alergias

La madre de una niña zaragozana de 15 meses: "Estuvo en la uci, y ahora ha vuelto a comer huevo"

Es una de los pacientes que se benefician del programa de inmunización con alimentos que realiza el Hospital Clínico de Zaragoza. 

La pequeña Jana, de 15 meses, en la consulta de Alergología del Hospital Clínico de Zaragoza, donde acude cada miércoles.
La pequeña Jana, de 15 meses, en la consulta de Alergología del Hospital Clínico de Zaragoza, donde acude cada miércoles.
Guillermo Mestre

Ghinzlane Harti y su hija Jana, de 15 meses, llegaron a las consultas de alergología del Hospital Clínico de Zaragoza tras sufrir la pequeña una reacción alérgica grave que la llevó a ingresar en la uci por un bocado de huevo.

"La pediatra me dijo que podía dárselo a los seis meses y esperé a los siete, pero no le sentó bien. Le di solo un trocito y ya le produjo unas manchas, no podía respirar… Tenía solo siete meses y yo me asusté mucho, porque es mi tercera hija, tengo dos mayores y nunca había pasado nada", explica Ghinzlane, que desde entonces acude de manera periódica, una vez a la semana, a las consultas de este hospital para recibir inmunoterapia con alimentos. Gracias a este tratamiento puntero, la pequeña Jana -que sufría reacciones en la piel simplemente de tocarla alguien que hubiera manipulado este ingrediente-, ha vuelto a comer huevo seis meses después.

"Ahora ya come un cuarto de huevo cocido y va a mejor. Ya no le hace la reacción aquella. Le salen machas, porque tiene la piel muy sensible, pero el brote ese que tanto nos asustó no se ha repetido. Se come el cuarto de huevo y no tiene síntomas y el domingo pasado le di tortilla y tampoco", cuenta más tranquila la madre, que acude a consulta con ella todos los miércoles. 

El doctor Carlos Colás, jefe de este servicio, subraya que es "un avance importante", ya que la inmunización con alimentos no se consigue en toda la población, y a su vez se trata de una patología con mucha afección para los niños y las familias, a las que muchas veces condiciona su estilo de vida. "Esta paciente tenía una sensibilidad alta, y la posibilidad de forzar esa tolerancia con el tiempo se va, aunque no en todos. En el 70% de los casos se va solo, pero hay otro 25 o 30% en los que permanece", explica este alergólogo, al subrayar que el caso de la pequeña Jana fue una reacción anafiláctica grave, con urticaria y crisis de asma, que es un cuadro "importante".

La pequeña Jana, de 15 meses, tras sufrir la reacción alérgica al huevo que le llevó a Urgencias.
La pequeña Jana, de 15 meses, tras sufrir la reacción alérgica al huevo que la llevó a Urgencias.
G. H.

Actuar rápido y acudir al pediatra

Ante este tipo de reacciones, los expertos recomiendan acudir rápidamente a los servicios de Urgencias, ya que puede tratarse de una reacción alérgica tan grave que ponga en peligro la vida del niño. "A Jana le hizo una reacción que me asusté mucho. Como yo soy de Cabañas de Ebro, la llevé primero a Alagón, y ahí me dijeron que tenía que llevarla a Zaragoza, a Urgencias del Infantil", recuerda Ghinzlane. Al llegar allí, la pequeña ingresó en la uci, donde pasó toda la noche, y al salir los pediatras le pautaron dos jarabes por si volvía a pasarle lo mismo. A los niños pequeños -indica Colás- por debajo de los 10 kilos de peso se les da 0,01 miligramos de adrenalina. A partir del primer año, se pueden pautar 0,15 miligramos, que ya está disponible en autoinyector. "A ella le dieron un suero de 5 miligramos", señala esta familia.  

Los buenos resultados de este tratamiento, que han ido controlando mediante visitas periódicas en el hospital, han supuesto un cambio radical para esta familia. "Antes si tenía manos impregnadas de huevo o sus hermanas en verano, que hay veces que no se han lavado bien las manos y la cogían en brazos, también reaccionaba. Ahora ya no, y eso que ha vuelto a comerlo", reitera esta madre, quien confiesa que tuvo "miedo" al principio del tratamiento, por si volvía a presentar síntomas.

