La espectacular sima de Aragón que fue escenario de la famosa novela 'Bendita Calamidad'

Este pozo de 30 metros de profundidad, situado a pocos kilómetros de Zaragoza, en un pueblo de la Comarca de Tarazona y el Moncayo, aparece como escenario en la divertida novela del escritor español Miguel Mena.

El Pozo de los Aines se ubica en la localidad zaragozana de Grisel
El Pozo de los Aines se ubica en la localidad zaragozana de Grisel
Laura Uranga

La Comarca de Tarazona y el Moncayo esconde parajes naturales impresionantes que son parada obligatoria. Algunos más conocidos, como la sierra del Moncayo, gozan de una fama más que merecida por su reconocimiento e importancia a nivel nacional. No obstante, Aragón también alberga paisajes espectaculares que no son tan famosos pero que, sin duda, tienen un valor incalculable. Es el caso de una impactante estampa que incluso fue escenario de una de las más famosas divertidas novelas españolas.

El Pozo de los Aines de Grisel, La Sima de los Sueños

A apenas 900 metros del casco urbano del encantador pueblo de Grisel, en la zaragozana Comarca de Tarazona y el Moncayo, se encuentra esta imponente cavidad kárstica también conocida como La Sima de los Sueños. Este paraje tiene un valor natural y geológico muy importante gracias, en parte, al peculiar microclima que esconde en su interior. Se formó tras el hundimiento del terreno formado por roca caliza y yesos que las aguas subterráneas fueron erosionando.

El paseo hasta el Pozo de los Aines es muy corto, está muy bien señalizado y permite disfrutar de la tranquilidad del paisaje campestre. Antes de llegar hay que travesar un bonito olivar en cuyo terreno se encuentra la sima.

Además, el Pozo de los Aines aparece como escenario en 'Bendita Calamidad' la divertida novela de Miguel Mena que fue adaptada al cine bajo la dirección de Gaizka Urresti.

Un lugar envuelto en leyendas en Zaragoza

Es un lugar de singular belleza con más de cuatro siglos de historia que está rodeado de leyendas. La tradicional afirma que en 1535, los habitantes del pueblo de Grisel eran en su mayoría moriscos, musulmanes convertidos de manera forzosa al cristianismo que en secreto seguían practicando su antigua religión. Hamet-Ben-Larbi, un moro muy rico que vivía en el pueblo, fue a trabajar con su criado en día festivo

Al poco de comenzar la faena, se escuchó un gran estruendo y el moro, el trillo y las caballerías desaparecieron en el gran agujero que se hizo, el Pozo de los Aines. Y los habitantes de Grisel lo atribuyeron a un castigo de Dios por trabajar en un día festivo.

Cómo llegar al Pozo de los Aines, en Grisel

Para llegar desde Zaragoza hay que hacerlo por la AP-68 y la N-122. Se tarda una hora y cuarto en coche desde la capital aragonesa.

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