Alergias
Alergias alimentarias en la infancia: "Están aumentando de forma espectacular con reacciones graves e intensas"
El Hospital Clínico de Zaragoza desarrolla un programa pionero de inmunoterapia con alimentos que permite a un paciente alérgico volver a tomarlos sin sufrir síntomas en un 90% de los casos.
Los casos de alergia en la infancia, por debajo de los 14 años, están aumentando de forma "exponencial" y son cada vez más los pacientes que acusan síntomas intensos a edades muy tempranas.
"La alergia infantil es un problema que está creciendo de forma constante, y no solo la alergia respiratoria de rinitis y asma, sino los casos de alergia a los alimentos, especialmente en niños más pequeños, por debajo de los dos años, con alergia a la proteína de la leche de vaca y al huevo", advierte el doctor Carlos Colás, jefe de Alergología del Hospital Clínico de Zaragoza.
En este servicio de referencia en Aragón ven a unos 6.000 pacientes nuevos al año, de los cuales más de 1.000 son menores. "La demanda de niños está creciendo continuamente y en el caso de las alergias alimentarias ha sido de forma muy espectacular. No tengo datos concretos de qué porcentaje ha aumentado, pero los casos que están llegando a las consultas son de reacciones alérgicas graves e intensas, en los que se plantean programas de inmunoterapia oral, una técnica que permite que un paciente alérgico a un alimento lo pueda tomar y tolerar sin ningún síntoma", explica Colás, quien junto al resto de especialistas de esta unidad, en particular la doctora María Teresa Supervía y el doctor Gonzalo González, está realizando una tesis doctoral sobre la inducción temprana de tolerancia o inmunoterapia precoz, una técnica que se inicia en la infancia, nada más obtener el diagnóstico definitivo de este tipo de alergias.
La proteína de la leche y el huevo, los que más afectan
El huevo y la leche, que son también los primeros alimentos a los que se exponen los niños, son los que más reacciones alérgicas graves producen en la infancia. Así ocurrió en el caso de Jana, una niña zaragozana de 15 meses que sufrió el pasado mes de septiembre una reacción grave cuando su madre, por recomendación de la pediatra, le introdujo en la dieta el huevo. "Fue solo un trocito, pero al momento ya le produjo unas manchas y no podía respirar... Nos mandaron para Zaragoza y estuvo una noche en la uci. Fue con solo seis meses y yo me asusté mucho", confiesa Ghinzlane Harti, una vecina de Cabañas de Ebro que lleva desde septiembre acudiendo a estas consultas con su hija una vez por semana.
Jana es uno de los 30 pacientes que participan en el programa de inmunoterapia oral con alimentos del Hospital Clínico de Zaragoza. Colás destaca este caso de "éxito", porque representa un avance muy importante para la calidad de vida del paciente y de las familias. "Esta paciente alérgica al huevo tuvo una reacción anafiláctica con urticaria y crisis de asma, que es una reacción importante -subraya-. Siguió este programa de inmunoterapia oral y lo ha completado con éxito, de manera que antes no podía comer huevo y ahora sí", indica.
En qué consiste la inmunoterapia oral
A juicio de este experto, la inmunoterapia oral es "uno de los avances más importantes" que se están produciendo en los servicios de alergia infantil. La tasa de éxito de esta técnica, que consiste en administrar alimentos en pequeñas cantidades y de forma muy controlada -con visitas periódicas- a pacientes alérgicos, supera el 80%.
"Llevamos haciéndolo más de tres años y en el grupo de seguimiento que tenemos de la tesis, que es mucho más reducido -son unos 30 pacientes- no han fracasado más que uno o dos", indica este alergólogo.
En este proyecto de investigación, participan pacientes de las consultas de alergología a los que se ofrece la posibilidad de llevar a cabo el tratamiento. "La gran mayoría de los familiares, porque en este caso son niños, lo aceptan porque consideran que es favorable para sus hijos", señala Colás.
Para lograr esa inmunidad, lo primero que hacen los médicos es administrar pequeñas cantidades del alimento al que es alérgico el menor y hacerle seguimiento en repetidas visitas. "Tienen que venir una vez a la semana -miércoles o viernes-, y así durante prácticamente tres meses. Después hay una fase que se realiza en el domicilio, donde pueden subir y modificar las dosis, pero requiere visitas muy frecuentes al hospital y un segumiento muy estrecho", apunta Colás, al hablar de una técnica que es "costosa y muy laboriosa", porque consume muchos recursos, pero que tiene a su vez "excelentes resultados".
Cada vez se diagnostican y se tratan antes
Generalmente, las alergias alimentarias aparecen en la infancia, por debajo de los dos años. En su diagnóstico influye también la mayor sensibilización que hay por parte de las familias. "Cada vez se diagnostican a edades más tempranas porque hay mejor conocimiento tanto por parte de la población general como de la sanitaria de que la alergia es una patología muy frecuente y de que los síntomas son fácilmente reconocibles", apunta este especialista.
Para estos casos, el Hospital Clínico de Zaragoza, referente en el ámbito de las alergias, cuenta con un programa de atención precoz dirigido a los niños, de manera que cuando aparecen las primeras reacciones se pueden diagnosticar y empezar el tratamiento con inmunoterapia. "Esas primeras reacciones -explica el doctor Colás- se pueden manifestar con eritema, enrojecimiento y picor en la boca y en los labios, náuseas, vómitos o rechazo del alimento por parte de los niños, pero también con la aparición de habones o hinchazón en los labios y en los párpados. Y hay algunos casos que desarrollan también crisis de asma y hasta un shock anafiláctico, una reacción grave que es potencialmente mortal", advierte este experto, en alusión al mediático caso de una joven de Ciudad Real que no consiguió llegar a la tolerancia de forma espontánea y falleció por anafilaxia a principios de marzo.
"Se trata de una persona con una altísima sensibilidad, que con una exposición mínima a proteínas de leche de vaca tuvo una reacción extraordinariamente grave, un shock anafiláctico que parece ser que pudo desencadenar la muerte", comenta este alergólogo, quien reconoce que aunque se trate de casos poco frecuentes o puntuales, tienen una enorme repercusión para las familias, "porque hablamos de una chica de 17 años que por lo demás estaba sana y a la que un pequeño error ocasiona la muerte. Por tanto, la repercusión es enorme", insiste este especialista.
Precisamente para evitar desenlaces de este tipo o reacciones graves con ingredientes como la proteína de la leche o el huevo, presente en tantos productos, los expertos apuestan por dar a conocer los nuevos avances en inmunoterapia oral con alimentos, que están logrando "excelentes resultados" tanto en población infantil como en adultos.
"Cuando son alimentos tan ubicuos y generales, como es el huevo o la proteína de la leche, la evitación no siempre resulta fácil. Hay pequeños errores o transgresiones en la dieta que hace que los pacientes tengan reacciones graves. Por eso a veces, para evitar esa posibilidad y ese riesgo, se está popularizando una actitud terapéutica de tratamiento que consiste en forzar la tolerancia a estos alimentos en los niños: lo que llamamos la inmunoterapia oral con alimentos, y funciona muy bien. Se consigue que en un periodo de unos tres meses aproximadamente los pacientes puedan tolerar perfectamente el alimento después de un incremento muy cauteloso de las cantidades de proteína de leche o de huevo que los pacientes van ingiriendo. Y así se consigue que se corte de raíz esa alergia, que en lugar de remitir a los 6 u 8 años, remite a los tres meses, lo cual es un gran avance y una tranquildiad para los pacientes y los cuidadores del niño", reitera este médico.