Por su parte, el doctor Colás, insiste en que en estas consultas cuentan con un sistema de información que valora los riesgos y beneficios de esta técnica. "Los riesgos son que durante el proceso se produzca alguna reacción alérgica, pero va a ser un proceso controlado, en el que sobre todo en las primeras dosis va a permanecer en vigilancia completa aquí en el hospital y el paciente va a estar estrechamente seguido, de manera que aunque existe la posibilidad de que se produzca -y se producen reacciones alérgicas durante el proceso-, se pueden controlar muy bien en la inmesa mayoría de los casos y permiten completar la técnica con éxito", asegura este doctor. 

Pruebas a una niña de 15 meses en las consultas de alergología del Clínico.
Pruebas a una niña de 15 meses en las consultas de alergología del Clínico.
Guillermo Mestre
"El bizcocho, por ejemplo, no podía ni tocarlo, y ahora le pueden dar un poquito porque comer ya no le da reacción"

Los resultados de este tratamiento otorgan a su vez la tranquilidad a las familias de que el menor en unos meses va a poder comer este alimento sin peligro, y les va a permitir también recuperar sus rutinas de alimentación y estilos de vida. "Es un cambio radical, que se produce poco a poco. A nivel familiar, sí que insistimos mucho en lavarse las manos, o cuando hay un cumpleaños les decimos que no toquen las cosas. El bizcocho, por ejemplo, no podía ni tocarlo, y ahora le pueden dar un poquito porque comer ya no le hace tanta reacción", afirma Ghinzlane.

Inmunoterapia oral en niños

Esta técnica nueva es objeto en las consultas de alergología del Hospital Clínico de Zaragoza de una tesis doctoral sobre inducción temprana de tolerancia o inmuniterapia precoz, que se inicia nada más obtener el diagnóstico definitivo en la infancia. 

El proceso es el siguiente: el niño tiene una reacción alérgica, se le hacen las pruebas en consonancia, sale positivo y, a partir de ese momento, ya se inicia el proceso de desensibilización o de inmunoterapia oral. "Es novedoso porque en otros sitios se espera más tiempo y eso es una de las novedades que puede aportar este servicio", valora Colás, quien siendo "optimista" adelanta que de aquí podría salir un protocolo a nivel nacional. 

"A las familias es un tema que les preocupa mucho, porque evitar por completo alérgenos tan ubicuos como la leche o el huevo es muy complejo. Por mucho que se miren con atención las etiquetas, es fácil que de forma inadvertida o sin darse cuenta pueda colarse alguno de estos alimentos, sobre todo en procesados o aquellos que son manipulados de otra manera", opina el alergólogo. 

Ante este tipo de casos y la presencia de alimentos ubicuos como el huevo o la leche, con los que es "muy difícil" mantener una vigilancia estricta al 100% si se come fuera de casa, este especialista aconseja a las familias estar alerta a la aparición de síntomas y en caso de observar alguna manifestación extraña, contactar con su pediatra y plantear la posibilidad de hacer un estudio alergológico completo. 

"Si está indicado, y la situación lo permite, cabría plantear la posibilidad de esta inmunoterapia oral", añade. 

Aunque la demanda en este servicio es cada vez mayor, debido al aumento exponencial de las alergias, Colás señala que estos casos tienen una vía preferente. 

"No es lo mismo tener un cuadro leve que un cuadro que puede modificar de forma muy importante la calidad y el estilo de vida de los pacientes y de los padres. Por lo tanto, se le da prioridad", afirma este alergólogo. 

En la actualidad, se estima que una de cada cuatro personas tienen una patología de este tipo, pero la dotación que hay en Aragón -en el Miguel Servet no tienen servicio de alergias- no se adecúa a las necesidades reales de la población, que puede sufrir demoras para acceder a primeras consultas. No así en el caso de los niños con reacciones graves. Ghinzlane asegura que les citaron a los 15 días de recibir el alta en el Servet. 

"Hay un déficit estructural para poder atender toda esta demanda. Alergia infantil sí que hay en el Servet, pero están desbordados también. Han aumentado tanto estas patologías que se producen demoras porque hay muchísimos pacientes a los que ver", señala este doctor. 

Entre las causas de este "espectacular aumento" de alergias, especialmente en la infancia, apunta a factores medioambientales y a la genética. Pero sobre todo -puntualiza Colás- es el cambio radical en el estilo de vida que ha tenido lugar durante la segunda mitad del siglo XX. "En alimentos, es verdad que los procesados o las dietas pobres en Omega 3 y Omega 6 pueden favorecer la aparición de alergias. Probablemente haya una conjunción de muchos factores genéticos y ambientales que determinan la eclosión tan importante de enfermedades alérgicas", concluye.

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