Una ruta para descubrir las simas escondidas entre dos bonitos pueblos de Teruel

Esta excursión es un plan perfecto por la naturaleza que podemos hacer en la comarca del Bajo Aragón, donde exploraremos el entorno entre dos encantadoras localidades turolenses.

Sima Grande, en la localidad turolense de La Ginebrosa
Esta espectacular sima se encuentra en un pequeño pueblo de Teruel
Laura Uranga

Algunos más conocidos que otros, lo cierto es que Aragón es un territorio repleto de espectaculares paisajes que merece mucho la pena descubrir. Y en la provincia de Teruel encontramos diferentes parajes tan bellos que van desde bosques hasta lagunas y cascadas, pasando por nacederos y manantiales, pero también impresionantes simas. Hay lugares ideales para hacer una escapada a la naturaleza, como en la Sierra de Albarracín, más que famosa en toda España, donde se encuentran los Pinares de Rodeno, los Puertos de Beceite... 

Pero no son los únicos rincones de la región donde perderse entre postales únicas, ya que comarcas como la del Bajo Aragón esconden tesoros sorprendentes quizás algo desconocidos pero igual de bonitos.

La ruta por las simas de La Ginebrosa, un paisaje de belleza extraordinaria en Teruel

Para llegar a ellas desde la localidad de La Ginebrosa hay que tomar la carretera que conecta al pueblo con Aguaviva hasta una ruta circular poco exigente que nos permite ascender hasta ellas y disfrutar de este fenómeno de la naturaleza. 

El recorrido que une las dos simas de La Ginebrosa tiene casi 22 kilómetros y medio, aunque también puede realizarse por tramos. Siguiendo el sendero que se toma desde el pueblo podemos acercarnos hasta la sima Grande traspasando las crestas de la sierra, la parte más bonita de la travesía.

La sima Grande es impresionante, ya que tiene 22 metros de diámetro en su boca y 63 de profundidad y está rodeada de gruesas barandillas de madera que tienen aberturas. Dentro crece una vegetación peculiar fruto del microclima de su interior, como hiedras, musgos y helechos, y es refugio y hábitat para numerosas especies, entre las que destacan las chovas y los murciélagos. 

Una vez visitada esta joya de la naturaleza, hay que descender por el trazado para cruzar la carretera a Aguaviva, dirección a la ermita de Santísima María Magdalena, y llegar a la partida 'Las Masadetas', donde se sitúa la sima Pequeña.

Qué ver en La Ginebrosa, más allá de sus simas

Este municipio de 192 habitantes pertenece a la comarca del Bajo Aragón y es todo un tesoro situado en el interfluvio del Bergantes y el Mezquín, a 28 kilómetros de Alcañiz con un rico patrimonio cultural y arquitectónico.

En La Ginebrosa sobresalen la iglesia parroquial de San Bartolomé, una joya gótica construida en el siglo XIV, o los restos del castillo musulmán de Buñol, que se encuentran junto a la ermita de la Magdalena, ubicada en la partida de "Las Masadetas", donde se realiza la llamada "fiesta de las cerezas". 

Asimismo, destaca el imponente puente de Cananillas, que se enclava en un bello entorno natural; los restos de la antigua presa; y las dos neveras de la localidad, que forma parte de la ruta de las Bóvedas del Frío, orientada al noroeste y situada en la cercanía del casco urbano, de planta circular y construida en argamasa y mampostería. 

Dónde comer en La Ginebrosa

Una buena opción para comer en La Ginebrosa después de una excursión por las simas es el Bar La Vila, situado en la calle Carretera, 2.

Cómo llegar a La Ginebrosa, en Teruel

Para llegar a La Ginebrosa desde Teruel hay que tomar la N-420 en un trayecto de una hora y 50 minutos en coche. Y para llegar desde Zaragoza se tarda lo mismo, pero por la N-232.

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