Aragón es extraordinario

Calatorao: la piedra pulida da la bienvenida

La firma Gramablack se ha propuesto devolver esta caliza de la localidad, idónea para usos constructivos u ornamentales, a lo alto del escalafón marmóreo mundial.

Cantera de GramaBlack en Calatorao
Cantera de GramaBlack en Calatorao
Laura Uranga

La piedra de Calatorao no necesita presentación, pero tampoco viene mal un recordatorio. Puede ser gris, gris oscura, negra, más negra... todo depende de cómo y cuánto se pula. Es bonita, práctica y, aunque no esté imantada, magnética... para el sentido de la vista: conquista a la primera. Así le ocurrió a Javier Grasa, director general de Gramablack (Grasa Mármol Negro), hace algo más de un año, cuando adquirió la actual cantera de la empresa en Calatorao para emprender un nuevo impulso a este bien geológico que ha llevado el nombre de la localidad a todo el planeta.

Javier es uno de esos empresarios que sabe sazonar la matemática con un buen chorro de pasión; salían los números y, además, ‘repolidos’, que dirían en unos cuantos pueblos de la geografía aragonesa. “Una de las peculiaridades de esta piedra es que al pulirla se cristaliza y saca un intenso color negro. Tiene infinidad de usos, desde decoración de interiores a obra civil… en Zaragoza se puede admirar en lugares como la Seo, el Auditorio, la estación Delicias o el Centro Comercial Aragonia”.

La familia Grasa tiene instalaciones de áridos en Garrapinillos. El desembarco en Calatorao buscaba un extra. “Más allá de la diversificación del grupo, lo de Calatorao fue un flechazo, la apuesta por un material de gran calidad, visualmente impactante, con el que poder llevar a cabo un desarrollo artístico más allá de la obvia oportunidad de negocio. La acogida en Calatorao fue buena desde el principio; nuestro jefe de producción, Alberto Lahuerta, es hijo de los antiguos dueños, y teníamos claro que debíamos aprovechar los conocimientos del personal local. Soy miembro de la cuarta generación de una empresa familiar que siempre se ha esforzado por hacer las cosas bien; llegamos con humildad, y nos han puesto las cosas fáciles. Hay que devolver a la piedra de Calatorao su lugar en el escalafón mundial de las piedras marmóreas; estamos abriendo líneas propias de negocio en Francia, y se vende en todo el mundo. El reto es llevar un trocito de Aragón a los cinco continentes”.

Santiago Pueyo, director técnico de Gramablack, explica las particularidades de la empresa. “Hacemos el proceso entero, algo inusual en el sector. Extraemos el bloque aprovechando vetas de los estratos rocosos, cortes más densos y sanos; los trasladamos a la fábrica, que está aquí mismo en Calatorao, y allí seleccionamos los bloques según su uso posterior. Se descarta la parte perimetral y cualquier desperfecto; ese material se reutiliza en áridos”.

Gramablack trabaja bajo pedido, es difícil estandarizar su producto. “En el acabado –explica Santiago– está el punto diferencial: algunos de los más solicitados son el apomazado, abujardado, flameado o envejecido. Se usa para mil cosas, pero sobre todo pavimentos y revestimientos. Acabamos de hacer la calle principal en Enciso (La Rioja) con adoquines y baldosa flameada, bordillos para la Concha en San Sebastián, dos proyectos en Pamplona y la Chantrea… la piedra de Calatorao es muy buscada en exteriores en la zona norte, porque tiene una gran durabilidad, es poco porosa, no absorbe el agua en invierno y no revienta con las heladas ni se degrada con las sales”. Valga, pues, el tópico: bonita por dentro y por fuera.

Un material de primera desde las entrañas de Aragón

¿Y si en la gigantesca cantera se hiciese algo más que sacar piedra?

El realizador aragonés Jorge Nebra, el actor aragonés Alfonso Desentre, la actriz y locutora aragonesa María de Rada... Gramablack lanza estos días (gramablack.com) una serie de acciones publicitarias que comenzaron con un clip y siguieron con anuncio. Javier Grasa quería lanzar un mensaje rotundo, que emana de su propia afición a la música y el arte. “Quiero combinar la piedra con diversas formas de expresión cultural. La idea, cuando y como se pueda, es hacer conciertos o incluso festivales en la cantera, ofrecerla como escenario de videoclips… hay un rasgo interesante, la acústica, y el entorno tiene magia. Para transmitir todo esto quería contar con los mejores; a Nebra ya lo conocía y me pareció la persona adecuada. Además, le encanta la piedra, hace sus pinitos como escultor, tiene creatividad y experiencia. Estoy muy satisfecho con los resultados”.

