Sanidad espera alcanzar el pico de ingresos de esta séptima ola hacia finales de semana y que empiecen a descender de cara a la próxima en Aragón. El Departamento asegura que el periodo de tiempo entre los contagios y las hospitalizaciones, más reducido con ómicron que con otras variantes, permite tener unas previsiones más a corto plazo que en oleadas anteriores.

Actualmente son 860 los aragoneses ingresados por covid-19. Aunque son 38 menos que los que aparecían en el último parte, el dato sigue siendo alto, solo superado por el de las peores olas. Especialmente delicada sigue siendo la situación en el Miguel Servet, con 211 pacientes en planta y 22 en uci, mientras que el Clínico, el segundo con más presión, atiende a 187 y 21, respectivamente.

Sanidad espera que los datos vayan a peor en lo que resta de semana, pero augura un cambio de tendencia de cara a la próxima. Tanto es así que, según la consejera, Sira Repollés, no será necesario abrir más camas uci más allá de las 13 ya habilitadas. Lo mismo sucederá con las de hospitalización convencional. El Provincial -donde se recuperan un total de 34 pacientes de coronavirus-, es, por el momento, el único hospital que ha necesitado abrir una cama de críticos más respecto a las ya anunciadas.

Según datos del Ministerio de Sanidad, Aragón tiene ocupadas un 32% de sus ucis por pacientes de covid-19, un porcentaje que solo supera Cataluña (42,8%). En el caso de los recursos de planta, la cifra llega al 20,4%, por debajo del 20,8% de Madrid.

La consejera espera que la Comunidad no rebase la cifra psicológica de los mil ingresos que sí se alcanzó en noviembre de 2020 coincidiendo con las peores semanas de la tercera ola. Recalcó, en todo caso, que las características de los hospitalizados de entonces y los de ahora son "muy distintas" tanto en número de días de ingreso como en gravedad, ya que, con ómicron, generalmente están cursando la enfermedad de una forma más leve. "Esta es una ola totalmente diferente en todos los sentidos. Con esta variante, el periodo de incubación también es más corto", agrega.

La explosión de contagios ha hecho que Aragón mantenga el mando único para gestionar las unidades de críticos, pudiendo habilitar nuevos espacios en función de las necesidades. Y pese a que se prevé iniciar pronto el descenso, la situación continúa siendo muy comprometida, ya que hospitales como el Clínico o el Servet siguen teniendo que suspender operaciones no urgentes, otro de los aspectos más criticados por los partidos de la oposición en su reunión con la consejera ayer en las Cortes.

Los datos de contagios de las últimas horas parecen avalar la tesis del Ejecutivo autonómico: que Aragón ha llegado al pico de contagios de esta séptima ola. La Comunidad ha notificado otros 5.679 positivos en 24 horas, 2.545 menos que hace una semana. El peor balance, en este caso, se da en las zonas básicas de Valdespartera-Montecanal, Sagasta- Ruiseñores y Avenida de Cataluña, con 259, 183 y 142 casos, respectivamente.

El Ejecutivo espera que si este descenso progresa también lo haga la presión hospitalaria. La pandemia, no obstante, ha enseñado que entre el pico de casos y el de ingresos hay un decalaje de 10 a 14 días, de ahí que aún se esperen jornadas complicadas.

La incógnita sigue siendo cómo será el descenso; si se vivirá uno pronunciado como en Sudáfrica, donde se cree que se originó la variante ómicron, o si será más paulatino y dejará una "meseta alta" como otras olas. Por el momento, Aragón sigue como una de las comunidades con peor incidencia a nivel nacional, con 2.657 casos por cada 100.000 habitantes a siete días y 5.882 a 14, según las estadísticas del Ministerio, que sitúan a Navarra a la cabeza con 5.974 casos a dos semanas. Ambas regiones, no obstante, estarían siguiendo una tendencia descendente, dado que la primera marcaba hace un día 5.962 y la segunda, 6.056.

Medidas "adecuadas"

Repollés insiste en que esta ha sido una de las olas "más complicadas de gestionar" para la DGA por las fechas, el alto número de contagios y el hecho de que la población pensase que estas iban a ser unas Navidades diferentes por el efecto de la vacunación. El volumen de casos, reconoció, ha sido "intensísimo" a pesar de que no hayan sido tan graves como en otras ondas, circunstancia que ha terminado tensionando la Atención Primaria y los hospitales.

La consejera recalca que su Departamento ha intentado tomar "todas las medidas adecuadas a tiempo", adaptadas a la situación "especial" de esta ola, en la que se ha apostado por el pasaporte covid antes que por restringir los aforos de los negocios.