Aragón es extraordinario’

Fabara: romanos aragoneses con ‘auctoritas’

La localidad cuenta con un canónico e impecable mausoleo del siglo II dedicado a Lucio Emilio Lupo que, según los expertos, es el mejor conservado de Europa.

El alcalde de Fabara, Francisco Javier Doménech, no tiene por costumbre callarse cuando tiene algo que decir; el tema es lo de menos, y su amor por el pueblo, lo más. Cada sábado tiene un espacio en Radio Fabara, ‘La voz del Bajo Matarraña’. “Hablo de todo, menos de política municipal, sería sucio hacerlo”. Se empeñó y consiguió –no sin polémica– en sacar adelante la depuradora local de agua, y no tiene problema en reconocer que el impacto económico del tesoro patrimonial más relevante de su municipio –el mausoleo romano del siglo II dedicado a Lucio Emilio Lupo– es mínimo. “Solamente nos da prestigio intelectual, cultural, que está muy bien, pero... me explico: un mausoleo como el nuestro, precioso, académico, el mejor conservado de Europa, que parece un joyero de lo bonito que es, se ve en 15 minutos e incluso los viajes por la comarca de hace unos años no paraban nunca aquí a desayunar, comer o tomar un refrigerio. La gente se va a otro lugar, ve otra cosa. Es un honor que salga en una enciclopedia de Suecia como el mejor que hay en Europa, o que se comente que el nuestro es el que queda en pie de todos los que hubo en Aragón, pero... ¿me explico?”

Hace dos años se eliminó un tupido seto que lo rodeaba e impedía la admiración parcial desde fuera del recinto. “El seto que había no era romano; el ciprés, sí. Van creciendo, además; son bonitos, y más naturales. Contemplar el mausoleo es un pacer si te gusta la arquitectura y la historia; sus columnas, el friso, el tímpano… todo tan canónico y sorprendente. Sobre Emilio Lupo hay muchas teorías; unos dicen que era un niño de alta cuna, otros hablan del más rico del pueblo, otros de un general que cayó en batalla… en la Roma clásica se solían hacer estos monumentos para personas con ‘auctoritas’, que infundían respeto. El más rico de Roma, Creso, no tiene mausoleo, por ejemplo. Estaban en la vía pública, y la idea era que el caminante recibiese un mensaje al llegar a la ciudad: que en ella había una persona muy respetada, cuya fama trascendía lo económico”.

El mausoleo de Fabara es excepcional por muchas razones, pero su perfecto estado de conservación es sin duda una de ellas. “Lleva casi 2.000 años intacto –explica el alcalde– y para verlo solo hay que pedir la llave en el Ayuntamiento o en el Bar Tropical, dejando el DNI en garantía”. En los últimos años, además del mentado cambio del seto por los cipreses, se ha incorporado una pequeña escalinata en el frontal y se ha completado el recinto circundante.

Vídeo de Fabara
Vídeo de Fabara

Mausoleo romano de Fabara

El Sistema de Información de Patrimonio Cultural Aragonés (SIPCA) explica que cronológicamente, los mausoleos se escalonan a lo largo del Alto Imperio entre fines del siglo I y comienzos del III, con alguna excepción de época más tardía. El de Fabara tiene formato de sepulcro-templo y presenta planta cuadrada, con dos partes: la cella (parte superior), donde se realizaban los sacrificios y libaciones en honor del fallecido, y la parte inferior o conditorium (cámara subterránea bajo la cella), cuya finalidad era albergar los restos del difunto. Ahora, la finalidad del mausoleo es quitar el hipo. Funciona.

‘El pensador’, reflexión escultural sobre la sinrazón de la guerra

El paseo por Fabara, una vez visto el mausoleo a las afueras, ofrece más alicientes para los ‘cazadores’ de sensaciones patrimoniales. La iglesia parroquial de San Juan Bautista, por ejemplo; construida en la primera mitad del siglo XV sobre un templo románico anterior, pertenece al gótico y ocupa el recinto amurallado que en su día albergó al castillo medieval local. Es Bien de Interés Cultural desde 2006; durante la contienda civil española, su torre fue parcialmente destruida y no se rehabilitó hasta 1954 cuando se llevó a cabo su rehabilitación. También brilla el museo dedicado al pintor Virgilio Albiac, nacido en la localidad; está ubicado en la tercera planta del Ayuntamiento, enclavado a su vez en un imponente edificio.