El tiro de barra y la Fuente de las Escaleras como santo y seña

Calatorao, junto con La Almunia y la pionera Argavieso, fue y es uno de los templos del lanzamiento de barra aragonesa. La membresía de Calatorao en este club tiene un nombre propio: Félix Serrano, el mejor lanzador de Aragón en los 70 y 80. Con 1,90 de altura y una gran envergadura, llegó a lanzar la barra de siete kilos y 257 gramos a 18,29 metros sin carrerilla con el único apoyo de la torsión del cuerpo y la flexión de las rodillas.

La Asociación Cultural Barbacana es otro tesoro de la localidad, por la ingente labor de investigación patrimonial e histórica que viene realizando y el aporte de sus estudios en la comprensión de la realidad actual del pueblo. Sobre la Fuente de las Escaleras, por ejemplo, arrojan una interesante luz en un enclave subterráneo.

Esta fuente, explica Barbacana, es una gran construcción de planta cuadrada con paredes a modo de muros de contención, realizados en piedra de Calatorao. Al fondo de esta construcción se accede desde la calle, bajando una escalera con 44 peldaños. El agua brota por unos caños bajo los arcos rehundidos de los muros. Hasta la última restauración de la casa de Cultura (antigua posada de arrieros situada a las afueras del pueblo medieval), el túnel estaba abierto y de libre acceso. Fue en los años 80 cuando se puso una puerta para proteger el manantial.

El Santo Cristo

En este convulso 2020 se celebra una efeméride más que notable en Calatorao, ya que llega el 500 aniversario de la presencia de la talla del Santo Cristo en la Iglesia de Calatorao; las fiestas de la Cruz, de hecho, se celebran desde 1613. La leyenda dice que esa talla la realizó un ángel disfrazado de peregrino, y se le atribuye una cualidad sobrecogedora; sacar al demonio del cuerpo o, en la versión menos intensa, curar las penas. En el pueblo se recuerda como en los años 40 se fletaba desde Zaragoza un tren para visitar a este ‘Cristo de los Endemoniados, por su poder sanador.

Como los quebrantes se borran muchas veces mimando el paladar, no está de más recordar la joya de la repostería local: las deliciosas rosquillas de anís, pastas y magdalenas, muy populares en la comarca. Dicen que el mejor guirlache, de hecho, se hace sobre la codiciada piedra negra de Calatorao.

El pueblo tiene una historia medieval curiosa. Durante mucho tiempo se dijo que Doña Urraca de Castilla, esposa del Rey Alfonso I El Batallador de Aragón, quedó recluido en el Castillo de Calatorao; sin embargo, Barbacana reveló que la Urraca que habitó el castillo fue una viuda valenciana, de Buñol, que entregó 6000 morabetinos de Oro al Rey Pedro II de Aragón para donar el castillo y sus bienes y haciendas a Santa María La Mayor, el Pilar de Zaragoza. Era 1213; desde entonces y hasta las desamortizaciones del siglo XIX, con la de Mendizábal en 1835 como principal referencia, el castillo fue propiedad del Cabildo del Pilar. Luego pasó a manos de Prudencio Moreno, después a Genaro Poza Ibáñez, a Ibercaja y en los 90, al Ayuntamiento.

Cómo llegar a Calatorao

Comarca. Valdejalón.

Cómo llegar. Desde Zaragoza, su capital de provincia, hay 50 kilómetros por la A-2 y la A-1304.

El refugio de Tintín. ¿Una casa rural tematizada con el intrépido reportero de Hergé? Eso mismo. 26labrador.es dedica la decoración y espíritu de su instalación a uno de los personajes de cómic más famosos de la historia. Está a cuatro kilómetros del centro del pueblo

Casa Eladio. En el mismo centro, al pie de la carretera que cruza el pueblo, se halla este bar que también sirve comidas.

Hallazgo. La mezquita aljama mudéjar en el local de la Asociación Cultural Barbacana (en la calle Murillo del barrio de la morería: antes fue Hospital de Peregrinos) es una joya de la localidad.

Origen. La villa conserva su topónimo árabe de ‘Qalat al-Turab’, que podría traducirse como castillo de tierra, y tiene el escudo pintado precisamente frente el Castillo de los Priores, del siglo XVI, construido sobre una fortaleza de origen islámico.

Reportaje de la serie ‘Aragón es extraordinario’.

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