El Castillo de Valderrobres se ha convertido en uno de los monumentos históricos mas visitados de la provincia de Teruel tras el profundo proceso de restauración y reconstrucción llevado a cabo en los dos últimos años con una inversión de dos millones de euros.

Aunque los últimos retoques se realizaron hace pocos días, el grueso de las obras, iniciadas en 2020, se terminó a mediados del pasado mes de mayo, lo que permitió reabrir al público el edificio, catalogado como Monumento Nacional. En los poco más de siete meses que van de mayo al pasado 30 de noviembre, el castillo recibió 32.000 visitantes, lo que supone un 42% más de afluencia respecto a 2019, cuando en todo el año se alcanzó la cifra de 37.000 personas.

El Ayuntamiento de Valderrobres y la Fundación Valderrobres Patrimonial han sido los impulsores de la restauración, que ha supuesto, entre otras mejoras, la reconstrucción de las bodegas, la Sala de los Leones y varias habitaciones del Arzobispo de Zaragoza. También se ha recuperado la primitiva fortaleza defensiva de hace 800 años, que albergó un cadalso, y el pasadizo gótico que comunica la iglesia con el castillo. Por último, se han hecho visitables las almenas.

Pese a que en las primeras semanas tras su reapertura el flujo de visitantes fue más bien tímido, la llegada de turismo no tardó en dispararse, destacando el pasado mes de octubre con un incremento del 100%. No obstante, desde la Fundación Valderrobres Patrimonial achacan este aumento a varios factores. Al gran atractivo que ha ganado el castillo tras su restauración añaden el aumento general de visitantes nacionales que registra toda la comarca, debido a la reticencia a salir al extranjero por la pandemia.

Madrid, Navarra, País Vasco, Andalucía y Aragón son las comunidades autónomas de procedencia que más incremento han experimentado en el castillo de Valderrobres. “Vivimos una coyuntura muy favorable en destinos rurales como el Matarraña y eso también influye. Aunque, indudablemente, toda la restauración del monumento lo convierte ahora, a mi juicio, en el más interesante de Aragón”, explica el historiador Manuel Siurana, director de la Fundación Patrimonial.

En los últimos meses, se han completado varios detalles que se dieron a conocer en la inauguración oficial del castillo, el pasado día 3. Se ha instalado nueva iluminación y se ha decorado el interior de varias salas con colecciones de obras de arte. También se expone la Cruz Procesional de estilo plateresco que se perdió durante la Guerra Civil y que, tras su restauración, luce junto a la celosía gótica de la iglesia, muy próxima al pasadizo que une el templo con el castillo. “Es nuestro monumento más notable y además de constituir una atracción para Valderrobres, lo es para toda la provincia de Teruel”, explica el alcalde de la localidad, Carlos Boné.