‘El pensador’

Como ocurrió en casi todos los pueblos de España, Fabara tuvo su monumento de glorificación del llamado ‘alzamiento nacional’ de 18 de julio de 1936. Allí se habían grabado los nombres de los vecinos del bando nacional caídos en la guerra. El 11 de septiembre de 2001, un día que sin duda marcó la historia del planeta por una razón mucho más luctuosa –el atentado a las Torres Gemelas de Nueva Yorkse inauguró en Fabara la estatua de ‘El pensador’, del escultor bilbilitano Luis Moreno Cutando, que sustituía al vestigio franquista y se acordaba de los caídos en ambos bandos.

La referencia a la famosísima obra de Auguste Rodin es obvia, pero la de Moreno Cutanda es una versión muy personal, empezando por la propia postura: aquí el pensador mira al horizonte, tiene el torso desnudo y está sentado sobre una piedra. Es un hombre del pueblo que reacciona con esta actitud reflexiva al duro poema que reza así a sus pies. “De dolor, tras aquella guerra, no ya los muertos, sino de los vivos por la tragedia de sobrevivir”.

El conjunto sobrecoge. En una placa colocada en el pedestal de piedra, puede leerse lo siguiente: “En esta guerra tampoco ganó el pueblo, a muchos de sus hijos les quitaron la vida, a los vivos les arrancaron la libertad y la alegría y, en el bando perdedor, el pueblo sufría; en le bando vencedor, también el pueblo sufría. Hoy, como siempre, tenemos el derecho de olvidar el dolor. Hoy, como siempre, tenemos el deber de no olvidar el ayer”.

En el terreno arqueológico no se puede soslayar el Roquissal del Rullo, considerado el yacimiento de la Edad de Hierro más importante de los que hay en Aragón. Lorenzo Pérez Temprado, secretario de Fabara, lo excavó y estudió.

En cuanto al patrimonio inmaterial, quizá el dance o ‘dansa’ del Polinario es el elemento más destacado. Este baile proviene del siglo XVIII y recuerda en cierta manera a los boleros del trópico, una curiosa coincidencia que quizá no sea tan casual. Se perdió la pista a los principales pasos del Polinario hace un siglo, pero en 1957 se recuperaron dos de los originales, que se repiten siete veces. En la parcela musical se emplean para amenizarlo la dulzaina o gaita (acepción fabarola) y el tambor o tabal, además de introducir un original elemento percusivo: ‘culleres’ de madera.

El pueblo de los balones que ‘exportó’ maestros curtidores a Alemania

El alcalde recuerda que a principios de los años 80, un grupo de fabaroles ejercieron de profesores en la confección de balones para Adidas en su sede central alemana, muy próxima a la frontera gala y Estrasburgo. “Les enseñaron a curtir la piel para hacer cuero destinado a balones de fútbol y balonmano; allá hacían zapatillas, pero no sabían estirar adecuadamente la piel, dejarla secar, troquelarla, pintarla, coserla… cuando desembarcaron en España lo hicieron en Fabara, pero luego recibieron una mejor oferta de Caspe y marcharon para allá; tuvimos aquí hasta cinco fábricas; yo trabajé como curtidor en una. Cerraron a principios de los 80”. Hay una obra que recuerda todo aquello, a la entrada del pueblo, al lado de la pista de tenis; está entre la iglesia y las piscinas, y la hizo el artista Jesús Guallar Rodrigo, ligado al pueblo. Encargada por el Ayuntamiento, se instaló en febrero de 2019.

Cómo llegar a Fabara y curiosidades

Comarca. Bajo Aragón-Caspe.

Cómo llegar. Desde Zaragoza, su capital de provincia, hay 138 kilómetros por la AP-2 o la N-II hasta Bujaraloz y luego la A-230 hasta Caspe, para seguir por la A-221 y la A-1411 hasta destino.

Donde dormir, comer y divertirse. Desaparecida la fonda del siglo XIX y el bar-restaurante el Farolet, quedan el Casino, el Bar Sport y el Bar Tropical, además de la casa rural de Teresa Martín. Fabara tiene además cine en activo, aunque en estos momentos no opera por la covid-19.

El chef Rubén Martín. Se dio a conocer en el Casa & Tinelo, donde hizo la mejor tapa de Aragón de 2018, es de Fabara y justo antes del estado de alarma abrió en el 34 de la calle Don Jaime de Zaragoza la Alta Taberna La Flor de Lis.

Senderismo. Hay una andada tradicional de unos 14 kilómetros desde el pueblo al río Algars, frontera natural con Cataluña, y otra que baja a lo largo del río y luego gira hacia el mausoleo.

Reportaje de la serie ‘Aragón es extraordinario’.

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