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La ola de ómicron pone a prueba la conciliación: "¿Qué hago con el niño?"

Si el menor es confinado por dar positivo o ser contacto estrecho en el colegio, los progenitores vacunados no tienen que hacer cuarentena ni pueden pedir la baja.

Fila de niños con sus padres para una prueba diagnóstica en el centro de salud de Valdespartera.
Fila de niños con sus padres para una prueba diagnóstica en el centro de salud de Valdespartera.
Francisco Jiménez

Todo suele empezar con un mensaje en el habitual grupo de Whatsapp de los padres y madres del colegio, en el que alguno anuncia que su hijo ha dado positivo por covid. En general, le siguen las respuestas de ánimo del resto y las dudas sobre el protocolo, sobre todo, en lo que se refiere a qué otros compañeros tendrán que hacerse una PCR y seguir la cuarentena. Los que compartan mesa en el comedor son candidatos seguros. A ello se une el correo informativo del centro educativo a los afectados. Lo primero es la salud y la preocupación por los pequeños, pero inmediatamente después el dilema que se plantea para muchas familias si tienen que dejarlos en casa es: "¿Qué hago con el niño?".

El avance de la vacunación contra el virus ha ido modificando los protocolos sanitarios y ahora quienes tienen la pauta completa, es decir, dos dosis de la vacuna, tanto adultos como niños, no es necesario que hagan cuarentena. Esto se traduce en que si el o los adultos que cuidan del menor están vacunados y trabajan no puedan quedarse en casa, salvo que sean positivos.

El calendario de vacunación ha llegado a los mayores de 5 años, pero todavía son pocos niños de estas edades los que cuentan con las dos dosis, ya que comenzó la inoculación en diciembre. Ese fue el mes donde arrancó la "explosión" de ómicron, justo antes de la Navidades, y el inicio del goteo de avisos de positivos y contactos estrechos en las aulas. En Aragón, solo el 5,5% de los menores hasta 11 años tienen la pauta completa y ha recibido la primera dosis la mitad del colectivo ya que hay padres que han optado por no inocularlos o no han pedido cita todavía.

Solos en casa

Contagios, positivos y cuarentenas siguen presentes en los corrillos a la salida de los colegios. "Cómo lo voy a hacer trabajando los dos si no podemos coger la baja", se preguntaba este martes una madre del colegio público  Joaquín Costa de Zaragoza. No se ha visto en esa situación, pero tiene dos hijos, de 14 y 10 años. El mayor, que estudia en el instituto, tiene la pauta completa, por lo que si es el pequeño quien diera positivo o fuera contacto estrecho, tampoco podría quedarse en casa al cuidado de su hermano. "No lo puedo dejar solo", reconoce sobre el menor.

Esa es la única opción que le ha quedado a algunas familias. Cuenta el caso de una conocida que antes de Navidad tuvo que dejar a los niños, de una edad parecida, solos en casa, y una vecina pasaba de vez en cuando "a ver si necesitaban algo". Otra madre, Aline, con tres hijos menores, reconoce que como ahora no trabaja fuera de casa no tendría tanto problema. Su hija fue contacto estrecho este curso y le tuvieron que hacer un test, que dio negativo.

Hay quien gasta días de fiesta, pero estos terminan por agotarse y hay que contar con que las cuarentenas, de 7 días, pueden repetirse varias veces a lo largo del curso. "Si no te dan la baja, entonces de qué cobras o tiras infinitamente de vacaciones. Y que vuelva al colegio y al día siguiente vuelva a ser contacto estrecho de otro compañero", plantea otra madre zaragozana, que tuvo que dejarlos algunos días solos durante la cuarentena. Su hija de 13 años dio positivo, y con síntomas (dolor de cabeza, de garganta y fiebre) y  y su hijo de 10, negativo.

"No veo bien que te manden al niño 7 días a casa y ahí te las apañes. Nos están forzando a dejar solos a los niños", se queja Teresa, una madre del barrio del Actur, con una hija de seis años, en cuarentena por contacto estrecho.

Entre las familias la casuística es muy variada. Hay centros que han tenido que llamar a los padres para que fueran a recoger a niños que tenían que estar confinados y otras familias que no los han llevado para tratar de prevenir contagios, sobre todo, si había familiares de riesgo. 

Desde el Gobierno de Aragón, el consejero de Educación, Felipe Faci, ha insistido en que los centros son "lugares seguros", pese a los estragos que está dejando la esperada resaca de las celebraciones en las Navidades. En el último balance de datos que ha comunicado se ha pasado de cerrar 5 a 50 aulas en una semana, que suponen el 0,7% del total. Las clases se cierran a partir de cinco positivos o el 20% de la clase y los alumnos deben guardar siete días de cuarentena desde que muestre síntomas el quinto contagiado, según el protocolo actual de  Educación. Faci explicó en dicho balance, que en Aragón, como las ratios por clase son más bajas que en otras comunidades, se estarían cerrando aulas con tres o cuatro alumnos.

Permisos y ayudas

Desde las asociaciones de padres y madres reconocen que la situación tiene difícil solución. "Sabemos que es una realidad, especialmente ahora que con los padres vacunados no tienen baja ni por hijos positivos ni por contactos estrechos de sus hijos", reconocen desde Fapar, que agrupa a las AMPAS de los colegios públicos. Creen que es una situación "irresoluble", sobre todo, porque se produce en medio de una nueva oleada de contagios, la séptima en Aragón, donde "dejárselos a los abuelos, si hay, sigue siendo complicado, más si hay un positivo".

"La solución pasa por el compromiso de las administraciones públicas y la empresa privada para facilitar permisos y ayudas en el caso de los autónomos", plantean como ejemplo. Recurrir al teletrabajo sería otra opción, aunque son conscientes de que "hay muchas profesiones en las que no se puede". Entienden que "la casuística es tal y tan compleja que es muy difícil una solución general".

Debido a que esta nueva variante es muy contagiosa, en muchos casos el padre o la madre puede que estén también infectados, cuentan desde Concapa, que agrupa a los padres y madres de la escuela concertada en Aragón. "La transmisión sigue siendo nula en el colegio y si se contagian es de un adulto, por lo que el padre o la madre van a ser positivos en un porcentaje muy alto", calculan, por lo que podrán coger la baja.

Las familias confían en los centros y apuestan por la presencialidad. "Se ha demostrado que desde que han empezado los colegios han empezado a bajar los contagios, al haber menos interacción social", apuntan desde Concapa. También creen que se han ido resolviendo los problemas de bajas de profesores en los centros. Esperan poder terminar el curso e ir recuperando poco a poco las actividades de las asociaciones de padres, ahora restringidas.

 

 

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