turismo
Valdelinares: esquí cerca del cielo, ríos que nacen y unos cuantos dinosaurios
El entorno de la estación invernal de la comarca del Gúdar-Javalambre ofrece muchos atractivos que van más allá de calzarse los esquís y deslizarse entre los pinos.
Cerca del pueblo más alto de España, Valdelinares, en Teruel, se halla la estación que lleva su nombre, y que permite al aficionado deslizarse sobre la nieve más cerca del cielo que en cualquier otro punto del país. No en vano, el municipio está ubicado a 1.692 metros sobre el nivel del mar, y sus visitantes tienen la oportunidad de conseguir un diploma, con el sello del Instituto Geográfico Nacional, que les acredita haber estado en el pueblo más alto de Europa. Basta pedirlo en la Oficina de Turismo de la población (en la plaza de la Iglesia y abierta todo el año, de martes a domingo).
Gestionada por Aramón, la estación de Valdelinares cuenta con un dominio esquiable de 17 kilómetros, divididos en 16 pistas: 6 verdes, 4 azules y 4 rojas. Además, dispone de una zona de snowpark y otra de Funny Track para garantizar la diversión. Por otro lado, dispone de 189 cañones de artificial. Sus cotas son homogéneas, con máxima de 2000 metros y mínimas de 1700. Y tiene una particularidad que la hace especial: todas sus pistas discurren entre pinos, con lo que la experiencia tiene un plus visual que no se logra en otros puntos.
La práctica deportiva en los alrededores de Valdelinares no se limita solo al esquí, ya que también incluye rutas de senderismo por zonas espectaculares, como las que discurren en medio de bosques de pino negro o moro (Pinus uncinata) ubicados en lo alto de la Sierra de Gúdar. Declarada Arboleda Singular por el Gobierno de Aragón, incluye 46 hectáreas de superficie forestal de pino moro en los montes de utilidad pública de Valdelinares, situado muy cerca de la estación de esquí. Abarca los parajes de La Tajera, El Conventillo y el barranco de la Chaparrilla –junto al collado de la Gitana-, todos ellos en el entorno de la estación.
También se pueden realizar excursiones de montaña, paseos a caballo y rutas en bicicleta. Una de las más hermosas es la excursión que parte desde Valdelinares hasta Alcalá de la Selva. Una ruta apta para todos los niveles que puede realizarse en cualquier época del año y que atraviesa numerosas masías. Finaliza en el caserío de Alcalá, frente a un pintoresco castillo.
Y una vez en la localidad, qué menos que darse una vuelta por su precioso casco urbano. De su patrimonio histórico religioso cabe destacar la iglesia de San Simón y San Judas del siglo XVI o el cercano santuario de la Virgen de la Vega. Entre las obras de interés civil se puede visitar el castillo de los Heredia de origen medieval aunque levantado sobre el original castillo árabe o el edificio del Ayuntamiento.
En la relación de imprescindibles también está uno de los pueblos presentes en la lista de los más bonitos de España. Y es que Rubielos de Mora, a casi mil metros de altitud sobre el nivel del mar y en medio de una encrucijada de caminos que le han valido el nombre de “Pórtico de Aragón”, es una visita obligada. Gran cantidad de casas solariegas e históricos edificios conforman un entramado de callejuelas que merece la pena pasear. No hay que dejar de visitar la excolegiata Santa María la Mayor del siglo XVII o la iglesia del Hospitalicio y las numerosas ermitas de los siglos XVI y XVII.
Otro 'sí o sí' que se debe visitar en la sierra Ibérica, y que constituye un trabalenguas con el pueblo anterior. La visita a Mora de Rubielos puede comenzar por el castillo de los Fernández de Heredia que preside la población. A partir de ahí, solo queda perderse entre sus calles e ir buscando lugares de interés, como el Arco del Calvario, la casa Consistorial del siglo XVII o casas de insignes habitantes como las de García Herranz.
A 35 kilómetros de Valdelinares está Cedrillas, un coqueto pueblo donde nace el río Mijares. A la zona del nacimiento se puede llegar por una ruta de 13 kilómetros de caminata (sencilla) o acercarse en vehículo hasta la zona de merendero y barbacoa; desde ahí hasta el nacimiento hay un sendero accesible (aunque escarpado en algunos tramos) de apenas 1,1 kilómetros. Si se opta por llegar en vehículo hasta la zona del merendero, el cuentakilómetros no rebasa el número seis.
Un poco de prehistoria
Y para rematar, qué menos que remontarnos 'un poco' en el tiempo. Tan 'poco' como a hace unos 150 millones de años, cuando los dinosaurios todavía existían y en las inmediaciones de la ciudad de Teruel abundaban. En la actualidad, continúan apareciendo restos, fruto de excavaciones e investigaciones paleontológicas.
Además del famoso parque Dinópolis, en los alrededores de la capital turolense también se pueden hacer recorridos en busca de las huellas del Jurásico Superior y el Cretácico Inferior.
Bautizada como la Ruta de los Dinosaurios, la comarca Gúdar-Javalambre propone un recorrido por tres yacimientos situados en dicho territorio. En ellos se pueden ver, al aire libre y en el mismo lugar donde se encontraron, huesos y huellas de dinosaurios. En total son siete kilómetros de caminata sin apenas desnivel que se realizan fácilmente y con varias paradas, lo que hace de esta una actividad perfecta para familias con niños.
Incluye el Castellar, con más de 70 yacimientos con fósiles, el Camino del Berzal y el yacimiento de San Cristóbal, la joya de la corona de esta ruta del dinosaurio.
Información práctica
Cómo llegar. Desde Teruel, su capital de provincia, hay 70 kilómetros por la A-226 hasta Allepuz, y de ahí la TE-V-3 hasta el corazón del pueblo de Valdelinares. La estación de esquí está a solo dos kilómetros del municipio.
Servicios. En la página web alojamientosvaldelinares.blogspot.com pueden hallarse varias referencias de casas rurales, hostales y la panadería Visi, que surte al pueblo.
