La séptima ola: la más contagiosa, la más larga y la que ha roto el techo de la gráfica

La cifra de contagios de covid diarios en Aragón sigue por las nubes. Parece que ya se empieza a ver cómo la curva, que comenzó a subir en octubre, va descendiendo. Es posible que sea el fin de este séptima ola en el territorio aragonés (sexta en España): la más contagiosa, la más larga y la que ha roto el techo de la gráfica.

La representación visual de las cifras de los contagios diarios de covid en Aragón se movía entre unos valores de cero a 1.300, con sus picos y sus ondas epidémicas. El gran cambio se produjo a finales del año pasado cuando los datos empezaron a construir una fase de progresión que haría cambiar la escala del gráfico dejando las olas anteriores a un tamaño muy pequeño en comparación con la séptima ola. 

Entonces, ¿qué ha pasado? ¿Por qué toda la población aragonesa ha visto el covid de cerca o en su propia casa? ¿Es solo por la capacidad de trasmisión que tiene la variante ómicron o han influido más factores?  

Detrás de los datos

"Lo que tenemos hoy en día es la visión completa de lo que hubiéramos vivido el año pasado a finales de otoño y principios de invierno si no se hubieran puesto tantas restricciones. Por eso ahora la onda de la gráfica es tan alta y tan alargada. En este momento, están confiando todo en la inmunidad natural y en la vacuna", afirma el epidemiólogo Nacho de Blas.

Los factores que han llevado a que las cifras se disparen de este modo son diversos. "Hay varias causas a destacar: Entre la tercera y la cuarta ola en Aragón no estábamos vacunados y ahora sí; hace un año dominaba una variante no excesivamente transmisible, ahora sí; por aquel entonces hubo medidas restrictivas y ahora no; y a finales de 2020 la totalidad del diagnóstico era prácticamente por PCR y ahora tenemos los autotest de antígenos al alcance de todos", afirma Nacho de Blas. 

Otra de las causas de la magnitud de esta curva es la estacionalidad del virus y su naturaleza. "La onda del coronavirus estacional suele ir un poco adelantada a la de la gripe, se da a finales de otoño y principios de invierno. La onda del año pasado empezó después del Pilar y se cortó en pocas semanas con las restricciones, pero la ola hubiera continuado. En el momento que se levantaron estas restricciones, volvimos a tener una ola un poco más alta después de Navidades", afirma Nacho de Blas, "podemos decir que esta séptima ola es como la suma de la tercera y la cuarta del año pasado si desde el Gobierno no se hubiera tomado acción como se hizo".

Aunque el coronavirus sea estacional, "mientras sigan apareciendo variantes atípicas provocarán subidas, aunque el impacto será menor en verano que en invierno", dice el epidemiólogo.

"Yo creo que hemos ya pasado el pico epidémico de este séptima ola, aunque los números todavía no salen del todo. La incidencia acumulada a 7 días es superior a la de una semana", concluye Nacho de Blas.