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Sensibilización, visibilización y detección, claves para niños con altas capacidades

En la nueva ley de Educación se vuelve a mencionar a los alumnos de altas capacidades, aunque los recursos para trabajar con ellos pueden no ser suficientes.

Alumnos en una clase de colegio.
Verónica Lacasa

"Un niño de 11 años termina la carrera de Física en tan solo 9 meses". Esta noticia, que saltó a los medios de comunicación hace unos días, contaba la historia de Laurent Simons, un belga superdotado que tras promocionar va a estudiar un máster y así cumplir su sueño: "Poder reemplazar tantas partes del cuerpo como sea posible con órganos fabricados". No obstante, Laurent no es el primer niño que protagoniza una hazaña así. Su historia puede recordar a la de Michael Kearney, un estadounidense que se graduó de Antropología con 10 años, en 1994.

"Casos así son muy extremos. No siempre pasa. Siempre digo que genios como tal es muy difícil que nos vayamos a encontrar en nuestra vida, sin embargo, sí personas con altas capacidades", sostiene Alberto Quílez, profesor de la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación de la Universidad de Zaragoza, en el campus de Huesca. Quílez explica que son más comunes personas talentosas, que sobresalgan en alguna faceta o que su capacidad esté por encima de la media de forma global. Ejemplos como el de Laurent o el Michael no se ha topado Quílez en su experiencia, que insiste que son "extraordinarios". Pero sí otros en los que se ha aconsejado una aceleración de cursos, ya sea parcial o completa: "Es una buena opción". Aunque Quílez – que fue galardonado con el Premio a la Excelencia Educativa para Alumnado de Altas Capacidades en 2021- puntualiza que es necesario tener en cuenta más factores a la hora de tomar una decisión así. "A veces la madurez cognitiva no se corresponde con la emocional. Podemos verlos muy maduros a nivel cognitivo, son muy listos, muy inteligentes, pero presentan un desfase con respecto a la madurez emocional, al fin y al cabo siguen siendo niños".

"A veces la madurez cognitiva no se corresponde con la emocional"

A pesar de que en la legislación ya se contemplaba desde versiones anteriores a los alumnos de este perfil, en la nueva ley de Educación -la ley Celáa- se ha modificado el texto. "Corresponde a las administraciones educativas asegurar los recursos necesarios para que los alumnos y alumnas que requieran una atención educativa diferente a la ordinaria (…) por sus altas capacidades intelectuales", dice el documento actual entre otros supuestos. Aunque "una cosa es lo que pone en la ley y otra los medios con los que se cuenta para poner en práctica esos recursos", lamenta Quílez. Una situación que, según aclara este docente, no es porque sea responsabilidad de los colegios, ni de los profesores, ni de la Administración. "El abanico al que tiene que atender un profesor es amplio, por la diversidad religiosa, étnica, sexual y también de capacidades y, por desgracia, los alumnos de altas capacidades casi siempre están a la cola, -señala Alberto Quílez- porque a priori puede parecer que tienen menos necesidades. Sin embargo, altas capacidades no tiene por qué ser sinónimo de ir bien, a veces su rendimiento académico no es tan bueno".

De manera global, los estudios sitúan entre el 10% y 20% los alumnos con altas capacidades. "La OMS dice que deberían representar un 2,3% de los niños escolarizados. En España, fijándonos en ese 2,3%, estamos entre el 0,47% y el 1,5%", menciona Quílez. En Aragón esa cifra oficial ha descendido. "Mientras la evolución general en las comunidades autónomas es de subida en la identificación, podemos observar cómo la caída en la comunidad aragonesa es del 78,5%, pasando de 675 alumnos identificados a solo 145", expone Beatriz Urriés, vicepresidenta de Sin Límites Asociación Aragonesa de Altas Capacidades. ¿Qué ha pasado con estos más de 500 niños, el 78,5%? "Han sido borrados del sistema educativo aragonés como alumnos de altas capacidades cuando ya estaban evaluados y tenían informes elaborados por los propios equipos de orientación de la D.G.A. En la orden ECD 1005/2018 se daban instrucciones a los centros educativos de eliminar como alumno con necesidades educativas especiales a todos aquellos que no tuvieran medidas específicas: salto de curso, en el caso de los alumnos de altas capacidades", recriminan desde la asociación. Sin Límites impugnó esta orden y obtuvo una sentencia favorable del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, añade Urriés.

Características en casa y en el colegio, como un desarrollo del lenguaje temprano, una capacidad de razonamiento y una abstracción superior hace que se interesen por cosas más profundas. "También se pueden observar ciertas formas disruptivas de conducta, obsesión, aburrimiento, la frustración no la llevan nada bien", sostiene Quílez, que recomienda acudir a equipos de orientación de los centros educativos cuando una familia sospeche de ello.

Quílez apunta a la formación específica de los docentes como una posibilidad para reconocer más a estos alumnos. "También habría que flexibilizar las actuaciones y los planes de los colegios. Además, una detección a tiempo, con las valoraciones psicopedagógicas, sería crucial", expone el profesor universitario. En este último punto, no las pueden elaborar de forma oficial los psicólogos, tal y como informan, algo que retrasa esa detección y que puede ser que se descubra siendo adultos. No obstante, a pesar de que estos tres factores se ejecutaran con éxito, cree que aun así seguirían fallando los recursos, "no tanto materiales, como humanos".

"Es necesario que se sensibilice y se visibilice a los chavales de altas capacidades", pide Alberto, y que sea así un paso más para eliminar estigmas o creencias erróneas. Tal vez un avance haya sido el reconocimiento por parte del Ministerio como uno de los cinco colectivos que se puedan beneficiar de becas: discapacidad, altas capacidades, trastorno grave de conducta, trastorno del espectro autista -incluido en la convocatoria 2020-2021- y trastorno grave de la comunicación y del lenguaje. Desde Sin Límites avisan de que la retirada de este calificativo a algunos alumnos perjudica a las familias vulnerables que no podrán acceder a beca.

La pandemia de coronavirus no ha facilitado el trabajo con alumnos de altas capacidades, al contrario, como también ha sucedido con el resto de colectivos. "Si antes podían trabajar con actividades de multietapa este curso, con los grupos burbuja, ha sido más complicado. Antes se podían optimizar horas, pero lo que costaba 5 horas ha pasado a ser 25 ahora", concluye Alberto Quílez.

Tipología de altas capacidades

La superdotación, como la de Laurent Simons, es un tipo de altas capacidades, tal y como transmiten desde Sin Límites Asociación Aragonesa de Altas Capacidades, se trata de más de 75% de alta capacidad en las aptitudes intelectuales y en creatividad. En la clasificación también se definen talentos simples (más del 95% en una determinada capacidad, como cálculo numérico, aptitud verbal, creatividad), talentos múltiples (más del 85% en dos capacidades, ya sea verbal y numérico o creatividad y verbal) o talentos complejos (más del 80% en tres capacidades, académico, artístico o matemático).