, y tres almacenes que suman los restantes 137 m2.

Un grupo inversor con activos valorados en 300 millones

Bancalé es una ‘family office’ de capital aragonés especializada en el sector inmobiliario y logístico y cuenta con activos valorados en 300 millones de euros. Constituida en 2003 por el empresario Juan Fabre tras vender la mayorista de material informático Memory Set, apostó por diversificar la cartera, lo que le ha llevado a contar con una sede bancaria en Madrid de más de 20.000 m2 y cerca de 300 pisos de alquiler repartidas por Zaragoza Madrid y el Pirineo.

Otro de sus pilares es la logística y se ha convertido en uno de los principales arrendadores de Plaza, con naves que suman más de 100.000 m2. De la misma forma, participa en una operación para desarrollar dos millones de metros cuadrados en Torrejón de Ardoz, situados en uno de los corredores con más demanda.

Recientemente adquirió a Zaragoza Urbana dos hoteles, el Alfonso I y Playa Victoria (Cádiz). Con esta operación volvía al sector hotelero tras haber vendido los que tenía en grandes ciudades de Estados Unidos y Europa.  

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